El Clase G es el todoterreno que Mercedes-Benz lleva fabricando desde 1979. Durante estos 33 años ha ido recibiendo diversas actualizaciones pero estructuralmente no ha cambiado mucho, ya que Mercedes-Benz ha mantenido el chasis de largueros y travesaños y las suspensiones de eje rígido. Desde junio de 2012 está en venta con algunas modificaciones. Las principales afectan al aspecto del interior, la gama de motores y el equipamiento. En el exterior los cambios son pequeños respecto al modelo de 2008.
La oferta de motores para el Clase G está compuesta por una versión diésel G 350 BlueTEC de 211 CV y tres de gasolina G 500 de 388 CV, G 63 AMG de 544 CV y G 65 AMG de 612 CV. Anteriormente estuvo disponible una carrocería corta (4,26 m) de tres puertas y descapotable (tiene una lona cubriendo la parte trasera del habitáculo), pero ahora solo existe la carrocería larga de cinco (4,66 metros). Las versiones AMG tampoco son las adecuadas si se quiere pasar desapercibido, el motor se oye mucho y desde muy lejos cuando se acelera con intensidad.
En cualquiera de sus versiones, el Clase G tiene un precio elevado. La más asequible, la versión diésel, cuesta 101.400 euros y la más cara, 65 AMG L, 306.425 euros. Algunos elementos del interior, como el asidero para facilitar el acceso del acompañante delantero o los tres mandos del bloqueo de los diferenciales, mantienen un diseño similar al del primer Clase G. El habitáculo se puede personalizar con los elementos opcionales de la línea «designo».