El Renault 5 lleva presente en las páginas de Motor 16 desde el mismísimo número 1, con fecha 29 de octubre de 1983. En aquella ocasión, nos hacíamos eco del título de Campeón de España de Rallys logrado por Eugenio Ortiz (Genito) a bordo del Renault 5 Turbo oficial de FASA Renault, y también dedicábamos un espacio destacado a elucubrar sobre el sustituto de aquella primera generación del R5.
Ya en noviembre de ese mismo año, nuestro número 3 recogía una comparativa de utilitarios con caja de cambios de cinco velocidades. De aquel Renault 5 GTL destacábamos sus frenos, acabados y consumo en ciudad, mientras que la potencia (45 CV), la habitabilidad y el acceso a las plazas traseras eran los aspectos mejorables frente a los más modernos Ford Fiesta II, Citroën Visa y Opel Corsa.
Saltamos al número 49, correspondiente a finales de septiembre de 1984, para encontrar la primera toma de contacto con el nuevo Renault 5, ilustrada por Ángel Carchenilla. A lo largo de seis páginas, Sergio Piccione pone en contexto el modelo saliente, explicando que se trata de “uno de los coches que han supuesto uno de los mayores aciertos comerciales de la historia del automóvil”, por lo que el titular de esta información deja claro que se trata de “Una difícil sucesión”.
Sobre el nuevo modelo, Piccione comenta que “se distingue por su excelente estabilidad, buenos frenos y excelente confort de suspensión, que, aunado con la buena calida de los asientos, permite que se viaje aceptablemente bien en este nuevo coche, pese al poco espacio para las piernas de los ocupantes de la parte trasera y lo ruidoso del motor”.
Llega el Renault 5 II o “Supercinco”
Los aficionados de la época tuvieron que esperar al 19 de enero de 1985 (número 65) para encontrar un nuevo análisis del Supercinco en los días previos al inicio de su producción en Valladolid.
Una semana más tarde, en el número 66, Sergio Piccione volvería a ponerse al volante del Supercinco, esta vez ya en España y en una comparativa directa con el R5 saliente. En concreto un Supercinco GTS, con motor 1.4 de 72 CV, se enfrentaba a un R5 TX de idéntico bloque pero con sólo 63 CV.
A lo largo de siete páginas con abundante información, se llegaba a la conclusión de que “el Super 5 es claramente superior a su antecesor, pese a la peor accesibilidad a las plazas traseras y el menor espacio a la altura de las espinillas para las piernas de sus ocupantes. Defectos ambos que van muy unidos y que deberían ser fácilmente corregibles en cuanto los hombres de Renault se decidan a acometer el problema”.
El nacimiento de Motor 16 coincide con la última etapa del Renault 5, que a pesar de su veteranía seguía siendo un auténtico superventas.
Ya en el número 68, el Supercinco volvía a la portada de Motor 16 para coprotagonizar “el duelo del año” contra el Peugeot 205. El Renault 5 GTL, de 55 CV, se enfrentaba al 205 XR, con 65 CV y su recién introducida carrocería de tres puertas. José María Cernuda explicaba que “en las pesetas radica el quid de la cuestión. Una diferencia del 12 por 100 es demasiado grande como para que en la elección entren en juego únicamente valores puramente verificables”. Y es que mientras el Renault 5 costaba 861.785 pesetas (5.179 euros), el Peugeot 205 subía hasta 964.327 pesetas (5.796 euros).
Nace el Renault 5 GT Turbo
El número 78 de Motor 16 recogía, en abril de 1985, otro hito en la historia del modelo. El Supercinco GT Turbo desvelaba sus secretos y era fotografiado en un circuito de Jerez en construcción, aún sin pavimentar. También era destacable la presencia de la nueva carrocería de cinco puertas en el número 83, de finales de mayo de ese mismo año.
Además, encontrábamos diversas comparativas en los números 72, 101, 104, 115, 117, 216 y en muchos otros más… hasta llegar al número 344, de mayo de 1990, en el que el nuevo Renault Clio dejaba aparcado el nombre R5 durante una larga temporada que ahora llega a su fin.
