La Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (UGT FICA) ha expresado una valoración positiva de la apuesta de la Comisión Europea por el sector automovilístico. No obstante, subraya la necesidad de medidas más ambiciosas y urgentes dentro del plan de acción recientemente anunciado por Bruselas para lograr una transición exitosa hacia la electromovilidad.
La transición eléctrica: Un cambio de paradigma para el automóvil
La industria automotriz se encuentra en un punto de inflexión. La transición hacia el vehículo eléctrico y la movilidad sostenible no solo representa un cambio tecnológico, sino una transformación completa del sector. Esta transición implica:
- Nuevas tecnologías de propulsión: Vehículos eléctricos, híbridos enchufables y, en el futuro, posiblemente impulsados por hidrógeno.
- Infraestructura de carga: Despliegue masivo de puntos de recarga en hogares, empresas y espacios públicos.
- Nuevos modelos de negocio: Renting de coches eléctricos, servicios de movilidad compartida y baterías como servicio.
- Reciclaje de baterías: Establecimiento de cadenas de valor para la reutilización y reciclaje de baterías al final de su vida útil.
UGT demanda concreción en el plan de acción europeo
El sindicato UGT FICA considera que el plan de acción carece de concreción en aspectos cruciales para impulsar de forma definitiva el vehículo de cero emisiones. Se necesitan medidas tangibles y con impacto directo en los consumidores, como:
- Subvenciones directas a la compra: Incentivos económicos significativos para reducir el precio de adquisición de vehículos eléctricos y hacerlos más accesibles.
- Plan económico de ayudas a la instalación de puntos de recarga: Apoyo financiero para la instalación de infraestructura de carga en hogares, empresas y espacios públicos, acelerando así el despliegue de la red de recarga.
- Renting social: Facilidad de acceso a vehículos de cero emisiones a través de modelos de alquiler asequibles, democratizando así la movilidad eléctrica.
Diálogo social y salvaguarda del empleo: Pilares de la transición
UGT FICA insiste en que las medidas adoptadas deben abordar la transformación del sector de forma consensuada y como resultado del diálogo social europeo. Es fundamental evitar la creación de una brecha social y territorial entre las regiones industriales y salvaguardar el tejido industrial y el empleo de todo el ecosistema del sector.
El sector automovilístico es un motor económico clave, tanto por su potencial exportador y su efecto de arrastre sobre otros sectores industriales, como por el enorme volumen de generación de empleo de calidad que supone para España, con más de dos millones de trabajadores, y para Europa, con 13 millones de ocupados en el sector.
Formación y recualificación: Claves para el futuro del empleo
La transición hacia la electromovilidad requerirá una fuerza laboral altamente cualificada en nuevas tecnologías. Es fundamental invertir en programas de formación y recualificación para dotar a los trabajadores de las habilidades necesarias para adaptarse a los nuevos empleos que surgirán en el sector.
- Formación en electromovilidad: Cursos y programas de capacitación en vehículos eléctricos, sistemas de almacenamiento de energía, infraestructura de carga y otras tecnologías relacionadas.
- Recualificación profesional: Programas de reconversión laboral para trabajadores de la industria de combustión que deseen adquirir nuevas habilidades en el campo de la movilidad eléctrica.
- Apoyo a la creación de nuevos empleos: Fomento de la innovación y el emprendimiento en el sector de la electromovilidad, impulsando la creación de nuevas empresas y empleos de alta calidad.
Objetivos 2035 y 2050: Una transición ordenada y justa
Teniendo muy presentes los objetivos marcados por la Comisión Europea para 2035 (prohibición de la venta de vehículos de combustión interna) y para 2050 (neutralidad cero emisiones netas), UGT considera que este proceso de transición debe abordarse de forma ordenada, previendo las repercusiones globales de cada medida antes de adoptarla y poniendo los medios necesarios para minimizar su impacto en las empresas y en el empleo.
Retos y oportunidades de la descarbonización del transporte
La descarbonización del transporte presenta tanto retos como oportunidades para la industria automotriz y la sociedad en su conjunto.
- Retos:
- Inversión en infraestructura: Despliegue masivo de puntos de recarga y adaptación de la red eléctrica.
- Costos de adquisición: Reducción del precio de los vehículos eléctricos para hacerlos más accesibles.
- Impacto en el empleo: Gestión de la transición laboral para evitar la pérdida de empleos en la industria tradicional.
- Oportunidades:
- Innovación tecnológica: Desarrollo de nuevas tecnologías de propulsión y almacenamiento de energía.
- Crecimiento económico: Creación de nuevos empleos y oportunidades de negocio en el sector de la electromovilidad.
- Mejora de la calidad del aire: Reducción de la contaminación atmosférica y beneficios para la salud pública.
Medidas adicionales para impulsar la electromovilidad
UGT FICA considera imprescindible facilitar ayudas europeas específicas para la adquisición de vehículos cero emisiones, subvenciones directas para el momento de la compra y un renting social que facilite la democratización del vehículo cero emisiones.
Además, el sindicato echa en falta un plan económico de ayudas a la instalación de puntos de recarga y la obligatoriedad de puntos mínimos más restrictivos en centros de repostaje, en distancias, por habitantes y por flujos demográficos, así como un plan específico de formación para cualificar a los trabajadores en nuevas tecnologías.
La importancia de una regulación ambiciosa
Una regulación ambiciosa es fundamental para impulsar la transición hacia la movilidad sostenible. Es necesario establecer estándares de emisiones más estrictos para los fabricantes de automóviles y promover la electrificación del transporte público.
Regulación de la infraestructura de carga: Establecimiento de requisitos mínimos para la instalación de puntos de recarga en edificios nuevos y existentes.
Estándares de emisiones: Reducción gradual de los límites de emisiones de CO2 para los vehículos nuevos, incentivando la adopción de tecnologías más limpias.
Incentivos fiscales: Beneficios fiscales para la compra de vehículos eléctricos y la instalación de puntos de recarga.