Aunque no sea una marca conocida por este aspecto, ha habido muchos Suzuki descapotables a lo largo de su historia, con el primer Jimny (LJ10) de 1970 como pionero. Desde entonces, todas las generaciones del Jimny, excepto la actual, han tenido una versión en la que una parte del techo podría desmontarse para disfrutar a cielo abierto. Los otros dos modelos más populares de la marca japonesa, el Vitara y el Swift, también tuvieron una versión con techo de lona en sus inicios.
Menos conocidos, pero tremendamente carismáticos, los Cappuccino y X90 se han convertido en automóviles de culto por sus innovadores concepto y diseño. Y, más allá de los coches de producción, la marca japonesa ha creado numerosos concept cars descapotables. A continuación hacemos un repaso de todos Suzuki descapotables que han existido.
3Suzuki Vitara
El Vitara llegó en 1988, apostando por un diseño y tipología de automóvil absolutamente innovador por aquel entonces, que se convirtió en el primer SUV moderno de la historia. Este todocamino ya aunaba las características de los actuales triunfadores del mercado: diseño atractivo, carrocería elevada y compacta, peso ligero, comportamiento intachable en carretera y ágil en ciudad, y buenas capacidades para desenvolverse fuera del asfalto.
Desde el primer vistazo, la compacta carrocería de tres puertas el Vitara no tenía nada que ver con los voluminosos 4×4 que ya estaban en el mercado. Su identidad partía de unas líneas relajadas que le conferían un diseño atractivo y urbanita que, al mismo tiempo, se mezclaba con el músculo que aportaban otros elementos más camperos de su carrocería, como su icónico portón trasero en el que iba anclada la rueda de repuesto.
El primer Vitara se ofrecía con carrocería con techo duro, y en versiones con techo de fibra o de lona, que permitían dejar completamente al descubierto las plazas traseras, y sin la parte superior del techo las plazas delanteras.
En los Vitara con techo de fibra esta operación se realizaba desmontando las dos piezas de fibra, que había que dejar en el garaje. La variante con techo de lona permitía abatir y plegar en la parte trasera esta pieza, de la que también podían retirarse, por separado, las ventanillas laterales y la luneta trasera.
La segunda generación, denominada Grand Vitara, también ofreció una versión con techo de lona, pero en este caso, de dos piezas. Por un lado se podía abatir la capota que cubría la parte trasera (podía hacerse por completo, o retirando solo las ventanillas laterales); y por otro, se plegaba el techo de lona de la parte delantera.