Los nuevos Mini John Cooper Works vuelven a poner en el foco el máximo rendimiento, la esencia de la marca británica y de los acabados firmados con el nombre del legendario piloto británico. Equipados con un motor de gasolina TwinPower Turbo de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada, estos dos vehículos -tanto la versión hatchback como el Cabrio- no solo se centran en su aspecto elegante y distinguido, sino que también brindan una potente experiencia de conducción.
Porque el verdadero interés está en el rendimiento y la experiencia de conducción que son capaces de ofrecer. Los nuevos modelos deportivos de la marca cuentan con una potencia máxima de 231 caballos y una par de 380 Nm de par máximo; datos que confirman que tanto el Mini John Cooper Works como el John Cooper Works Convertible están diseñados para ofrecer diversión deportiva extrema.
Y eso se refleja también en los datos que son capaces de ofrecer. Por ejemplo, unas aceleraciones que en el caso del hatchback, hacen que pase de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos, mientras que su versión Convertible lo hace en 6,4 segundos. O la velocidad máxima que es de 250 km/h para el modelo estándar y 245 km/h para el cabriolet.
Lo nuevo de John Cooper Works, con cambio automático
En cuanto a las novedades técnicas que propone la firma, uno de los aspectos más destacados de estos modelos es la transmisión automática de doble embrague con levas en el volante que permiten al conductor experimentar la verdadera esencia de la conducción deportiva. Además, cuentan con una suspensión ajustada específicamente para ofrecer una sensación de go-kart que convierte cada curva en una experiencia única.
El estilo del coche casa a la perfección con lo que el John Cooper Works ofrece en cuanto a prestaciones y rendimiento. Su estética no pasa desapercibida. Con una parrilla frontal octogonal de gran tamaño en negro brillante y amplias tomas de aire atrea todas las miradas. Además cuenta con unas entradas de aire adicionales que mejoran la aerodinámica y ayudan a controlar la temperatura del motor.
El diseño exterior se puede personalizar con franjas en el capó y una selección de colores vivos, para destacar el logo John Cooper Works. Y añade las luces delanteras LED con elementos de carrera y un alerón trasero aerodinámico para darle un toque agresivo que no solo es estético sino también funcional.
Una de las características que siempre han sido llamativas en los modelos de la marca británica es la capacidad de personalización de sus coches. Los clientes pueden elegir entre once colores de carrocería, que pueden combinarse con techos y retrovisores en colores de contraste como Chili Red o Jetblack. En el caso del John Cooper Works Convertible destaca aún más porque ofrece un acabado exclusivo en Copper Grey y un techo convertible que se pliega en solo 18 segundos a velocidades de hasta 30 km/h.
Personalización y tecnología
El interior del Mini John Cooper Works está diseñado con una gama de colores que mezclan rojo y negro para reflejar su espíritu competitivo. Los asientos deportivos JCW ofrecen un soporte excepcional, están realizados en cuero sintético negro y tela de punto multicolor en los hombros. Y el estilo de máxima deportividad se siente en cada rincón, desde el volante deportivo hasta el tablero de instrumentos. El remate de la sofisticación viene de un sistema de sonido Harman Kardon.
Además, dispone de la ultima tecnología de información, con un panel de instrumentos de alta resolución que incluye opciones para controlar el climatizador, las fuentes de sonido y la navegación a través de pantallas táctiles o comandos de voz. La funcionalidad de carga inalámbrica para smartphones también está disponible en un espacio adicional en la consola central.
La navegación mejorada incluye visualizaciones en 3D y una vista aumentada, además de información sobre la situación del tráfico en tiempo real. Esto permite, por ejemplo, realizar pagos digitales en aparcamientos de manera fácil. También está a la última en sistemas de asistencia, pues los modelos Mini John Cooper Works están equipados con sistemas avanzados gracias a doce sensores ultrasónicos y cuatro cámaras de visión periférica.
La guinda, y una característica solo al alcance de los Mini más deportivos es el modo Go-Kart, una función que lleva la experiencia de conducción a un nuevo nivel. Al activar este modo, los conductores pueden visualizar no solo la velocidad, sino también información como el par motor y la fuerza G. Esta configuración transforma el ambiente del cockpit, priorizando el rendimiento y el atractivo del automovilismo.
Y recupera la esencia de la diversión al volante que ha sido ‘bandera’ en los modelos de la marca británica firmados por JCW.