A día de hoy si en vez de comprarte un tan de moda SUV te la juegas con una berlina, estás en grave riesgo de que te llamen clásico, nostálgico… Pero esos adjetivos que en este caso concreto disparan a hacer daño, se convierten en toda una virtud cuando los trasladas al Skoda Octavia, porque esta berlina es una de las compras más lógicas que puedes hacer en estos tiempos que corren. Más aún si te decantas por este motor híbrido ligero que ofrece interesantes prestaciones, aderezadas con un consumo propios de aquellos 1.9 TDI con los que esta legendaria berlina checa apareció en nuestras vidas bajo el paraguas de Volkswagen allá por el año 1996.
Desde ese momento el Skoda Octavia se convirtió en toda una referencia en su segmento por apartados como la amplitud interior, la calidad, la tecnología, la mecánica… O un precio muy interesante que con el paso de los años se ha ido desvaneciendo para jugar en la línea de otras marcas ‘generalistas’. Porque este Skoda Octavia no es el coche más barato del mundo, aunque tiene un precio más que interesante. Y empezaremos por aquí.
Este Skoda Octavia tiene un precio de 35.750 euros
En pleno 2025 podemos decir que ya no hay coche barato. Y como muestra de ello el detalle de que el Skoda Octavia más ‘asequible’ tiene un precio de 33.350 euros. Ahora bien, nuestro protagonista tiene un precio de partida de 35.750 euros. Primero porque tiene un acabado llamado Design (1.000 euros más caro que un Selection) y segundo porque utiliza el corazón 1.5 TSI mHEV en su versión con 150 CV (lo hay también con 116 CV y te ahorras 1.400 euros). Sin olvidar opciones diésel, variantes con hasta 265 CV…
Cuando piensas en un Skoda Octavia y has decidido el acabado y el motor que más concuerda con tus necesidades, surge un tercer interrogante. ¿Berlina o Combi? Este último sería la opción a elegir si se pudiera combinar con el aire aventurero de los ya desaparecidos Scout, pero si lo que valoras es la funcionalidad, piensa en los 1.700 euros que te ahorras con la silueta berlina. Que engaña por su práctico portón trasero, el cual facilita las operaciones de carga y descarga, y por el que accedes a una auténtica ‘caverna’ que oscila entre los 600 y los 1.555 litros de capacidad.
Una berlina que presume de espacio y de calidad
Algo semejante ocurre a la hora de analizar la amplitud interior de este Skoda Octavia, donde cuatro adultos pueden viajar a las mil maravillas. Un quinto también cabe, pero la plaza central trasera está mejor aprovechada para un niño. Será complicado que necesites más espacio, pero aquí entraría en juego su hermano mayor, el Superb, cuya carrocería pasa de 4,70 a 4,91 metros de largo. Pero ya te digo que será complicado sacarle el jugo, más cuando a igualdad mecánica ese Skoda Superb parte desde los 44.450 euros. Lo que son 8.700 euros más que nuestro protagonista.
Además de brillar por el espacio, este Skoda Octavia también saca pecho con la calidad que transmite a sus ocupantes gracias a materiales de calidad, ajustes precisos… Y en este caso se acentúa gracias al ambiente cognac de su interior, que apuesta por un tapizado en cuero y algún que otro detalle por unos módicos 2.175 euros. Al margen de este elemento, destacar los múltiples huecos portaobjetos, las interesantes soluciones ‘simply clever’ propias de la firma checa o la ergonomía, que mejoró con la llegada de esta pantalla de 13 pulgadas, asociada a un sistema de comandos vocales que facilita el uso de sus miles de funciones. Aunque también se agradecen algunos mandos físicos que nos facilitarán la vida a bordo de este Skoda Octavia.
El 1.5 TSI mHEV mueve de maravilla al Skoda Octavia
Bajo el capó de nuestro protagonista se encuentra un motor de referencia dentro del Grupo Volkswagen, que no es otro que el consagrado 1.5 TSI mHEV. Este corazón cuenta con un sistema híbrido ligero de 48 voltios con el que se asegura la etiqueta ECO de la DGT. Y como sabrás, tiene 150 CV de potencia entre 5.000 y 6.000 rpm, así como 250 Nm de par motor entre 1.500 y 3.500 rpm. También hay que decir que esas cifras se envían en exclusiva a sus dos ruedas delanteras por medio de un cambio automático DSG de 7 velocidades, en el que se integra un motor eléctrico que inyecta otros 13,5 kW (18 CV).
