El Bugatti Type 35 es un símbolo en la historia del automovilismo que, hace exactamente 100 años fue presentado por primera vez el 3 de agosto de 1924, en un evento que marcó el inicio de una leyenda que continúa influyendo en el diseño de los actuales hypercar de la marca de Molsheim.
La presentación del Bugatti Type 35 tuvo lugar en el Grand Prix de Lyon, donde cinco ejemplares tomaron la línea de salida. Con uno de ellos reservado para la prensa, la belleza y la elegancia del vehículo fueron inmediatamente reconocidas; aunque a la hora de la verdad lo que empezó como un debut estético pronto se transformó en una historia de victorias legendarias y un profundo impacto en la industria automovilística.
Entre los años 1922 y 1925, el ámbito de las carreras estuvo condicionado por reglas restrictivas que exigían a los vehículos competir con motores de no más de 2 litros de cilindrada y un peso mínimo de 650 kilos. Además, los coches debían tener un ancho mínimo de 80 centímetros para permitir que se pudieran ubicar en el interior mecánicos como pasajeros. Estas regulaciones impulsaron una revolución tecnológica al desafiar a los fabricantes a trabajar en la eficiencia y potencia de sus motores. Y ahí el Bugatti Type 35 se convirtió rápidamente en un referente en la competición.
Victoria del Bugatti Type 35 en su primera carrera
La carrera de Lyon-Givors donde se presentó el nuevo coche de carreras de Bugatti atrajo a más de 100.000 espectadores. Era una competición que se desarrollaba durante más de más de 800 kilómetros en 35 vueltas. Eso significaba que no era solo una prueba de velocidad, sino también de fiabilidad y resistencia. Para estar seguros de que los coches estaban listos para este desafío Ettore Bugatti, con su meticulosa atención al detalle, exigió que los Type 35 viajara desde la fábrica en Molsheim hasta la carrera en Lyon y de vuelta, un trayecto de alrededor de cinco horas.
Aunque el viaje por carretera se realizó sin problemas, los desafíos comenzaron en la carrera. Un defecto en los neumáticos vulcanizados hizo que muchos coches tuvieran que retirarse. Pese a esas complicaciones, una de las cinco unidades del Bugatti Type 35 logró el mejor tiempo de la carrera; lo que ponía en lo más alto la capacidad competitiva del Type 35.
A partir de aqui comenzó la leyenda automovilística de Bugatti. La experiencia en la carrera de Lyon permitió a Ettore Bugatti identificar las debilidades del Type 35, y solucionarlas con ajustes y mejoras. Una estrategia de mejora continua se mantuvo durante los seis años de producción del modelo, con la que se consiguió que el coche alcanzara la cifra de 2.500 victorias en diversas competiciones, incluyendo pruebas en carretera, rallies, pruebas de velocidad y ascensos en montaña.
El récord inolvidable en la Targa Florio
Paradigmático es el caso de la Targa Florio en Italia, donde el Bugatti Type 35 brilló con luz propia, logrando cinco victorias consecutivas entre 1925 y 1929. Este récord se mantuvo hasta 1977 y es considerado uno de los mayores logros en la historia del automovilismo. Tanto que aún hoy se celebra en eventos como el International Bugatti Meeting 2024 celebrado en Sicilia el pasado mes de mayo.
El impacto del Bugatti Type 35 trascendió su época, inspirando a posteriores generaciones de fabricantes a desarrollar coches de carreras más rápidos y eficientes. Desde su nacimiento, este modelo ha sido un símbolo de ingeniería y elegancia, impulsando innovaciones como las variantes sobrealimentadas del Type 35. Y dando pie a los nuevos modelos de la marca, que siguen brillando por alargando la huella imborrable de este auténtico precursor.
De hecho, modelos actuales, como el Bolide o el Mistral, un descapotable de alta agilidad, se inspiran en los principios de diseño y rendimiento del Type 35. La influencia del modelo se extiende también al Tourbillon, que es el Bugatti más avanzado de la historia… y un digno sucesor de este Type 35 que, en su momento, también fue el modelo más vanguardista de la marca creada por Ettore Bugatti.
