Dos veces campeón del mundo, 32 victorias, 106 podios, 22 poles, 26 vueltas rápidas y 2.329 puntos. Ha completado 72750 vueltas, y ha estado presente en el 36 por ciento de los grandes premios de Fórmula 1 desde 1950. En el Gran Premio de México, Fernando Alonso cumple 400 grandes premios, récord absoluto en la historia. “No estoy buscando los próximos 400, porque nunca ocurrirá, pero al menos 40 o 50 más en los dos próximos años…” asegura el español.
Fernando Alonso es el gran protagonista individual de este gran premio, aunque se mantenga en alta intensidad la lucha por los títulos y los aspirantes a ambos. La cita mexicana visibiliza la dimensión de una figura única en la historia de este deporte, todavía en activo con 43 años y una motivación insólita para quien no lograr ganar desde 2013 y no cuenta con un monoplaza suficientemente competitivo para aspirar a la victoria.
El asturiano comenzaba el fin de semana mexicano ausente de la rueda de prensa oficial por una indisposición que no obstaculizará, se espera, su participación en un evento único. “Saber que nadie alcanzó ese número en el pasado, tal vez alguien lo haga en el futuro, pero no muchos, digamos un grupo de cinco o 10 como máximo, simplemente demuestra mi amor por las carreras, por la F1, lo mucho que disfruto este estilo de vida, el automovilismo en general” explicaba Fernando Alonso antes de comenzar la cita azteca.
Norris se ha frenado
La Fórmula 1 llega sin solución de continuidad desde Austin al Hermanos Rodríguez, etapa intermedia del primer triplete que terminará en Sao Paulo. Cinco carreras faltan para terminar el campeonato, y aunque Max Verstappen daba un frenazo en seco a Lando Norris (cuatro carreras seguidas recortando diferencias), las opciones se mantienen abiertas.
Verstappen llega al Gran Premio de México con 57 puntos de ventaja sobre el británico y 79 sobre Charles Leclerc. Restan 141 puntos en juego con las cinco carreras y dos pruebas sprint, y las oportunidades se reducen para Norris, ya que Leclerc no cuenta con posibilidades reales. Necesitaría tres victorias y tres abandonos del holandés para igualar cuentas.
En el caso de Norris, la resurrección de Red Bull recorta la dinámica reciente de reducir diferencias. A partir de Austin debería superar en 11.4 puntos por carrera para superar a su rival, al margen del mayor número de victorias de Verstappen en caso de empate. Sin embargo, pocas veces el británico ha logrado esa diferencia en 2024, y el holandés solo ha abandonado una vez en toda la temporada, y por avería mecánica. En el Hermanos Rodríguez, Norris necesitaría otro abandono de su rival y una nueva victoria.
Ferrari puede ser campeón
Tema distinto es la pugna de Constructores, a la que se suma Ferrari tras su doblete en Austin. McLaren cuenta con 544 puntos, 40 de ventaja sobre Red Bull y 44 sobre Ferrari. Quedan 235 puntos en estas cinco carreras (suman los dos coches, con un máximo de 43 por gran premio para cada equipo, es decir, 215 totales) y 30 por las dos carreras esprint aún pendientes (15 para cada equipo por el doblete), incluso el equipo italiano podría lograr el título de mantener el nivel de rendimiento de Austin, aunque no se logra un doblete todos los días.
McLaren es el equipo más consistente desde la victoria de Norris en Miami, el de mayor bagaje de puntuación desde el pasado GP de Holanda: 249 puntos por 197 de Ferrari y 131 de Red Bull. Aquí los márgenes para recuperar son menores, ya que el equipo italiano debe recortar 8,8 puntos por fin de semana por 8 de Red Bull. Sin embargo, la tendencia del equipo austríaco -sobre todo por el rendimiento de Sergio Pérez- dificulta incluso la segunda posición al terminar el campeonato.
De aquí el especial papel y responsabilidad del mexicano ante los suyos, en momentos en los que se rumorea que el próximo año podría ser sustituido por Liam Lawson, cuyo puesto ocuparía el argentino Franco Colapinto. Será una carrera decisiva para Pérez.
Un circuito distinto
El Hermanos Rodríguez y sus singularidades alienta más si cabe la incertidumbre de las últimas carreras, en un certamen donde ningún monoplaza puede ampararse en el rendimiento de circuitos anteriores. Sus 2.200 metros de altura arrojan desafíos totalmente distintos al resto del calendario, ya que la altitud debilita la carga aerodinámica de los monoplazas debido a la menor densidad del aire, un 30 por ciento menor que en el nivel del mar.
“En México, donde correremos en altura y enfrentaremos un desafío muy diferente al que enfrentamos este fin de semana. No significa que si eres rápido en Austin también lo serás en México” avisaba Fred Vasseur tras la victoria de su equipo el pasado fin de semana.
Los monoplazas tienen que ‘abrirse’ a una mayor refrigeración ante el menor caudal de aire que entra por las distintas tomas de aire, lo que requiere modificaciones aerodinámicas para mejorarla. También sufren los motores, que debe funcionar con una muy diferente especificación para alimentar el turbo. La baja densidad afecta a la resistencia al avance del monoplaza, con lo que el rendimiento aerodinámico de cada monoplaza puede variar en el Hermanos Rodríguez.
Para Fernando Alonso, como en Monza, como en Mónaco
“Para el coche es una carrera muy dura, particularmente por la refrigeración para el motor, para los frenos, va a ser el tema este fin de semana, y el bajo agarre es similar a Monza, los neumáticos derrapan más, pero aquí vamos con la máxima carga y tenemos el mismo agarre que en Monza, es algo extraño, es un reto distinto” explicaba Charles Leclerc en la rueda de prensa.
“En el coche, el aire más fino implica que la resistencia se reduce considerablemente, por lo que alcanzamos velocidades más altas en las rectas, pero utilizamos alerones de tamaño similar a los que usaríamos en Mónaco porque también hay mucha menos carga aerodinámica», explica Fernando Alonso.
«La unidad de potencia trabaja más porque hay menos oxígeno disponible para absorber y también pasa menos aire a través de los radiadores, las entradas de aire y los conductos, lo que da como resultado una refrigeración reducida, los elementos se calientan más o requieren conductos mucho más grandes para poder enfriarse», explica Fernando Alonso. No estaría mal un buen regalo para su singular hito deportivo. Aunque no parece que Aston Martin esté para fiestas en estos tiempos, por muy leyenda que sea Fernando Alonso, su piloto.