Lo amarás o lo odiarás. No hay término medio. Este Ford Focus de 2001 es un compacto con alma de muscle car o un muscle car disfrazado de compacto. Da igual cómo lo definas, pero el caso es que bajo su capó se encuentra el motor V8 del Ford Mustang sobrealimentado por un gigantesco compresor que entrega 620 CV a las ruedas traseras.
Este Ford Focus con aspecto de Focus RS era en su origen un “tranquilo” Ford Focus ZX3 (carrocería compacta de tres puertas) de 2001. Se da la circunstancia de que en EE. UU. no hubo versiones RS de esta primera generación del Focus, con un motor Zetec-R atmosférico de dos litros, 173 CV y 197 Nm (más o menos equivalente al del Ford Focus ST europeo) montado en los Focus SVT a partir de 2002 como opción más deportiva.
Ello no impidió al Focus I ser bastante popular al otro lado del Atlántico, especialmente con su carrocería de tres volúmenes, y no faltaron aficionados que demandaban mucho más nervio del compacto de la marca del óvalo, lo que generó el perfecto caldo de cultivo para que diversos preparadores ofrecieran las más variopintas soluciones de posventa, incluyendo la instalación de kits de óxido nitroso (Saleen los instalaba y se vendían a través de la red oficial de Ford), diversos grados de preparaciones mecánicas y modificaciones radicales como ésta.
Así es este Ford Focus V8 de 620 CV
Este Ford Focus fue construido por Troy Seyfer (hoy Seyfer Specialties) en Wheat Ridge, Colorado, sobre la base de un Focus ZX3 de 2001 para ser exhibido en el SEMA Show de Las Vegas y atraer clientes. La transformación es enorme, ya que el conjunto motor-cambio original (ubicado bajo el capó, en posición transversal, para proporcionar par a las ruedas delanteras), desaparece, y en su lugar se instala un motor V8 Coyote de 5,0 litros (el mismo que lleva el Ford Mustang) en posición longitudinal.
Ya que estamos, el motor recibe un compresor Whipple de 3.0 litros y va asociado a una transmisión manual Tremec T45 de cinco velocidades que envía todo el par, ya desmultiplicado, a través de un árbol de transmisión al tren trasero, el cual cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado Eaton Tru Trac con una relación 3,73:1.
La obra, obviamente, es ingente, y puedes comprobar por las fotografías que el trabajo realizado para “empaquetar” esta cadena cinemática es ingente, incluyendo un nuevo subchasis trasero que reemplaza la suspensión multibrazo por… ¡un eje rígido con geometría de Watts!, una solución similar a la empleada por el Ford Ranger Raptor. A esta aberración se añaden frenos de disco sobredimensionados en las cuatro ruedas, llantas de 19″, neumáticos semi-slick, depósito de combustible artesanal en el piso del maletero y un capó de acero con una cuestionable joroba.
Resulta increíble cómo la caja de cambios, el árbol de transmisión y el enorme escape con silenciadores Magnaflow han encontrado sitio en los bajos del vehículo, y aplaudimos el hecho de haber instalado una jaula antivuelco que no sólo proporciona un aspecto más deportivo a este Ford Focus, sino que seguramente aportará un extra de rigidez a una carrocería autoportante diseñada para asimilar un grado de torsión y flexión muy inferior al que el V8 Coyote y el tren trasero motriz con neumáticos Bridgestone Potenza RE71 en medida 265/40R19 serán capaces de proporcionar.
Más detalles de este Ford Focus V8
Con el kit RS, lo cierto es que este Ford Focus es relativamente discreto, a pesar de haber cambiado su color original Infra-Red por el naranja y disponer de una monta asimétrica de ruedas (delante lleva unas 245/40R19). Sí es más llamativo su interior, con la mencionada jaula, asientos Recaro, instrumentación Dakota Digital y un sistema de info-entretenimiento Pioneer con pantalla táctil.
Hay que decir también que este Focus V8 permaneció en manos de Seyfer Specialties hasta este mismo año, perfectamente mantenido por su preparador. Fue subastado recientemente por Barrett-Jackson por 35.200 dólares (31.652 euros) a su actual propietario, un concesionario de Sarasota (Florida), que llevó el vehículo a Gonzalez MotorSport en Bradenton (Florida) para realizarle una puesta a punto y tirar una curva de potencia en banco que ha certificado 620 CV a 7.675 r.p.m. y 698 Nm a 5.617 r.p.m.
Dicho esto, no es oro todo lo que reluce. Hay aspectos que nos parecen una verdadera chapuza. Más allá del cuestionable eje rígido trasero, no entendemos el filtro del aire de admisión directa casi a aras de suelo (donde el aire es más sucio, caliente y donde potencialmente puede haber agua) ni el cárter artesanal descolgándose de los bajos en busca de una piedra que lo destroce. Tampoco nos parece lógico que se conserven unas plazas traseras inutilizadas por el arco de seguridad.
Pero ahora viene lo mejor: Con todos sus “pecadillos”, este Ford Focus con motor V8 se encuentra actualmente a la venta en la web de subastas Bring a Trailer. En el momento de escribir estas líneas, la puja máxima es de 26.000 dólares (23.384 euros), lo que ahora mismo parece una auténtica ganga por este lobo con piel de cordero o por este cordero con alma de muscle car.