La matrícula de un coche es el equivalente al DNI para nosotros, un número de identificación único para cada vehículo y que permite a las autoridades identificarnos si cometemos una infracción. Además de la combinación de números y letras, hay vehículos que por su naturaleza incorporan placas de otros colores o algún detalle que aporta información extra.
Por ejemplo, las de los taxis y VTC tienen el fondo azul; en el caso de los vehículos reservados para el Cuerpo Diplomático, tienen el fondo rojo, letras blancas y comienza con las letras CD. Y ahí alguna otra excepción que permite identificar a ciertos tipos de vehículos.
Lo que sí es común para todos es que es obligación del conductor que la matrícula del coche esté siempre en perfecto estado y tanto la placa delantera como la trasera sean legibles. No hacerlo te puede costar una multa de hasta 200 euros.
Ojo si llevas la matrícula así
Lógicamente, te pueden multar si la matrícula del coche no está bien colocada o está tan desgastada que hay algún número o letra que no se lea bien. Así que estos días de tanta lluvia y nieve, ten cuidado si ha caído barro sobre ella o está tan sucia que no se puede leer bien. Lo mismo si tiene alguna rotura, doblez o grieta que puede dificultar su lectura.
Y en este saco tenemos que meter también a los trucos de muchos conductores, que ponen una pegatina o decoración para evitar que lean la matrícula. De hecho, en muchas plataformas online se vende una especie de hoja que en realidad es un imán. La pegan en mitad de la matrícula porque se parece bastante a una hoja de verdad, pero la broma les puede costar mucho más cara.
¿Cuál es la multa?
Para hablar de multas relacionadas con la matrícula, la Dirección General de Tráfico (DGT) contempla dos tipos de sanciones. La primera aplica a aquellas situaciones en los que no sea posible leer la matrícula porque esté sucia, desgastada o rota. En estos casos, la multa es de 200 euros (100 por pronto pago), sin pérdida de puntos. Además, el conductor tendrá que asumir el coste de una nueva placa homologada, que puede rondar los 20 euros.
La sanción es mucho más grave en el segundo caso, cuando los conductores manipulan la matrícula de forma intencionada para evitar ser captados por las cámaras de Tráfico y sancionados. En estos casos, la multa puede llegar a ser de hasta 6.000 euros e implica una pérdida de seis puntos del carnet de conducir. Además, los agentes pueden incluso inmovilizar el vehículo si no es posible retirar en el momento el elemento que adultera la matrícula, porque no está permitido circular así.
Es una sanción que prácticamente es imposible de recurrir, porque lo normal es que los agentes tengan pruebas de la infracción que se ha cometido. La única manera de recurrirla es si existe algún error o defecto en la redacción en sí de la multa.
Otras obligaciones con la matrícula de tu coche
El artículo 10 de la Ley de Tráfico reconoce la obligación de llevar la matrícula en buen estado, que es responsabilidad del conductor del vehículo, sea o no el dueño. La norma dice que tiene que comprobar que esté limpia, en buen estado y libre de cualquier manipulación antes de subirse al coche. Si no es así, es necesario cambiarla por una placa nueva homologada.
Muchas veces, corremos el error de no revisar las placas, igual que, por ejemplo, hacemos con el aceite, otros líquidos del vehículo o la presión de los neumáticos. Sin embargo, circular sin matrícula o con una placa en mal estado nos puede costar una sanción económica, más o menos grave en función del motivo.