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El MGB GT V8 cumple 50 años y se reencarna en el MG4 XPower… o eso dicen

El MGB GT V8 es el canto del cisne de la saga MGB y, de alguna manera, un vehículo injustamente olvidado. De hecho, cuando se subastan es raro que superen los 20.000 euros. Con motivo del cincuentenario de su lanzamiento, MG ha aprovechado para recordarnos la efeméride asociando esta prestacional versión del deportivo británico con el último lanzamiento de la marca recuperada por el fabricante chino Geely.

Comencemos por poner en contexto el vehículo. El MGB “estándar” nace en 1963 y se mantiene en producción hasta 1980, viviendo a lo largo de este tiempo el cambio de propietario de la marca de British Motor Corporation a British Leyland. Curiosamente y ya bajo la dirección del Grupo Rover, el MGB renace en 1992 con una carrocería reestilizada, si bien se trataba de un vehículo obsoleto que tuvo una limitada difusión.

Se trata, en cualquier caso, de un deportivo compacto (entre 3,89 y 4,02 metros, en función del diseño de sus parachoques) nacido como roadster que en 1965 recibió una variante de carrocería cerrada, dibujada por Pininfarina y denominada GT. Su diseño era bastante rompedor, ya que quedaba a medio camino entre el de los modernos hatchback (con la luneta integrada en el portón) y el de los tradicionales coupés y, de hecho, su influencia fue decisiva para la popularización de los compactos del segmento B a partir de los años 70.

MGB GT V8 5 Motor16

Tanto en versión descapotable como GT, contaba con un motor de cuatro cilindros y 1,8 litros que desarrollaba 96 CV y 150 Nm, cifras hoy modestas pero razonablemente buenas para que en la época pudiera considerarse un pequeño deportivo.

Sobre esta base, en 1969 se creó el MGC, con motor 2.9 de seis cilindros que ofrecía 145 CV. Refuerzos en el chasis, un capó abultado que permitía albergar el más voluminoso motor, frenos mejorados, llantas de 15” y ajustes tanto en la dirección como en la suspensión pretendían ofrecer un verdadero deportivo, pero seguía quedándose corto, y la prensa de la época criticó la pérdida de agilidad que suponía el incremento de peso del motor hexacilíndrico. Su fama y su elevado precio hicieron que apenas se mantuviera un par de años en producción.

1973: Nace el MGB GT V8

La solución llegaría en 1973 con el nacimiento del MGB GT V8, propulsado por el motor Rover V8 de 3,5 litros, que estaba fabricado en aluminio. Desarrollado en realidad por la americana Buick, se trataba de un motor bastante moderno y ligero para la época, y aunque el rendimiento nunca fue su fuerte, sus 138 CV y 262 Nm servían para dotar al MGB de un notable dinamismo con un propulsor que era 20 kilos más ligero que el 1.8 tetracilíndrico, fabricado en fundición de hierro.

Con este motor, el MGB GT V8 superaba los 200 km/h y rondaba los 8 segundos en el paso de cero a 100 km/h, cifras que aún hoy son interesantes y que hace 50 años eran ya dignas de un pequeño deportivo.

Estuvo en producción hasta 1976 y no se fabricó en serie en versión de volante en el lado izquierdo, lo que hace aún más raro que podamos ver un ejemplar de este modelo en nuestras carreteras. Sí que hubo un número muy limitado de unidades producidas artesanalmente con el volante en el lado “correcto”, por lo que un MGB GT V8 con esta configuración está considerado como un auténtico unicornio.

MGB GT V8 4 Motor16

1992: el resucitado MG RV8

Como comentábamos, en la época en la que el Grupo Rover era propietario de MG se lanzó una serie de menos de 2.000 unidades del renacido MGB, todas ellas con motor V8. Y aunque el vehículo conservaba la estampación del modelo original, la “modernización” llevada a cabo en su carrocería no fue especialmente afortunada.

No obstante, este vehículo (denominado MG RV8) no está exento de atractivos. De entrada, es uno de esos contados casos de reanudación de la producción de un clásico años después de haberse dejado de fabricar, que introducía algunas mejoras propias de su época.

Así, el motor Rover V8 3.9 entregaba ya 190 CV, y su aceleración de cero a 100 km/h estaba en el entorno de los 6 segundos, lo que ya supone hablar de prestaciones más que interesantes. Además, se montó un diferencial de deslizamiento limitado, si bien se conservaron algunos anacronismos como el eje trasero con ballestas y frenos de tambor.

Curiosamente, la inmensa mayoría de los MG RV8 se vendió en Japón, país que comparte con Reino Unido el gusto por los roadsters compactos. Además, su comercialización se limitó nuevamente a mercados en los que se circula por la izquierda de la calzada, ya que no se desarrolló una versión con el volante a la izquierda, motivo por el que este vehículo nunca llegó oficialmente a España.

Así que con toda esta historia, MG ha lanzado una nota de prensa estableciendo un paralelismo entre el MGB GT V8 y el MG4 XPower, ya que ambos son las versiones más potentes y deportivas de sus respectivos modelos.

No obstante, nos ha parecido mucho más interesante contarte la historia del modelo original, fabricado en Abingdon (y posteriormente en Longbridge) en lugar de hablar de las similitudes y diferencias del icónico deportivo compacto británico de los años 60 y la prestacional versión del vehículo eléctrico fabricado en Ningdé, una ciudad de la costera provincia de Fujian, en la República Popular de China.