El Mercedes-AMG PureSpeed es la nueva y atrevida propuesta de Mercedes para quienes busquen un deportivo exclusivo y, por qué no decirlo, extraordinariamente llamativo. Basado en el actual Mercedes SL (R232), se trata de un speedster del que se producirán únicamente 250 unidades.
Su estética se inspira en el Mercedes-AMG ONE, si bien tiene poco que ver con él. Sí se ha buscado esa identidad en el morro, y también hay un importante trabajo en el desarrollo de la aerodinámica de este modelo que reemplaza el parabrisas y los pilares A y B por un gigantesco “halo”, inspirado en el empleado por los monoplazas de Fórmula 1, y dos arcos estructurales disimulados tras los asientos.
Mercedes asegura que “los pequeños deflectores parcialmente transparentes en el frontal y los laterales del coche evitan que las turbulencias molesten al conductor y al acompañante”. Hay además elementos específicos de fibra de carbono en la parte inferior del coche inspirados igualmente en la competición. El portón del maletero y el difusor trasero también están optimizados aerodinámicamente, teniendo siempre en cuenta la ausencia del techo.
Llantas de aluminio forjado de 21 pulgadas (de 9,5 y 11,0 pulgadas de garganta delante y detrás, respectivamente) calzan neumáticos 275/35 R 21 y 305/30 R 21 que, como no podía ser de otra manera, dejan ver unos grandes discos de freno cerámicos, con pinzas delanteras fijas de seis pistones y pequeñas pinzas traseras flotantes de un único pistón.
El nuevo Mercedes-AMG PureSpeed se conduce con casco
La ausencia de parabrisas ha hecho que Mercedes se cure en salud diseñando dos cascos que se entregan junto con el vehículo. Están optimizados aerodinámicamente, diseñados y fabricados específicamente para el Mercedes-AMG PureSpeed. Vienen acabados en el color del coche y cuentan con intercomunicadores para que el conductor y su acompañante puedan comunicarse claramente, incluso a altas velocidades.
Además, los teléfonos inteligentes se pueden vincular con el sistema de intercomunicación, lo que permite que el conductor y el pasajero hablen por teléfono y escuchen música a través de los altavoces de los cascos.
El Mercedes-AMG PureSpeed ofrece grandes prestaciones pero no sorprende
Pero más allá de sus singularidades, el Mercedes-AMG PureSpeed es esencialmente un SL AMG 63, con su motor V8 biturbo de 4,0 litros que desarrolla 430 kW (585 CV) y 800 Nm, acoplado al cambio AMG Speedshift MCT 9G, que a diferencia de la caja 9G-Tronic cuenta con un embrague de discos húmedo en lugar de un convertidor de par.
Al igual que en el SL 63, a la salida del cambio se ubica una compacta caja tránsfer que reparte el par disponible entre el eje trasero y el delantero de forma totalmente variable. Con todo ello se logra una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos y una velocidad máxima de 315 km/h, cifras idénticas a las del SL 63.
Sin duda, con estas cifras nadie echará en falta más prestaciones, si bien conviene recordar que el Mercedes-AMG SL Performance logra bajar la cifra del “cero a 100” a los 2,9 segundos gracias a su poderoso sistema híbrido enchufable, que alcanza 816 CV y 1.420 Nm.
En materia de suspensiones, no faltan el tren de rodaje AMG Active Ride Control, con estabilización hidráulica semi-activa del balanceo en lugar de barras estabilizadoras “pasivas” convencionales a fin de lograr el mejor compromiso posible entre estabilidad y confort.
El Mercedes-AMG PureSpeed cuenta además con dirección activa en el eje trasero para mejorar la agilidad (hasta 100 km/h) o la estabilidad (a partir de 100 km/h) aplicando un pequeño ángulo de giro a las ruedas traseras en sentido contrario al marcado por la dirección o en el mismo sentido, respectivamente. Además, con este sistema se monta también una dirección delantera más rápida.
Y si te preguntas qué pasa cuándo llueve… con cada PureSpeed, Mercedes entrega una funda que protege el coche cuando está aparcado. En marcha, lo mejor será circular lo suficientemente deprisa para que la lluvia no sea capaz de alcanzarnos.