Bugatti es conocida por su enfoque hiperexclusivo en la fabricación de sus coches. La marca ha llevado el concepto de lujo y exceso a un nivel insospechado con su nuevo modelo, el Tourbillon. Con una producción limitada a solo 250 unidades, este hipercoche híbrido de 16 cilindros promete no solo deslumbrar en rendimiento, sino también en precio, alcanzando cifras increíbles que hacen que el lujo tradicional quede en un segundo plano.
Y no hablamos solo del precio de compra del coche, sino también de la factura de sus opciones que pueden elevar el precio final hasta el infinito. Porque aunque el Tourbillon ya es un coche de lujo por su precio base, las opciones personalizadas llevan la cifra hasta el asombro. Así se puede deducir al ver la filtración de una hoja de pedido que han publicado nuestros colegas de thesupercarblog.com. En ella se demuestra que es posible añadir hasta un millón de dólares en extras, lo que eleva el precio total del vehículo a la astronómica cifra de 5,56 millones de dólares (por encima de los 5,1 millones de euros).
Este precio tan elevado no es fruto de la casualidad, ya que el Tourbillon está diseñado para ser una obra maestra de la ingeniería automovilística, con características exclusivas y detalles que desafían los límites del lujo y de la tecnología y la exclusividad. Y cuando se está en esos límites no se escatima en detalles para sus clientes más exclusivos.
360.000 dólares por el exclusivo color de la carrocería
En concreto el Tourbillon que aparece configurado en esta hoja contaba con el paquete Equipe Pur Sang, una opción que cuesta nada menos que 240.000 dólares (222.000 euros). Este paquete incluye ocho tubos de escape, así como una carrocería aerodinámica mejorada, que no solo mejora el rendimiento del coche, sino que también lo hace aún más espectacular visualmente. Pero no es este el precio ni el equipamiento más sorprendente.
Aquí habría que hablar del acabado exterior en carbono color bermellón mate y rojo mate, que eleva el precio del coche en nada menos que 360.000 dólares (333.000 euros). Para poner esto en perspectiva, ¡esta pintura por sí sola cuesta más que el precio base de un Ferrari 296 nuevo en Estados Unidos, donde tiene un precio que comienza en alrededor de 347.000 dólares (321.000 euros).
Además de la pintura exclusiva, el Tourbillon ofrece varias opciones que, aunque pueden parecer menores, contribuyen a aumentar el coste de forma considerable. Entre ellas se encuentran:
- Techo Sky View con paneles de cristal, que cuestan 75.000 dólares (69.000 euros)
- Inserciones de rejilla de malla «Performance Noir» por 25.000 dólares (23.000 euros).
- Revestimiento de escape negro por 15.000 dólares (14.000 euros).
- Llantas bitono por 20.000 dólares (18.500 euros)
- Logotipo en el alerón trasero por 15.000 dólares, (14.000 euros).
- Un paquete interior de fibra de carbono por 15.000 dólares adicionales (14.000 euros).
- Mejoras en el cuadro de instrumentos con detalles en oro rosa por 65.000 dólares (60.000 euros).
Además, el logotipo del elefante cosido en los reposacabezas añade 10.000 dólares (9.200 euros) al precio final del vehículo, mientras que un juego de maletas personalizadas también se incluye por 36.000 dólares (33.000 euros).
El Bugatti Tourbillon es, sin lugar a dudas, un símbolo del exceso y la exclusividad, dirigido a los compradores más exigentes del mundo que no temen gastar cifras astronómicas por un vehículo que no solo ofrece potencia y velocidad, sino una experiencia única de personalización y lujo sin igual. Se puede decir, sin mucho temor a equivocarse, que este será el modelo ‘de serie’ más exclusivo del mundo…