“Si miras hacia atrás, hemos tenido cuatro años locos, me alegro de que todo haya salido bien para nosotros. Hemos tenido mucho drama. Es como si todo fuera increíble: ganas el primer campeonato y luego todo se va al infierno. Y, de repente, todo es incluso mejor que cuando empezó”, el resumen que hace Alex Palou de su trayectoria.
Con Fernando Alonso y Antonio García, Palou es ya el mejor palmarés del automovilismo español. Pero sus apabullantes cifras le están convirtiendo en una leyenda en Estados Unidos, porque sus estadísticas son ya propias de las grandes figuras del automovilismo norteamericano.
Cifras de fuera de serie
Alex Palou resumía en pocas palabras sus intensos últimos cuatro años en el IndyCar americano. En tres logró otros tantos títulos. En la única temporada que no ganaba -aparte de la de su debut- iba camino de otro título hasta que explotó el conflicto legal con el mismo equipo… de todos sus éxitos en el IndyCar. En la misma temporada en la que Palou cerró la puerta a la Fórmula 1. Al menos, de momento.
Con solo 27 años, solo cinco pilotos le superan en títulos: Dario Franchitti, Sebastien Bourdais y Mario Andretti con cuatro cada uno. Su compañero Scott Dixon tiene seis, con el mítico A.J. Foyt en lo más alto, con siete. Palou es el decimotercer piloto en la historia de IndyCar en ganar tres campeonatos, el séptimo que obtiene tres en cuatro años. El único que le supera en lograr sus tres títulos en menos tiempo es Bourdais, en solo cuatro años.
Los méritos de Palou se agrandan en un certamen de monoplaza idéntico para todos los equipos, a diferencia de la Fórmula 1, en la que el material marca las diferencias. En su quinta temporada en IndyCar, Palou ha acumulado un impresionante porcentaje de victorias, un 13,75% sobre el total de pruebas disputadas. Los únicos pilotos que le superan en la parrilla triplican o cuadruplican su experiencia: Scott Dixon (15,7% en 22 años), Will Power (13,95% después de 17 años) y Josef Newgarden (14,48% tras de 13 años).
“Click desde el principio”
En julio de 2019 Palou llegaba tímidamente con su casco al circuito de Mid Ohio .Uno de sus equipos japoneses de GT en los que competía, Goh, le ayudó a entrar en contacto con Dale Coyne Racing, donde corría el ex de Fórmula 1 y Red Bull, Sebastian Bourdais. Tal fue su rendimiento en los entrenamientos privados que el equipo eligió al piloto español frente al francés. Desde el principio, Palou hizo ‘click’ con los monoplazas americanos.
Porque su temporada de debut coincidió con la pandemia. El campeonato americano siguió adelante, pero con formatos reducidos y prácticamente sin entrenamientos privados. Palou llegó a los óvalos sin experiencia y se lanzó en paracaídas en circuitos que totalmente desconocidos. En sus primeras 500 Millas llegó a clasificarse entre los diez primeros de parrilla. No pasó desapercibido para Chip Ganassi. Empezaron esos “cuatro años locos”.
«Antes de su primera carrera, tuvimos esa típica charla: ‘Sabes, ahora estás pilotando para un gran equipo. No tienes que hacer nada heroico, simplemente haz lo mejor que puedas”, contaba Dario Franchitti, el último piloto que ha logrado tres títulos en cuatro años, y hoy coordinador de Chip Ganassi. Estas cosas se las dirías a un chaval que llega a un equipo como este. ¡Y luego fue esa primera carrera! Todos dijimos: ‘Está bien, este tipo es impresionante». Lo que sucedió a continuación lo confirmaba.
La bajada al infierno
Palou ganó el primer título de forma aplastante en su debut con Chip Ganassi. Iba camino en 2022 del segundo, pero llegó inesperadamente la tormenta. McLaren y la Fórmula 1 lanzaron sus cantos de sirena, y el catalán decidió probar fortuna. Empezaba el descenso a los infiernos. Un martes de julio Chip Ganassi, confirmaba que ejecutaba la opción por Palou para el año siguiente. A continuación, el piloto lo negaba en las redes sociales el fichaje. En sucesión McLaren anunciaba su fichaje y un test de Fórmula 1.
Como esos condenados medievales que veían sus extremidades atadas a caballos que tiraban en distintas direcciones, comenzó una pugna legal entre ambos equipos por Palou. El catalán lideraba el campeonato al llegar ese julio, pero “las distracciones”, como las denominaba el propio Palou, fueron desinflando su rendimiento y opciones. Desde dentro del equipo también fue aislado. En la cena previa a la carrera de Nashville de final de temporada, Palou fue ninguneado por miembros clave del equipo, como Scott Dixon, la estrella, y el propio Dario Franchitti.
Al final se alcanzó una solución salomónica. Palou seguiría un año más con Chip Ganassi, mientras ejercería de tercer piloto de McLaren con un programa de prueba en la Fórmula 1 de cara a un posible salto. Por el camino, confirmaba su singular talento logrando 5 victorias en 17 carreras, 10 podios, entro trece veces entre los cinco primeros, y en todas entre los diez primeros.
Durante la pasada temporada, Palou llevó a cabo varios test con McLaren, con las perspectivas de competir en la Fórmula 1. Sin embargo, el equipo británico arrebató a Oscar Piastri a Alpine. Aparentemente la puerta se cerró. Fue cuando entonces Palou dio carpetazo a la Fórmula 1, Chip Ganassi olvidó todo el pasado -como el propio Palou- y se fundieron en un matrimonio que se antoja duradero.
“Entre los grandes”
“Bueno, como en todas las relaciones, ha habido altibajos”, explicaba Palou para ilustrar su nueva etapa tras lograr el segundo título. “Todo el mundo ha tenido momentos mejores y peores, cuando las cosas van mal y luego al revés, y sales más reforzado. Es como una relación cualquiera, obviamente a nivel profesional, que ha pasado por un momento dado, y luego de ese viaje ha salido más fortalecida que nunca, como se vio el pasado año por cómo ganamos juntos”. Se refería al segundo título.
Sin embargo, a mediados del pasado año, Palou decidió romper su acuerdo con McLaren, cerrar la puerta de la Fórmula 1 y quedarse con Chip Ganassi y continuar su carrera a largo plazo en el IndyCar. Una decisión que costó la separación con la empresa que gestionaba sus intereses, Mónaco Increase Management, además de un conflicto legal con el equipo británico, quien le ha solicitado 23 millones de dólares como compensación por la ruptura de su compromiso, en fase de negociación previa al juicio que tendrá pronto lugar.
Y en 2024, el tercer título. En un certamen a igualdad de monoplaza, la inteligencia de procesamiento, gestión de múltiples facetas con numerosas alternativas de carrera y su velocidad natural, Alex Palou ha logrado otro hito en su carrera. Solo una cifra delata ese talento y rendimiento: En el 80.5 % de sus participaciones ha terminado entre los diez primeros, con 61.1 % entre los cinco primeros.
«No conozco a muchos pilotos que tengan tres campeonatos, pero él está en un entorno bastante especial en este momento. Sin duda, su nombre tiene que estar ya en la conversación de los grandes pilotos del IndyCar”. Palabras de su jefe, Chip Ganassi, que lo sabe y lo ha ganado todo en el IndyCar.
