El Mazda BT-50 estuvo a la venta en España entre mediados de 2006 y enero de 2012, reemplazando al B-2500. El pick up japonés era en realidad un mellizo del Ford Ranger, que por aquel entonces se desarrollaba y fabricaba en Tailandia, su mercado principal, antes de que Ford Australia tomara las riendas en materia de diseño y desarrollo para pasar a fabricar su nueva y más robusta generación del vehículo en Sudáfrica a partir de 2011.
El caso es que, con aquella nueva generación, el Mazda BT-50 desapareció de nuestro mercado con la excusa de que no cuadraba con la imagen de marca que Mazda quería proyectar en Europa, pero el vehículo siguió fabricándose y comercializándose en otros mercados, como el australiano.
“Dale caña” al Mazda BT-50
Lo reconocemos, nos ha dado una envidia tremenda descubrir la nueva campaña del lanzamiento del Mazda BT-50 en Oceanía, donde se invita a los usuarios a “dar caña” al pick up japonés. El lema Give It Heaps es en realidad un modismo neozelandés que el diccionario Collins traduce como “probar con fuerza”, por lo que podría ser equivalente a nuestro “dar caña” o “dar leña”. Y no imaginamos a un fabricante de automóviles sugiriendo algo así a los consumidores en el mercado europeo.
En cualquier caso, la idea detrás de la campaña es que el Mazda BT-50 es un pick up robusto, “una camioneta que puede soportar todo lo que le arrojes”, tal y como declara Mazda, y ese Give It Heaps o “dale caña” es un auténtico grito de guerra.
A todo esto, Ashlin Moore, gerente de marca de Mazda Australia, afirma que “el diseño audaz y la capacidad del nuevo BT-50 encarnan a la perfección el espíritu australiano de darlo todo. Hemos desarrollado una idea que celebra ese espíritu y esperamos que inspire a muchos australianos a salir y darlo todo con un BT-50”.
Sinceramente, todo esto nos lleva a reflexionar sobre las incoherencias entre la oferta de vehículos de nuestro mercado y la demanda real de sus usuarios, algo en lo que probablemente los legisladores tienen más responsabilidad que los propios fabricantes, pero en cualquier caso los perjudicados somos siempre los usuarios, y este vídeo de lo que se vende y cómo se vende en las antípodas nos hace pensar si no estaremos haciendo algo rematadamente mal en este 0,8 % de la superficie del planeta que es la Europa de los 27.