La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es una obligación indispensable para garantizar que los vehículos que circulan por las carreteras cumplan con las normativas de seguridad y emisiones contaminantes. Aunque para los coches nuevos esta exigencia puede parecer lejana, es fundamental conocer los plazos establecidos y qué implica este trámite, especialmente si quieres evitar sorpresas o sanciones inesperadas.
El primer paso: ¿Cuándo toca la ITV para un coche recién matriculado?
Según la normativa vigente en España, los turismos nuevos están exentos de pasar la ITV durante los primeros cuatro años desde su matriculación. Esto significa que, si compras un coche nuevo en 2024, no será necesario realizar este trámite hasta 2028. Una vez superado este periodo, el vehículo deberá someterse a la inspección cada dos años hasta que cumpla los diez años. A partir de esa fecha, la ITV será obligatoria de forma anual.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que ciertos vehículos, como los dedicados al transporte público o los destinados al alquiler, pueden tener calendarios diferentes debido a su uso intensivo. Por ello, siempre es recomendable verificar las especificaciones particulares de tu vehículo en la documentación oficial.
Al mismo tiempo, también es muy importante contar con una ITV en la que te ofrezcan un servicio de calidad y una atención personalizada que resuelva todas las dudas que pudieras tener. Si resides cerca de Madrid y necesitas un centro de confianza, una de las mejores opciones es acudir a ITV Móstoles, donde te asesorarán sobre el proceso y te garantizarán un servicio rápido y eficaz.
¿Por qué es importante respetar los plazos de la ITV?
Cumplir con la ITV no es solo una obligación legal, sino también una forma de garantizar tu seguridad y la de los demás en la carretera. Circular con la ITV caducada puede acarrear sanciones económicas de hasta 200 euros y, en caso de accidente, problemas con la cobertura del seguro.
Además, la ITV permite detectar fallos mecánicos que podrían pasar desapercibidos en el día a día, ayudando a prevenir averías más graves y costosas a largo plazo.
Consejos para preparar tu vehículo para la ITV
Aunque los coches nuevos suelen estar en perfecto estado en su primera revisión, hay ciertas medidas que puedes tomar para asegurar que el proceso sea lo más sencillo posible:
- Revisa la documentación: Asegúrate de llevar contigo la tarjeta ITV y el permiso de circulación.
- Haz un mantenimiento previo: Comprueba el estado de los frenos, las luces, los neumáticos y los niveles de líquidos como aceite y refrigerante.
- Limpieza del vehículo: Aunque no es obligatorio, llevar el coche limpio facilita el trabajo de los técnicos y deja una mejor impresión.
¿Qué pasa si no pasas la ITV a la primera?
En caso de que tu coche no supere la inspección, no podrás circular con normalidad hasta solucionar los problemas detectados. Recibirás un informe detallado con las reparaciones necesarias, y tendrás un plazo máximo de dos meses para realizar una segunda inspección, generalmente sin coste adicional.
Es importante abordar estas reparaciones cuanto antes, ya que los fallos pueden comprometer la seguridad del vehículo y, en algunos casos, pueden incluso impedirte circular.