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El día que Piëch ordenó a Volkswagen construir un BMW M5 más potente que el original y con un motor único

A comienzos del Siglo XXI el gigante alemán Volkswagen prácticamente tenía ‘carta blanca’ para convertir en realidad la mecánica más descabellada que cupiera bajo el capó de sus vehículos. No en vano el respaldo de Ferdinand Piëch se encontraba detrás de todo proyecto, a cual más loco que el anterior. La perseverancia del mandamás de Volkswagen y el no tener a nadie detrás que le dijera que eso de ‘nein’, se tradujo en el nacimiento de los ilustres motores W8 y W12 en gasolina, los poderosos V10 y V12 TDI, además de auténticas maravillas de la talla de un Audi R8 diésel o del corazón W16 que reservaron a Bugatti. No si antes dejarnos atónitos con un W18 que jamás se animaron a llevar a la producción.

Aquellos motores de leyenda, así como esos locos proyectos son solo la punta del iceberg de aquel mágico arranque de siglo para Volkswagen, quien también dejó otros tantos desarrollos en el aire, como el de un maravilloso motor W10 que no era otra cosa que la unión de dos de los conocidos VR5 que se escondieron bajo el capó de los Volkswagen Golf, Volkswagen Bora o Seat Toledo de la época. Motor del que se tiene constancia que llegaron a ensamblar tres ejemplares cuando allá por el año 2023 un particular vehículo vio la luz al colgar el cartel de ‘se vende’. Aquel intrigante coche era un BMW M5 de tercera generación (E39), pero que escondía bajo su capó delantero ese misterioso W10 desarrollado por la compañía alemana. Y entonces comenzaron a surgir todo tipo de rumores y de interrogantes, porque todo lo que rodea a ese motor es todo un misterio.

Volkswagen fabricó tres motores W10, pero solo se conoce este

Ahora, los chicos de Drivetribe han tenido la oportunidad de encontrarse con esa particular creación de la firma de Wolfsburgo, arrojando luz sobre un proyecto que finalmente quedó aparcado, pero no sin antes enamorar al propio Piëch, quien convirtió ese BMW M5 en su vehículo de uso diario durante un buen tiempo. Se dice que el corazón W10 que Volkswagen tenía en mente tenía una cilindrada cercana a las 5 litros, a pesar de que cada motor VR5 se conformaba con 2.3 litros. Esa cifra es cercana a lo que llegaron a ofrecer los BMW M5 de la generación E60 con su maravilloso V10 atmosférico. Y tras llevarlo a un banco de potencia, aseguran que esta ‘mula’ proporciona 480 CV… en las ruedas, de manera que a la salida del motor bien podríamos estar hablando de unos 530 CV. Cifra superior a los 400 CV del corazón 4.9 V8 que extrajeron de este M5 donante, y que los 507 CV de su predecesor en el cargo.

Pero hablamos de un proyecto que arrancó a mediados de los años 2000, momento en el que Volkswagen no tenía en cartera un modelo para poder colocar ese maravilloso motor W10 y utilizarlo como ‘mula’. Muestra de ello es que el primer Porsche Panamera no llegaría hasta el 2009. Esa hubiera sido una excelente base para colocar este motor, de la misma manera que se rumoreaba que el gigante alemán tenía nuevos planes para Bentley con una berlina de altas prestaciones y más comedida de tamaño. Jamás sabremos que pasó por la mente de Piëch para ponerse a desarrollar tan particular motor, en el que se dicen invirtieron más de dos millones de euros. Independientemente de ese detalle, esa exclusividad queda reservada para este BMW M5, que solo hace plantearnos la pregunta de: ¿Cómo semejante prototipo se escapó del control de Volkswagen y llegó a manos privadas?