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El pueblo de 11.000 habitantes que ha instalado un radar por su cuenta y ha facturado en un año más de lo que ganarás en tu vida

Imagina que vives en una calle en la que todos los coches pasan a una velocidad mucho más alta de la permitida. O que en tu barrio hay alguna señal que todo el mundo se salta. ¿Se te ocurriría instalar un radar por tu cuenta para multar a todos los infractores? Probablemente no, pero como mínimo presionarías a las autoridades para que tomaran cartas en el asunto.

Eso es lo que hicieron los vecinos de un pueblo alemán de poco más de 11.000 habitantes. El Ayuntamiento escuchó sus peticiones, instaló por su cuenta el radar y en un año ha recaudado más de un millón de euros. Por supuesto, ha ido a las arcas públicas y ahora la pequeña localidad tiene fondos suficientes para renovar el colegio, la piscina climatizada y reforzar el servicio de bomberos.

Así pusieron fin al exceso de velocidad

La anécdota ha ocurrido en Kirchseeon, una localidad de poco más de 11.000 habitantes que se ubica a unos 30 kilómetros de Múnich. Por su carretera principal, muy cerca de un colegio y un instituto, pasan a diario miles de vehículos y la mayoría lo hace a una velocidad mucho más alta de la permitida.

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Fuente: Pexels

Como podemos imaginar, los vecinos denunciaron la situación, tanto por el riesgo que supone para los menores como por el ruido. Tomaron medidas para reducir el tráfico y reforzaron la iluminación, pero no funcionó. Por tanto, el ayuntamiento se decantó por colocar no solo un radar, sino un sistema completo de cámaras que apuntara en todas direcciones.

Y los que a diario pasaban por allí no tardaron en caer. En solo un mes, el radar ‘cazó’ a más de 4.000 conductores que superaron el límite de velocidad, pero la cifra es brutal un año después.

El radar ha recaudado un millón de euros en 12 meses

El límite de velocidad de esa carretera era de 50 km/h, pero parece que casi nadie lo respetaba. Podríamos decir que es uno de los radares que más trabajo tiene, porque ha multado alrededor de 34.500 veces en un año. La inmensa mayoría de conductores ‘solo’ superaba el límite en unos 10 km/h de media, pero hay otros que han sido pillados circulando a más de 110 km/h, más del doble de lo permitido.

Ahora, un año después de la instalación de aquel radar, Kirchseeon ha recaudado más de un millón de euros solo en multas por exceso de velocidad. Y para entender mejor lo que eso significa, Múnich recauda alrededor de 1,5 millones de euros al año, con una población inmensamente superior.

Si lo traemos a España, la comparación no nos deja en muy buen lugar. En el último año, y según datos del Ayuntamiento de Madrid, la capital de España ingresó unos 211 millones de euros solo en multas de todo tipo.

¿Instalar un radar es una solución o solo sirve para recaudar?

Radar en una autovía
Fuente: Freepik

Es lo que muchos conductores se preguntan, sobre todo después de recibir una multa en casa. Y evidentemente, el número de conductores sancionados en Kirchseeon refuerza la idea de que estos sistemas que controlan el exceso de velocidad son necesarios.

Las más de 34.500 multas que este radar puso por circular a una velocidad más alta de la permitida ha servido a este pueblo para recaudar un millón de euros (y será más en los próximos meses). Con este ingreso en las arcas públicas pretenden renovar el colegio, darle un lavado de cara a la piscina climatizada para volver a abrirla y también construir una nueva estación de bomberos y comprar camiones nuevos para sus trabajadores.

Ahora que la historia se ha hecho viral en Alemania y que incluso ha salido de las fronteras del país germano, lo lógico sería pensar que ese radar va a echar el freno. Sin embargo, en España tenemos muchos otros ejemplos de radares que se han convertido en minas de oro y lo siguen siendo, como este que ha puesto 147.850 multas en solo un año.

Una curiosidad: en Alemania, el límite de velocidad en ciudad es de 50 km/h, en carretera es de 100 km/h y en las autopistas se recomienda no pasar de 130 km/h, aunque la mayoría no tienen un límite específico.

Eso sí, las multas por exceso de velocidad son mucho más baratas que en España. El ADAC —equivalente al RACE— tiene un simulador que permite calcular la cuantía de una multa en función del límite que hayamos superado. Por ejemplo, exceder hasta 10 km/h en ciudad está sancionado con 20 euros; pasarnos hasta 20 km/h fuera de ciudad supone recibir una multa de 60 euros.