La generación 992.2 del Porsche 911 ya tiene ganado un hueco destacado en la historia del mítico deportivo. Tal y como os adelantamos hace unas semanas, esta renovación trae consigo la incorporación de la hibridación. Pero no te eches las manos a la cabeza todavía: por el momento, este sistema sólo se aplicará en la versión GTS, si bien en un futuro se extenderá a otros modelos de la gama.
Antes de entrar en materia, repasemos qué otras novedades trae el 911 2024. Desde el punto de vista estético, Porsche ha optimizado el diseño exterior no sólo pensando en refrescar su imagen, sino también con el objetivo de mejorar la aerodinámica y, por ende, las prestaciones. Además, por primera vez, Porsche integra todas las funciones de iluminación en los faros Matrix LED del 911, que ahora forman parte del equipamiento de serie. Esto hace posible omitir las luces de conducción delanteras y crea espacio para rejillas de ventilación más grandes en la parte delantera, junto con otras modificaciones en el paragolpes delantero.
En los modelos 911 Carrera GTS, el frontal tiene cinco trampillas de aire de refrigeración activas dispuestas verticalmente, visibles desde el exterior, y otra trampilla oculta a cada lado. Por primera vez en el 911, estos se complementan con difusores delanteros adaptativos en los bajos, que se controlan junto con las trampillas de aire de refrigeración. Estos elementos dirigen el flujo de aire según sea necesario: cuando los requisitos de potencia son mínimos, las aletas se cierran para optimizar la aerodinámica. Cuando la demanda de energía es alta (por ejemplo, en circuito), estas dirigen grandes cantidades de aire a los radiadores.
Detrás, se han modificado tanto la franja lumínica trasera como la grafía ‘Porsche’ que se ubica en su parte inferior. Una parrilla trasera rediseñada con cinco aletas por lado se conecta a la ventana trasera para formar una unidad gráfica que se desvanece en el alerón retráctil debajo. La matrícula está situada más arriba y el paragolpes trasero también ha sido reestructurado. Los sistemas de escape específicos del modelo están integrados en las aletas del difusor. Como en el anterior modelo y la generación precedente (991), se va a ofrecer un kit aerodinámico opcional SportDesign con un exclusivo alerón delantero, paneles laterales a juego y un alerón trasero fijo más ligero.
En el habitáculo, la principal novedad radica en una configuración biplaza de serie para la carrocería Coupé, que puede pasar a ser 2+2 sin coste adicional. En el puesto de conducción, Porsche combina el ADN de diseño familiar del 911 con tecnología moderna: el concepto de control Porsche Driver Experience se centra en el eje del conductor y en un manejo intuitivo y más rápido. Los elementos de control esenciales se han dispuesto directamente sobre el volante o alrededor de él; entre ellos se incluyen el interruptor de modo de conducción de serie, la palanca de asistencia al conductor revisada y, por primera vez en el 911, un botón de arranque, naturalmente a la izquierda del volante.
También como primicia, el 911 dispone de un cuadro de instrumentos totalmente digital compuesto por una pantalla curva de 12,6 pulgadas con grandes posibilidades de personalización: ofrece hasta siete vistas, incluida una pantalla clásica exclusiva inspirada en el diseño tradicional de esfera Porsche de cinco tubos con un tacómetro central.
La hibridación llega, de momento, al 911 Carrera GTS
Desde el punto de vista mecánico, la marca de Stuttgart únicamente ha ofrecido datos de la versión de acceso, el 911 Carrera, y del Carrera GTS. El primero ve aumentada su potencia hasta los 394 CV (antes 385 CV), gracias entre otros motivos a que su bloque 3.0 bóxer biturbo añade los sobrealimentadores del anterior GTS y el intercooler del 911 Turbo. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos (3,9 segundos con el paquete Sport Chrono) y alcanza una velocidad máxima de 294 km/h; en comparación con su predecesor, esto representa una mejora de 0,1 segundos y 1 km/h, respectivamente.
Capítulo aparte merece en nuevo 911 Carrera GTS, disponible con tres carrocerías (Coupé, Cabriolet y Targa). Está equipado con un nuevo sistema híbrido (denominado T-Hybrid) que combina un nuevo bloque de 3.6 litros dotado de un único turbocompresor accionado por una unidad eléctrica ubicada entre el compresor y la rueda de la turbina; además, este dispositivo también actúa como generador, proporcionando hasta 15 CV. Este turbocompresor eléctrico sin válvula de descarga permite el uso de un solo turbocompresor en lugar de los dos anteriores, lo que garantiza una entrega de potencia más dinámica y con mayor capacidad de respuesta.
El sistema se completa con un motor síncrono de imanes permanentes integrado en la transmisión de doble embrague (PDK) de ocho velocidades. Este apoya al motor bóxer con un par motor adicional de hasta 150 Nm y proporciona un aumento de potencia de hasta 54 CV. Porsche combina ambos motores eléctricos con una batería de alto voltaje, ligera y compacta, equiparable por tamaño y peso a un acumulador de arranque convencional de 12 voltios. No obstante, es capaz de almacenar hasta 1,9 kWh de energía (bruta) y funciona con una tensión de 400 V.
El resultado es una potencia máxima de 541 CV, nada menos que 56 CV más que su antecesor, con un peso que únicamente ha aumentado en 50 kilogramos. De ahí que sus prestaciones se acerquen peligrosamente a las del 911 Turbo, cubriendo el 0-100 km/h en 3,0 segundos y alcanzando los 312 km/h de velocidad punta.
El nuevo Porsche 911 992.2 ya tiene precio: desde 149.302 euros, correspondientes al 911 Carrera Coupé de 394 CV. En cuanto al GTS, su tarifa parte desde los 198.102 euros.