El Citroën ë-C3 se presenta como “el primer coche eléctrico europeo asequible”. Y si bien es cierto que el hecho de combinar los adjetivos “eléctrico”, “europeo” y “asequible” en una misma frase es algo que nos alegra, lo cierto es que el honor de ser el primero hay que reconocérselo al Dacia Spring.
Para desarrollarlo, Citroën se ha basado en la plataforma Smart Car, planteada desde su creación para alojar sistemas de propulsión eléctricos. Y estos componentes, de última generación, hacen que el nuevo modelo sea realmente interesante, ya que se trata del primer vehículo de Stellantis en adoptar algunas soluciones que prometen hacerlo especialmente eficiente y que más adelante compartirán otros vehículos del grupo.
El sistema motriz eléctrico del Citroën ë-C3
La versión de lanzamiento del Citroën ë-C3 contará con un motor de 113 CV (83 kW) alimentado por una batería de ferrofosfato de litio de 44 kWh que le permitirá ofrecer una autonomía WLTP de 320 kilómetros, así como una capacidad de carga rápida a 100 kW, lo que hace posible recargar su batería del 20 al 80 % en 26 minutos. Teóricamente, esto permitiría reponer unos 120 kilómetros de autonomía en sólo 10 minutos, lo que no está nada mal para un vehículo de vocación eminentemente urbana.
En corriente alterna, la carga monofásica del Citroën ë-C3 alcanza los 7,4 kW, mientras que la trifásica llega hasta los 11 kW, lo que permite cargar la batería completamente desde cero en menos de tres horas y pone de manifiesto que un bajo consumo no sólo es bueno en términos económicos y medioambientales, sino a la hora de reducir la brecha de la usabilidad entre los automóviles con motores térmicos y los eléctricos.
El Citroën ë-C3 se lanzará en 2024
Para disfrutarlo, no obstante, tendremos que esperar hasta bien entrado el año que viene, y ya en 2025 se lanzará una versión más económica, con una batería más compacta que le permitirá disponer de una autonomía de sólo 200 kilómetros.
A pesar de que aún queda bastante para poder disfrutar del vehículo, Citroën ya ha anunciado su precio base, que será uno de sus principales argumentos de venta. Así, el Citroën ë-C3 más asequible estará disponible desde 20.490 euros, sin tener en cuenta las posibles ayudas a la compra que puedan rebajar esta tarifa cuando finalmente se ponga a la venta. Por su parte, la variante de 320 kilómetros de autonomía se ofrecerá desde 23.800 euros.
Curiosamente y a pesar de que apenas disponemos de datos definitivos del modelo, sí sabemos que su gama estará compuesta por dos únicos acabados, denominados You y Max. El Citroën :e-C3 You ofrecerá, de serie, faros LED, suspensión Advanced Comfort, sistema de frenado de emergencia autónomo, retrovisores exteriores eléctricos, encendido automático de luces, radar de aparcamiento trasero, control de crucero, aire acondicionado y seis airbags.
Por su parte, el acabado Max añade llantas de 17 pulgadas, pintura bicolor con techo en contraste, raíles en el techo, parachoques delantero y trasero con emulador de cubrecárter, pantalla táctil en color de 10,25 pulgadas, asientos Citroën Advanced Comfort, limpiaparabrisas automático, retrovisores exteriores eléctricos plegables y térmicos, volante con “efecto cuero”, segunda fila de asientos abatible 60/40, faros traseros LED, cristales traseros oscurecidos, tapicería mixta de material sintético y tela, climatizador, navegación 3D, carga inalámbrica, cámara trasera, retrovisor electro-cromático y elevalunas eléctricos traseros.
Nos subimos al Citroën ë-C3
Hemos podido ver y tocar brevemente el Citroën ë-C3 en una multitudinaria presentación estática en la que los responsables de la firma francesa nos han convocado junto con la prensa de toda Europa para mostrarnos cuatro unidades de preserie de su nuevo modelo, que será fabricado en Trnava, Eslovaquia.
Por fuera, lo primero que nos llama la atención es la ruptura total con otros diseños pasados y presentes la marca de los dos chevrones, unas líneas que nos recuerdan, especialmente en la zona trasera, a los SUVs compactos de Volkswagen.
Pero lo más llamativo del Citroën ë-C3 es su interior, en el que encontramos aspectos bastante innovadores como la instrumentación, a medio camino entre un cuadro de mandos convencional y un head up display, ya que se encuentra en el salpicadero, justo por encima del volante (como en los modelos de Peugeot). Y lo cierto es que, al menos en el interior del pabellón en el que nos encontramos, a las afueras de París, la instrumentación tiene buen aspecto, con buen contraste, nitidez e intensidad lumínica. No es un head up display, pero lo cierto es que queda muy cerca de la zona baja del parabrisas.
Las plazas delanteras nos han parecido muy cómodas, mientras que los asientos traseros son algo justos para ocupantes de en torno a 1,80 metros, que no tendrán mucho espacio para las piernas. El maletero no parece tan grande como los 310 litros anunciados por Citroën sugieren, pero lo cierto es que, a pesar de no resultar muy profundo, sí ofrece una buena cota vertical.
En cualquier caso, hablamos de un vehículo de 4,01 metros de longitud que sin duda ofrece una habitabilidad más que razonable para sus dimensiones, si bien quizá lo que más nos convence es su aspecto de vehículo de cierta calidad, lejos de lo que cabría esperar de una propuesta low cost. Y quizá, más que el precio en sí, lo que más nos convence de este Citroën ë-C3 es lo que ofrece por lo que cuesta o, más bien, lo que ofrecerá por lo costará, ya que aún vamos a tener que esperar medio año para disfrutarlo.
