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Por este motivo los que mantienen las carreteras echan sal en invierno

Con la llegada del invierno y las nevadas, es habitual ver a las quitanieves trabajando incansablemente para mantener las carreteras transitables. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué se echa sal? La respuesta está en la ciencia y la economía, que se combinan para garantizar que los desplazamientos invernales sean lo más seguros posible.

La nieve y el hielo son enemigos de la conducción segura. Y aquí es donde entra en juego la sal. Al esparcirse sobre ambos, reduce el punto de congelación del agua, impidiendo que solidifique y ayudando a derretir la capa ya formada. El proceso es una herramienta vital para mantener las carreteras seguras en invierno.

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La ciencia detrás de la sal en las carreteras

Fuente propia/IA

El agua pura se congela a 0 ºC. Sin embargo, cuando contiene una sustancia disuelta, como la sal, su temperatura de congelación disminuye. Ello ocurre porque las moléculas de sal interfieren en el proceso de formación de cristales de hielo, haciendo que sea necesario un frío más intenso para que el agua se congele.

Este fenómeno no es exclusivo de la sal. Cualquier sustancia disuelta en agua puede reducir su punto de congelación. Pero la efectividad de cada una, así como sus costos y efectos secundarios, varían considerablemente. Por ejemplo, en los sistemas de refrigeración de los coches se utiliza etilenglicol, un compuesto que puede evitar la congelación hasta los -30 ºC. No obstante, su uso en carreteras sería inviable por su alto coste y potencial impacto ambiental.

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