Finalmente, la rumorología se hizo realidad. Mattia Binotto, responsable de Ferrari
desde 2019 ha dimitido. O le han dimitido que, aunque parece lo mismo, no lo es.
La Scuderia ha vuelto por sus fueros, ya que desde 2014 hasta comienzos de 2023
habrá contado con cinco jefes de equipo cuando la cúpula de la marca decida quién
será el sustituto del ingeniero suizo, porque hasta final de año no parece que habrá
fumata blanca.
«Con el pesar que esto conlleva, he decidido concluir mi colaboración con Ferrari.
Me voy de una empresa que amo, de la que formo parte desde hace 28 años, con la
serenidad que me da el convencimiento de que me he esforzado al máximo para
lograr los objetivos marcados. Dejo un equipo unido y en crecimiento. Un equipo
fuerte, listo, estoy seguro, para lograr los más altos objetivos, al que deseo todo lo
mejor para el futuro». Las palabras de Mattia Binotto en su comunicado de
despedida, aunque responden a la etiqueta institucional, no ocultan su decepción y
tristeza al dejar la empresa en la que ha trabajado toda su vida hasta llegar a la
dirección. Una responsabilidad inusual para un técnico, que no ha podido cuajar
ante los obstáculos de este último año como para sentirse respaldado en su
continuidad.
Tras graduarse en 1994 en Ingeniería Mecánica en la Politécnica de Lausana, entró
en Ferrari al año siguiente, y hasta el martes, 29 de noviembre. Desde ingeniero del
equipo de pruebas a dirigir la vertiente deportiva de la marca. No extraña la
vocación hacia su equipo de toda la vida (“con el pesar que esto conlleva”), ya que
desde una función secundaria ha liderado la Scuderia. Formó parte del equipo de
carreras, primero como ingeniero luego como responsable de operaciones en pista y luego integrante del Departamento de Motores a partir de 2007, que dirigiría hasta 2013. En 2016 se convertía en Director Técnico de Ferrari y en 2019 pasaba aconvertirs e en el director ejecutivo de la Gestione Sportiva y el equipo de Fórmula 1.
28 años ha formado parte de Ferrari Mattia Binotto
Sergio Marchionne, el anterior responsable del Grupo (ahora Stellantis), nombró a
Binotto como sustituto de Mauricio Arrivabene. El ingeniero suizo recibió un
equipo desnortado tras las derrotas frente a Mercedes (sobre todo en 2017 y 2018)
con Sebastian Vettel como líder. Ferrari seguía enredándose con sus diablos
internos, cambiando responsables de equipo como si de entrenadores de fútbol se
tratara en el afán de buscar soluciones rápidas. Supuestamente, la gestión de
Binotto pretendía aplacar los males endémicos de Ferrari: la impaciencia, las
pugnas internas, el narcisismo de sus responsables, factores casi endémicos que
destrozaban la necesaria estabilidad necesaria para ganar en la Fórmula 1.
Uno de los primeros objetivos de Binotto fue cambiar la cultura interna de
Maranello. Nada de pánico ante la adversidad, ni la de hacer caer cabezas ante los
errores, para erradicar esa cultura de la culpa tan engranada en Maranello y que las organizaciones anglosajonas tan eficazmente saben implementar. Sin embargo, en el debe de Binotto han debido pesar algunos errores que a tenor del rendimiento
en 2022 se han valorado en perspectiva.
Scuderia Ferrari comenzó a ganar en su primer año con Binotto. Pero el rendimiento de su
propulsor fue denunciado por sus rivales. El equipo italiano alcanzó un acuerdo
secreto con la FIA que no trascendió, pero que significó que su unidad motora fue
totalmente ‘desinflada’ para 2020. Un año totalmente perdido, Ferrari terminó
sexto en el campeonato, y la pandemia y sus consecuencias terminaron por
sentenciar de forma dramática aquella temporada. El equipo italiano remontó el
vuelo en 2021 y terminó tercero en el campeonato. Binotto lo repitió por activa y
pasiva: el objetivo en 2022 era volver a ganar y luchar por el campeonato. Ferrari
terminó segundo y Leclerc subcampeón, su equipo con cuatro victorias. Entonces
¿Por qué la salida de Binotto?
Mattia Binotto llegó para revolucionar Ferrari
Christian Horner sigue dirigiendo Red Bull desde 2005, aunque el equipo austríaco
ha perdido campeonatos más que los ha ganado. Desde 2014, Stefano Domenicali,
Marco Mattiaci, Mauricio Arrivabene y Mattia Binotto han dirigido Ferrari. Al
margen del ADN de sabotaje interno que acompaña tradicionalmente a Ferrari, al
ingeniero suizo le habrían pasado factura los antecedentes comentados desde 2019 y, paradójicamente, la gestión de la mejor temporada desde 2014 para el equipo italiano.
El F1 75 arrancó como el mejor monoplaza de la parrilla, pero se fue desinflando a
medida que avanzaba la temporada. Red Bull imprimió una extraordinaria curva
ascendente de evolución a su RB18. Quizás, en el futuro se sabrá, Ferrari no ha
sabido o podido gestionar el límite presupuestario y sus condicionantes como sus
rivales. Por el camino, las expectativas optimistas iniciales se truncaron en medio
de problemas de fiabilidad (Montmeló, Bakú, Austria) y de gestión operativa en
pista (Mónaco, Silverstone). Tanto Leclerc como Sainz cometieron errores, cada
uno en distintos momentos de la temporada. Hubo momentos en que Ferrari corrió
el peligro de ser superado finalmente por Mercedes. Ninguno de sus pilotos ganó
desde el Gran Premio de Austria, mientras que Mercedes, con un ‘botijo’, lograba el
doblete en México. En contra de Binotto, también la presión de algunos sectores
dentro del equipo y mediáticos que le reprochaban no subordinar a Carlos Sainz
frente a Charles Leclerc, algo a lo que siempre se negó el suizo.
¿Quién será el sustituto para Mattia Binotto?
El futuro 675 está puliendo las bases del F1-75 y sus puntos débiles, además del
impacto de la directiva técnica sobre el ‘porpoising’. Sus ingenieros parecen haber
resuelto para la próxima temporada los problemas de fiabilidad que obligaron a
reducir la potencia desde el verano. Ciertamente, será necesario pulir la
inconsistencia estratégica mostrada en 2022 pero, como las últimas carreras
demostraron, no se trataba solo del equipo italiano. Pero no será Mattia Binotto
quien coseche los frutos de su siembra. Hoy, Ferrari ha vuelto de nuevo a la casilla
de salida de 2014, 2017 y 2019 sin que el ingeniero italiano haya podido recoger
los frutos de su estrategia. No le dieron tiempo suficiente.
¿Quién será su sustituto? Ferrari no lo anunciaba al comunicar la dimisión. Pero
todos los rumores de las últimas semanas no iban desencaminados en cuanto a su
futuro. Y la alternativa propuesta era la de Frederic Vasseur, actual responsable de Alfa Romeo, y muy vinculado a Charles Leclerc. De confirmarse, Carlos Sainz tendrá motivos para elevar su listón en 2023. En Italia ya hacen campaña para insistir que
una de las soluciones para el futuro sea el liderazgo de Charles Leclerc. Pero que el
entrenador caiga no hará que los jugadores corran más.