Con un tiempo de 8,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h y con una velocidad máxima de 229 km/h (la variante con 116 CV demanda 10,6 segundos para efectuar esa aceleración y se conforma con una punta de 203 km/h), serán pocos los que necesiten más potencia que la ofrecida por este Skoda Octavia. En marcha sorprende su facilidad para ganar velocidad, combinado con un elevado confort de marcha, donde ese cambio pone la guinda del pastel por su rapidez y precisión. Lo mismo que nos transmite su dirección o sus frenos. Todo ello a la altura del conjunto.
Confort es la palabra que define a su dinámica
Nacido sobre la plataforma MQB Evo, la cuarta generación del Skoda Octavia sorprende por su maravilloso confort de marcha. Este acabado Design equipa de serie unas llantas de 17 pulgadas con unos neumáticos en medida 205/55 R17, pero que en nuestro protagonista se han reemplazado por unas de 18 pulgadas y con neumáticos 225/45 R18, las cuales tienen un precio de 615 euros. A pesar de ello, filtra las irregularidades del asfalto a las mil maravillas, ayudado por una suspensión con un tarado demasiado amable. Tanto como que en ocasiones se transmiten algunos rebotes que se perciben en el interior. Para mi gusto lo bordaría si fueran un poco más firmes, porque hay margen para ello.
Pero también es cierto que te puedes gastar los 1.080 euros que la compañía checa pide por equipar tu Skoda Octavia con el chasis activo DCC con el que no cuenta esta unidad. En este caso las suspensiones varían su dureza en función del modo de conducción elegido de entre los Eco, Normal, Sport e Individual. Curiosamente sorprende que en un coche como este calibre, dicho selector de modos sea un extra que cuesta 115 euros. Es un detalle práctico, pero reconozco que el 99% del tiempo circulé en ‘Normal’, que es perfecto. Además, a esos 115 euros le puedes sumar apenas 40 euros más y cambiarlo por una rueda de repuesto ‘de verdad’.
Este Skoda Octavia firma un gasto medio de 4,9 l/100 km
Más allá del confort de marcha o de las prestaciones de este Skoda Octavia, un detalle a tener en cuenta y por el que brilla con luz propia es su eficiencia. No le pasan factura esos neumáticos en llantas de 18 pulgadas, sobre todo porque se ayuda de un ajustado peso de 1.387 kilos (ojo que eso son alrededor de 750 kilos menos que un Skoda Enyaq) que también sale a relucir en su dinámica. Pues se siente muy ligero. Además de esto, ese corazón 1.5 mHEV y equipado con tecnología híbrida ligera de 48 voltios añade el sistema ACT de desconexión de cilindros, la función ‘inercia’… Todo lo imprescindible para firmar un gasto medio homologado de apenas 4,9 l/100 km. De ahí que los apenas 45 litros de gasolina que caben en su tanque den bastante de si.
Pero es que en marcha no consume excesivamente más. En ciudad lo habitual será rondar los 6,0 l/100 km, marca a la que no llegas cuando colocas su regulador de velocidad a 120 km/h. Ahora bien, a toda la tecnología que encierra este Skoda Octavia en materia de eficiencia hay que acostumbrarse. Tampoco es complicado, pero es cierto que esa función ‘inercia’, que apaga el motor directamente al dejar de acelerar, hace que tengas que adelantarte a tus acciones y por ejemplo pisar el acelerador antes de tiempo en circunstancias como al llegar a una rotonda. También te hará pisar el freno en más ocasiones, porque su baja resistencia a la rodadura hace que gane velocidad con facilidad cuando actúa esa función ‘inercia’, que también es cierto se desconecta si colocas el cambio en posición Sport.
Nunca descartes una berlina a la primera de cambio
Espacioso, funcional, eficiente, agradable… Este Skoda Octavia 1.5 mHEV Design lo tiene todo para ser un vehículo perfecto. Por mucho que a algunos le pese su formato berlina, gracias al cual también ahorra más de 1,0 l/100 km respecto a un Skoda Kodiaq a igualdad mecánica. Cosa que actualmente y teniendo en cuenta el precio del carburante hay que tener muy en cuenta. Porque en estas ocasiones que te llamen clásico o nostálgico por apostar por una silueta berlina, tiene más cosas buenas que despectivas.