¿Recuerdas el orden de prioridad de las señales? Primero van las indicaciones de los agentes, luego la señalización circunstancial o de balizamiento, los semáforos, las señales verticales, de orientación y, por último, las marcas viales. Estas últimas son las líneas o señales pintadas en la carretera y, aunque ocupan el último lugar en la escala de prioridad, es importante que sepas lo que significan para cumplirlas.
Todos sabemos lo que indica una línea continua o discontinúa, pero hay muchos conductores que se pierden cuando introducimos marcas viales de diferente grosor y hasta de colores. Azules, amarillas, rojas, verdes… Hay opciones para indicar absolutamente cualquier restricción en la carretera, pero las más desconocidas nos pueden despistar.
Blancas y amarillas, las más habituales
Si empezamos por orden, las líneas blancas y amarillas las conocemos de sobra. Las primeras están literalmente en todas partes, porque son las que se utilizan para delimitar carriles, intersecciones, pasos de peatones y cualquier tipo de marca vial. Las líneas pueden ser continuas o discontinuas.
Las amarillas, sobre todo en la carretera, indican que ese tramo está en obras. Igual que las señales que se colocan con fondo amarillo, prevalece esa situación temporal frente a la velocidad máxima de la vía, por ejemplo, o alguna prohibición concreta.
Si las vemos en ciudad, suelen indicar que está prohibido parar y estacionar. En intersecciones o cruces es muy frecuente encontrarlas en forma de cuadrícula, y lo que nos indican es que no podemos detenernos sobre ellas, ni aunque tengamos prioridad, porque estamos cortando la circulación para el resto de conductores.
¿Y el resto de colores qué significan?
Empezamos por las líneas azules, que pueden significar distintas cosas según el tipo de vía en la que esté presente. En carreteras, suele indicar el paso de fibra óptica, que es un hilo transparente que transmite información a grandes distancias. En cambio, en zonas urbanas se refiere al estacionamiento regulado, normalmente de pago.
¿Y las líneas verdes? En ciudades y pueblos, también señalizan zonas de estacionamiento regulado por franjas horarias. Ahora bien, hay otra utilidad en carretera que quizá no conocías. Es una tendencia que viene de lugares como Países Bajos y Suecia, se pintan en la zona interior de la línea blanca y produce un efecto óptico de que el carril se estrecha. Por tanto, los conductores se ven obligados a reducir la velocidad. Normalmente, se coloca en largas rectas en carreteras secundarias, a priori sin peligros, porque es donde los conductores se confían y se producen más accidentes de tráfico.
Las líneas rojas llevan menos tiempo con nosotros, pero es muy normal verlas en muchas carreteras secundarias. Se pintan en tramos peligrosos y justo al lado de una línea continua, con el único fin de hacer todavía más evidente la prohibición de adelantar. Ya está prohibido por la señalización vertical y la propia línea continua en color blanco, pero refuerza la prohibición para reducir la siniestralidad en carreteras secundarias.
Por último, también tenemos que hablar de las líneas moradas. Son muy poco frecuentes y quizá no las has visto nunca, porque se utilizan en algunas ciudades para señalizar zonas de aparcamiento regulado. Igual que Madrid son azules y verdes, en otros puntos de España pueden ser de color morado.
Y muchas ciudades también han empezado a utilizar líneas en color rosa y verde (más clarito que las que ya te hemos contado) para delimitar carriles bici e incluso para separar a las bicicletas de los patines eléctricos. Además, en muchos casos se está utilizando también pinta fluorescente para mejorar la visibilidad por la noche.