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Un impecable Mercedes 300SL Gullwing busca nuevo dueño

No todos los días sale a la venta un Mercedes 300SL Gullwing o “alas de gaviota”, uno de los modelos más icónicos y deseados de la marca de la estrella, así que si el próximo día 25 de enero no tienes un plan mejor, puedes pasarte por el Westin Kierland Resort & Spa, en Scottsdale (Arizona, EE. UU.) y pujar por esta belleza.

Lo subasta Bonhams, y la casa británica espera obtener entre 1,4 y 1,6 millones de euros por él, un valor nada descabellado teniendo en cuenta que se trata de un vehículo cuyo precio se encuentra claramente al alza en los últimos años. De hecho, el Mercedes 300SL Gullwing del que se tiene constancia que haya sido vendido por un valor más alto fue subastado por Mecum en Kissimmee (EE. UU.) en 2022 por nada menos que 2.640.000 dólares (unos 2.411.000 euros). Pero, vayamos al lío.

El origen del Mercedes 300SL Gullwing

Este Mercedes 300SL Gullwing de 1956, con número de chasis 198.040.5500733 cuenta con motor y carrocería originales, con pintura exterior plata e interior en cuero rojo y tartán.

Aunque la historia del modelo es de sobra conocida, siempre es bueno recordar que el Mercedes 300SL Gullwing era el descendiente directo del W194, el prototipo de competición creado en 1952 para ganar las 24 Horas de Le Mans, carrera dominada en la época de la posguerra por Alfa Romeo, Ferrari y Lancia.

Parece ser que la idea de crear este icono del automovilismo deportivo partió del ingeniero jefe Fritz Nallinger, quien sugirió desarrollar un deportivo biplaza propulsado por el robusto motor SOHC de seis cilindros en línea de la lujosa serie 300 Adenauer. Dado que el motor y la transmisión eran relativamente pesados, había que hacer un esfuerzo por aligerar el resto del conjunto, por lo que se optó por desarrollar un chasis tubular.

Rudolf Uhlenhaut, director del departamento de pruebas de Mercedes, fue el responsable de crear este bastidor junto con el ingeniero Joseph Müller, y entre ambos lograron desarrollar una estructura rígida y ligera (menos de 180 kilos) capaz de albergar el motor seis en línea y su transmisión.

Pero nada es gratis, y este chasis tubular obligaba a renunciar a la parte inferior de las puertas y, por tanto, hacía necesario “ampliar” las puertas a la altura del techo: acababan de nacer las atemporales puertas tipo alas de gaviota del Mercedes 300SL Gullwing.

Las alas de gaviota pasan de la calle a la competición

La carrera en la que debutó el Mercedes 300SL Gullwing fue la Mille Miglia de 1952, donde Karl Kling terminó segundo detrás del Ferrari de Giovanni Bracco, mientras que Rudolf Caracciola, con otro Gullwing, fue cuarto. Poco después, los Gullwing arrasaron en el Gran Premio de Berna, donde coparon las tres primeras posiciones.

Pero el espaldarazo definitivo llegó con las 24 Horas de Le Mans, donde los Mercedes 300SL Gullwing acabaron en las dos primeras posiciones y fueron conducidos de regreso a la fábrica.

El éxito del vehículo en competición marcó una era, pero no había un modelo de calle equivalente. Se cuenta que fue Max Hoffman, el influyente importador de Porsche y Mercedes en Nueva York, quien propuso a Mercedes que construyera un deportivo de producción basado en el 300SL de carreras. Recordemos que Hoffman es también quien pidió a Porsche que diseñara un emblema para sus modelos.

El Mercedes 300SL Gullwing en su forma definitiva se presentó en el Salón Internacional de Deportes de Motor de Nueva York a principios de febrero de 1954, y la producción real comenzó ese otoño. El nuevo cupé tenía un aspecto claramente más refinado que el de los prototipos de competición, y presentaba la nueva y revolucionaria inyección de combustible de Bosch. Esto llevó a la fábrica a afirmar que era “el automóvil deportivo de producción alemán más rápido”.

Entre 1954 y 1957 se entregaron un total de 1.400 Mercedes 300SL Gullwing a compradores ávidos de hacerse con este vehículo, y en 1957 apareció el elegante y mejorado 300SL Roadster, del que se produjeron nada menos que 1.858 unidades.

Mercedes 300SL Gullwing 65 Motor16

Así es esta unidad del Mercedes 300SL Gullwing

Encargada como pedido especial a fábrica en septiembre de 1955, esta unidad del Mercedes 300SL Gullwing fue vendida precisamente por Max Hoffman en Nueva York y ha tenido muy pocos dueños desde entonces. De hecho, esta es la primera vez que sale a la venta en subasta.

El tapizado de cuero y tartán ha sido restaurado, si bien se conservan el volante y la palanca de cambios originales de color marfil y una preciosa radio de época Blaupunkt. Además, todos los mandos y la instrumentación lucen un excelente aspecto y funcionan adecuadamente.

Lo mismo ocurre con el superlativo motor de seis cilindros en línea y 2.996 cm3, que fue completamente reconstruido en 2007 por el especialista Steve Marx, de Marx Mercedes Service, junto con la caja de cambios, el embrague, los frenos y varios casquillos.

Así que si quieres hacerte con este ejemplar, ya sabes dónde se subasta y la estimación del precio que puede llegar a alcanzar. Y si te da pereza viajar hasta EE. UU. para hacerte con él, no te preocupes: el próximo 2 de febrero Artcurial subastará una nueva unidad del Mercedes 300SL Gullwing en el Rétromobile de París, lo que nos dará (quizá) una perfecta excusas para volver a hablar de este legendario deportivo alemán.