Justo antes de comenzar las 24 Horas de Daytona, los dos equipos que representan a Cadillac en el campeonato IMSA americano comunicaban que habían solicitado su inscripción para las 24 Horas de Le Mans. De ser aceptada, el fabricante americano podría tener cuatro coches en la próxima edición de la cita francesa.
La noticia confirma cómo el mundo de la resistencia ya vive esa pronosticada edad de oro bajo el reglamento que une las dos míticas carreras. Las recientes 24 Horas de Daytona y la potente inscripción de fabricantes oficiales y pilotos así lo atestiguan.
La reciente edición celebrada este fin de semana terminó con la segunda victoria consecutiva de Porsche, marca que también lograba el título de Pilotos en el Mundial de Resistencia de 2024, y a punto estuvo de lograr el de Constructores, que tenía en la mano a pocas vueltas del final. El mejor ejemplo de que se puede competir y ganar en los dos mundos de la resistencia.
Prueba de la gran competitividad que reina ahora en el IMSA americano en esta nueva etapa es que cuatro fabricantes diferentes de los cinco presentes (Porsche, Acura, BMW y Cadillac) terminaron en las cinco primeras posiciones. Y Ford, Corvette y BMW lucharon por la victoria hasta el final en la categoría GTD Pro, destinada a los grandes turismos. En total, once fabricantes distintos compitieron el en la cita americana.
Un ejemplo del éxito de la resistencia
Las 24 Horas de Daytona es una suerte de Le Mans a la americana. Su fundador, Bill France, quiso decidió ampliar la prueba desde las tres horas iniciales de 1962 a un día completo en 1966, para así equipararla a la cita francesa y darle renombre internacional. Es, además, la carrera en circuito con más horas de conducción nocturna al celebrarse en invierno y que, a pesar de su larga duración, suele estar abierta hasta sus instantes finales, como también ha confirmado la presente edición.
Volviendo al caso antes mencionado de Cadillac, Wayne Taylor Racing es uno de los equipos más importantes de Estados Unidos. Hasta el año pasado defendía los colores de Acura, la división de Honda, uno de los fabricantes presentes en el IMSA americano. Pues bien, Taylor decidió dejar Acura para pasarse a Cadillac porque así podría aspirar a competir en las 24 Horas de Le Mans. Acura se lo está pensando con calma.
Que un mismo fabricante pueda participar en las dos carreras míticas y en ambos campeonatos está en el germen del éxito que está viviendo las 24 Horas de Daytona gracias al histórico consenso alcanzado entre el ACO y la FIA y el IMSA americano por otro que permite compartir la misma normativa.
Una extraordinaria nómina de pilotos
El incremento de fabricantes oficiales en la resistencia también se percibe en Daytona. No solo se trata de las marcas. Nada menos que 14 ex pilotos de Fórmula 1 y una amplia nómina de participantes del Mundial de Resistencia, oficiales de Toyota, Ferrari o Cadillac, se dieron cita en la carrera americana, además de los pilotos locales habituales.
En la presente edición también participaron pilotos del IndyCar americano, entre ellos el campeón de 2024, el español Alex Palou. Además de varios de la Fórmula E, también participaba su campeón en vigor E, el alemán Pascal Wherlein, así como el segundo piloto de Porsche, el portugués Antonio Félix Da Costa.
Prototipos para todas las carreras
La categoría principal del IMSA se conoce como GTP, pero sus vehículos son los prototipos LMDh del Mundial de Resistencia y las 24 Horas de Le Mans, este último además con una segunda categoría, Hypercar, con normas para igualar las prestaciones de ambas.
En la LMDh, cada marca elige en chasis de entre cuatro especialistas homologados con un sistema híbrido homologado para todas. A partir de aquí, la carrocería, motorización y software de gestión es personalizado por cada fabricante. Tanto por imagen (véase, por ejemplo, los prototipos de BMW) como por rendimiento de motor, los fabricantes cuentan así con un margen de especialización y diferenciación.
En la reciente edición participaron Porsche (con cuatro coches) Cadillac (3), Acura (2), BMW (2) Lamborghini (1). En el próximo horizonte, la llegada de Aston Martin y de Genesis, la marca de Hyundai. Ferrari estudia que su Hypercar (la categoría que comparte parrillas con la de LMDh) compita en Estados Unidos en los próximos años.
Sin olvidar la segunda categoría de grandes turismos, también equivalente en Estados Unidos y el WEC y Le Mans. En Daytona compiten como GTD Pro para pilotos profesionales. En el WEC y la carrera francesa lo hacen como LeMansGT3, con una mezcla de pilotos de distintas categorías. Y también con espectacular presencia de fabricantes.
Las 24 Horas de Daytona, como siempre
Como suele ser habitual en la prueba, la victoria estuvo abierta y disputada hasta los compases finales, gracias a la costumbre de sus responsables de sacar banderas amarillas y coches de seguridad al menor problema y a diestro y siniestro, lo que mantiene abierta las opciones hasta de quienes han perdido vuelta en algunos compases de la carrera.
Felipe Nasr, Nick Tandy y Laurens Vanthoor ganaron para Porsche Penske tras superar al otro Porsche de Matt Campbell cuando faltaban solo 22 minutos de terminar la carrera. En GTDPro, el Ford Mustang GT3 de Dannis Olsen, Frederic Vervisch y Christopher Mies lograba el triunfo cuando el BMW M4 GT3 de Kelvin van der Linde, líder la carrera, hacía un trompo en las últimas vueltas al tocarse con el Corvette Z06 Alexander Sims, la montura de los españoles Antonio García y Dani Juncadella, que terminaban en segundo puesto.
Otro rasgo distintivo de las 24 Horas de Daytona es el famoso Rolex personalizado que se llevan los triunfadores de las diferentes categorías. Solo dos segundos separaron a los españoles del mítico reloj.
