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Mercedes-Benz W 196 R, el coche de carreras más valioso vendido en una subasta

El legendario Mercedes-Benz W 196 R Stromlinienwagen de 1954, con el número de chasis 00009/54, ha dejado una huella imborrable en la historia del automovilismo y el mercado de subastas. Este icónico coche de carreras ha sido subastado por RM Sotheby’s en el prestigioso Museo Mercedes-Benz de Stuttgart, alcanzando un precio récord de 51.155.000 euros. La venta de este vehículo no solo subraya su relevancia histórica, sino también el inigualable legado de la marca alemana en el mundo del automóvil.

Donado en 1965 al Museo de Indianapolis

Subasta del Mercedes-Benz W 196 R

El coche había sido donado en 1965 por Daimler-Benz AG al Museo del Indianapolis Motor Speedway, donde permaneció durante décadas como una de las joyas más valiosas de su colección. La decisiva subasta celebrada hace un par de días no solo marcó un hito financiero, sino que también fue testigo de una encarnizada batalla de ofertas, tanto por teléfono como en persona. Al caer el martillo, el W 196 R se convirtió oficialmente en el coche de carreras de Gran Premio más valioso jamás vendido en una subasta.

El Mercedes-Benz W 196 R es sin duda una máquina que despierta el deseo de los coleccionistas y apasionados del automovilismo. Este modelo formó parte de los legendarios Silver Arrows, que dominaron las competiciones de Gran Premio antes y después de la Segunda Guerra Mundial.

Reconocidos por su tecnología innovadora y su impresionante velocidad, estos coches revolucionaron las carreras. Diseñado para cumplir con las regulaciones de 1954, que limitaban la cilindrada de los motores a 2.5 litros, el W 196 R destacó en las pistas gracias a pilotos legendarios como Juan Manuel Fangio y Stirling Moss.

Otro Mercedes, récord absoluto en una subasta

La subasta tuvo un simbolismo especial, ya que se realizó en el mismo escenario donde, en 2022, el Mercedes-Benz 300 SLR ‘Uhlenhaut Coupé’ alcanzó la asombrosa cifra de 135 millones de euros, posicionándose como el coche más valioso jamás vendido en una subasta. Este nuevo récord refuerza el estatus de Mercedes-Benz como una de las marcas más destacadas y deseadas en el mercado de coches de colección.

W 196 R Stromlinienwagen de 1954

El CEO de Mercedes-Benz Heritage GmbH, Marcus Breitschwerdt, expresó su entusiasmo tras la venta: “¡Qué subasta más emocionante! Este W 196 R original, de carrocería elegante, ha cambiado de manos y felicito al afortunado comprador. Muy pocos Mercedes-Benz Silver Arrows son de propiedad privada. El martillo cayó a 51.155.000 euros. Esto lo convierte en el coche de carreras de Gran Premio más valioso del mundo y se sitúa muy cerca del campeón de todos los tiempos, el Mercedes-Benz 300 SLR ‘Uhlenhaut Coupé’. Sin lugar a dudas, nuestros Silver Arrows están entre los vehículos más icónicos y buscados jamás construidos. Son las verdaderas estrellas brillantes en el firmamento del automovilismo y la historia del automovilismo”, señaló.

El presidente del Museo del Indianapolis Motor Speedway, Joe Hale, también destacó el impacto positivo de la transacción: “El Museo del Indianapolis Motor Speedway ha tenido el honor de cuidar y compartir el W 196 R dentro de nuestro museo, pero la suma que ha logrado es una contribución transformadora para aumentar nuestra dotación y sostenibilidad a largo plazo, así como la restauración y expansión de nuestra colección”, comentó.

Mercedes-Benz W 196 R, un campeón en las pistas

W 196 R Stromlinienwagen de 1954

El W 196 R no solo fue una joya en las pistas, sino que también es una pieza invaluable de la ingeniería automotriz. Su diseño aerodinámico, combinado con un potente motor y tecnología innovadora para su época, lo convirtieron en un referente en las competiciones de Gran Premio. Este modelo permitió a la marca alemana reafirmar su dominio en el automovilismo tras la guerra, alcanzando victorias memorables.

El legado de los Silver Arrows sigue siendo un faro de inspiración y admiración en el mundo del motor. La venta reafirma el estatus de Mercedes-Benz como una marca de prestigio, no solo por sus logros deportivos, sino también por su capacidad de preservar y valorizar su historia. Los coleccionistas de todo el mundo seguirán mirando con admiración a estas máquinas que han dejado una huella indeleble en el automovilismo.