El BMW 850 CSi es la versión más prestacional del BMW Serie 8 E31 nacido en 1990. Sustituto de la Serie 6 E24, el 850 ofrecía un motor V12 atmosférico asociado a un cambio manual de seis velocidades que enviaba todo el par disponible al eje trasero. Se trataba de un coupé grande para la época, con una longitud de 4,78 metros y una batalla cercana a los 2,70 metros.
En el momento de su lanzamiento, el BMW 850 ofrecía 300 CV y 450 Nm. Dos años más tarde, el motor de 5,0 litros (M70), fue reemplazado por una evolución de 5,4 litros (M73), que aumentaba su rendimiento hasta los 490 Nm, lo que se traducía en 326 CV. Finalmente, el BMW 850 CSi ofreció una vuelta de tuerca más ambiciosa (S70), con una cilindrada de 5,6 litros y un rendimiento de 550 Nm y 381 CV.
A pesar de todo, el BMW 850 nunca fue considerado un modelo realmente deportivo, sino más bien, un gran turismo. Sus ventas fueron relativamente discretas, y en 1990 desapareció sin reemplazo, ya que el BMW Serie 6 E63 no llegaría hasta 2003, mientras que el Serie 8 G15 no recuperaría el nombre hasta 2018.
Los BMW 850 en la actualidad
Hasta hace pocos años, el BMW 850 era uno de esos vehículos completamente infravalorados, pero en los últimos tiempos su cotización ha subido notablemente, y los mejores ejemplares se han subastado por más de 200.000 euros, como ocurrió en noviembre de 2022 en la subasta que RM Sotheby’s organizó en Múnich (Alemania), donde un impecable BMW 850 CSi de preproducción que había sido propiedad del piloto venezolano Johnny Cecotto alcanzó los 263.750 euros.
El caso es que el E31 ofrece hoy una impactante y personal silueta además de resultar atractivo por su singularidad dentro de la historia de BMW, pero sigue adoleciendo de ese nervio deportivo del que sí podían presumir, sin ir más lejos, los anteriores BMW M635 CSi o los BMW M5 E34 y E39 con los que conviviría este BMW 850.
Conscientes de ello, en Rein Speed Shop pensaron que el BMW 850 sería la base perfecta para un restomod que “corrigiera” ese “error histórico”, y así nació el BMW 858 CSL, un one-off que redibuja las líneas originales del Serie 8 clásico con un kit de carrocería de fibra de carbono creado para la ocasión y que añade bajo el capó el soberbio motor V10 (S85) del BMW M5 E60; el canto del cisne de los motores atmosféricos de altas prestaciones de BMW.
Por si esto no fuera suficiente, el V10 se combina en este restomod con la caja de cambios manual del M5 V8 E39, una idea brillante sobre el papel, si bien hay que recordar que el V8 del M5 E39 ofrecía 400 CV y 500 Nm, mientras que el V10 del M5 E60 desarrollaba 507 CV y 520 Nm, lo que podría comprometer la fiabilidad del cambio manual adoptado por este 858 CSL.
Este BMW 850 es otra locura de la Semana del Motor de Monterrey
Presentado en el evento Legends of the Autobahn, en el transcurso de la Semana del Motor de Monterrey (California, EE. UU.), el BMW 858 emplea en realidad un BMW 850i como vehículo base donante, y parece ser que, no contentos con los 507 CV del V10 atmosférico incorporado, los responsables de este restomod han instalado un compresor, si bien no hay datos sobre la potencia conseguida con esta modificación, que se nos antoja bastante compleja en un motor pensado para girar a elevadas revoluciones y subir de vueltas con velocidad, algo no siempre sencillo cuando el cigüeñal debe “arrastrar” también el compresor.
Merece también la pena dedicar unas líneas al kit de carrocería de fibra de carbono, diseñado por el artista independiente Jonsibal y complementado con un interior completamente actualizado, como corresponde a cualquier restomod que se precie de serlo.
Las aletas ensanchadas inspiradas en las del BMW M3 E30 son todo un acierto y combinan bien con los parachoques rediseñados, aportando un carácter más deportivo al Serie 8. Por otra parte, los faros abatibles han sido reemplazados por rejillas de ventilación, mientras que el faldón delantero rememora inequívocamente el del icónico 3.0 CSL (E9), emulado repetidas veces por Alpina.
Hay también cambios importantes en la zaga, con llamativas colas de escape cuádruples y un precioso alerón integrado en la tapa del maletero. Las llantas de aleación están hechas a medida, y si nos fijamos más en detalle encontraremos guiños a otros modelos como el M3 CSL E46 o el prototipo Nazca C2.
En el interior se han introducido nuevos asientos tipo baquet y componentes de los actuales BMW M, incluidos el volante, el cuadro de instrumentos, los controles de climatización, el pomo de la palanca de cambios y el botón de arranque y parada del M5 E60. Además, el vehículo cuenta con la moderna pantalla de la interfaz de información y entretenimiento y el mando del iDrive en el túnel central, cuya implementación ha debido de ser una auténtica locura y hace que este BMW 858 CSL sea un auténtico cruce entre el pasado y el presente de BMW.