A primera vista todo podría apuntar a que esta criatura bautizada con el nombre de Beast, y que no hay que confundir con el armario ropero blindado en el que se mueve Donald Trump, no es otra cosa que una criatura que aspiraba a convertirse en un superdeportivo lleno de aristas, alerones, fibra de vidrio y mucho más para parecerse a un Lamborghini, aunque nacido desde una base ‘low cost’. En gran medida la mayoría de las réplicas que puedes encontrar en el mundo nacen con este ADN.
Sin embargo, los especialistas de Value Progress, una variopinta empresa con sede en Japón y capaz de crear cosas tan raras y extravagantes como este Beast (te invito a visitar su página web porque esto que tienes delante de tus ojos puede que sea lo más suave), no ha elegido precisamente un Toyota Celica, un Pontiac Fiero, un Opel Calibra o un Ford Probe para confeccionar esta aberración, por decirlo de forma suave, que ahora mismo tienes delante de tus ojos.
Debajo de Beast se esconde un Lamborghini Diablo genuino
Aunque parezca mentira, los chicos de Value Progress decidieron confeccionar su superdeportivo pervirtiendo un legendario superdeportivo italiano de la talla del Lamborghini Diablo. Si amigos, aquí debajo yace nada menos que una de esas maravillas que los chicos de Sant’Agata Bolognese estuvieron fabricando entre 1990 y 2001. Algo que en Italia les valdrá como excusa perfecta para expatriar a esta compañía sin miramientos.
Compañía que según dicen, su objetivo con Beast era construir un ‘superdeportivo fabricado en Japón’ que ‘sorprendiera’ a la gente con su apariencia. Y para ello decidieron tomar como punto de partida la cultura automovilística japonesa ‘bosozoku’, aunque llevada a un nivel extremo, porque no se ha respetado ningún panel original del Lamborghini Diablo, puesto que hasta el último detalle se ha afilado al máximo o se ha adornado con enormes tomas de ventilación.
Su nueva carrocería lo hace mucho más grande que un Diablo
Mención especial en el exterior de la criatura de Value Progress son detalles como sus grupos ópticos, sus cuatro terminales de escape colocados lo más alto posible o un alerón posterior que se conecta con el techo por medio de una aleta central y con el que parece que han querido rendir un homenaje al extraordinario Lamborghini Veneno. Aunque lo cierto es que todos estos detalles acercan a este Beast a una escalera que a un superdeportivo.
Los nuevos componentes estéticos hacen que la carrocería del Lamborghini Diablo cambie por completo sus proporciones, porque se ganan 57 centímetros de largo y 36 centímetros de ancho. Tanto es así que este Beast es una criatura que mide 5,03 metros de largo, 2,40 metros de ancho y apenas 1,26 metros de alto. Curiosamente esta última no se mide al techo como en la inmensa mayoría de los vehículos, sino que Value Progress lo mide al alerón, la parte más elevada de este Beast, cuyo techo se encuentra a tan solo 1,10 metros del asfalto.
Beast utiliza un extraordinario corazón 5.7 V12 atmosférico
El remate a esta perversión del Lamborghini Diablo lo pone un color rojo claramente inspirado en los deportivos con el sello ‘Made in Italy’, además de unas llantas cromadas que se han calzado con unos neumáticos 265/30 R19 delante y 345/25 R20 detrás.
Lo único que se salva en este Beast es que al nacer de ese legendario superdeportivo italiano, en su parte central se conserva un extraordinario corazón 5.7 V12 atmosférico, que para más inri, en esta criatura incluso se ha combinado con un cambio manual. Las especificaciones concretas no han sido anunciadas, pero en función de la versión o del año de construcción del vehículo donante, estaría generando entre 485 y 600 CV de potencia.
Una criatura más visual que funcional… por desgracia
No se mencionan tampoco mejoras en el chasis o en el equipo de frenos, pero independientemente de estos detalles, desafortunadamente Beast no será una máquina recordada por su extraordinarias prestaciones o por su impecable comportamiento dinámico. Si no más bien por una imagen fuera de lo común y extravagante que solo se ‘salva’ si para darle forma los chicos de Value Progress han empleado una unidad que estaba a punto de irse al desguace. Porque de lo contrario, esta criatura que aún no se sabe ni si está homologada para la calle, ni su precio, solo se puede considerar una herejía. Sino, pregunta por Italia lo que piensan.
Fotos: Value Progress
