Silverstone es una de las catedrales del automovilismo y, como tal, circuito único en el calendario con el GP de Gran Bretaña. Anfitrión de la primera carrera en la historia la Fórmula 1, allá por 1950 su configuración extrema y única de alta velocidad suele deparar singulares resultados. Salvo para Red Bull, una vez más. En el lado opuesto, los peores de la temporada para Fernando Alonso y Carlos Sainz.
El trazado británico abría sus brazos a un monoplaza hecho a medida para esta pista de alta eficacia aerodinámica. Otra nueva pole de Max Verstappen se traducía en la sexta victoria consecutiva del holandés y el undécimo triunfo para el equipo austríaco. Verstappen cuenta ahora con 99 puntos de ventaja y Red Bull con 208 sobre Mercedes. Son ya cuatro carreras de ventaja para el holandés quien, de mantener semejante ritmo, improbable pero no imposible, podría proclamarse campeón con ocho carreras de anticipación. La incógnita reside solo en conocer la fecha de su tercer título. De momento, Verstappen es el quinto piloto que consigue seis triunfos consecutivos, igualando a Alberto Ascari, Michael Schumacher, Sebastian Vettel y Nico Rosberg. Un récord que será mejorado en breve.
McLaren sorprende a todos en Gran Bretaña
La excepcionalidad de rendimiento y resultados de Silverstone vino encarnada en esta ocasión por McLaren, que ha transformado totalmente su rendimiento con las innovaciones introducidas en Austria y la carrera de casa. Las similitudes del MCL60 con el RB19 de Red Bull son evidentes, aunque falta por confirmar si el sorprendente salto de McLaren se debía a un matrimonio puntual con una pista de numerosas curvas de alta velocidad, muchas encadenadas entre sí, o a un genuino avance trasladable a circuitos de diferente naturaleza.
El británico logró la pole durante unos segundos el sábado, hasta que le fue arrebatada por Verstappen en su último giro. Pero Norris superó al holandés en la salida entre los rugidos de su público. La sorpresa duró hasta que pudo activarse el DRS pero, a diferencia de otras carreras en 2023, el resultado del sábado no fue una estrella fugaz el domingo. Si Ferrari o Mercedes esperaban que Lando Norris y Oscar Piastri (segundo y tercero de parrilla respectivamente) volvieran durante la prueba a su posición natural, pronto comprendieron su error. Alonso ya lo sabía desde el sábado.
«Nos sorprendió en el primer relevo poder mantener detrás a nuestros rivales, Ferrari y Mercedes, pensamos que serían un problema para nosotros en términos de ritmo» explicaba el responsable de McLaren, Andrea Stella al terminar. «Así que creo que tenemos que reconocer que la mejora parece ser genuina aquí en términos de ritmo de carrera». Aunque cada gran premio se ha convertido en una montaña rusa para tantos equipos por detrás de Red Bull, de confirmarse el salto cualitativo de McLaren en el GP de Gran Bretaña, no será buena noticia para algunos. Aston Martin, entre ellos.
Tan solo el coche de seguridad impidió que Oscar Piastri lograra su primer podio en la Fórmula 1 en el GP de Gran Bretaña, ya que benefició a Lewis Hamilton, que todavía no había realizado su parada en boxes y se coló por delante del australiano. “Para ser sincero, cuando se desplegó el coche de seguridad estaba realmente seguro, si no convencido, de que nos zamparíamos a los McLaren y terminaríamos segundos o terceros, o tal vez incluso un desafío al líder” apuntaba un también sorprendido Toto Wolff. No fue el caso.
«Claramente las actualizaciones son un gran paso adelante a una vuelta», reconocía Piastri al terminar, “pero el ritmo de carrera es claramente donde hemos dado un gran salto”, explicaba tan sorprendido como su propio equipo. «Al empezar la carrera, tal vez tenía miedo de que pudiéramos retroceder como lo hemos hecho anteriormente, pero el ritmo fue incluso mejor que Austria». Allí, Norris terminó cuarto en una pista con ciertas similitudes a las del circuito del GP de Gran Bretaña.
Silverstone, letal para Aston Martin
El Gran Premio de Gran Bretaña dejaba en el aire la incógnita sobre el alcance del salto cualitativo de McLaren que, de confirmarse, sería de calibre similar a mitad de año al logrado por Aston Martin al comenzar el campeonato. Porque en el caso equipo británico cabe plantear dudas en sentido opuesto: si la tendencia de las últimas carreras -salvo Montreal- son fruto del factor circuito, o Aston Martin está perdiendo la carrera por la evolución de su monoplaza desde el Gran Premio de España. Alonso se inclina por la primera la primera.
Las curvas rápidas de Montmeló, Spielberg y Silverstone trituran al monoplaza verde, pero las evoluciones introducidas desde el Gran Premio de España no parecen haber ampliado la ventana de rendimiento del AMR23, especialmente competitivo en curva lenta y tracción. “Fuimos lentos todo el fin de semana en todas las sesiones y no fue diferente en carrera” resumía Alonso al bajarse de su monoplaza, que sufre en los circuitos que requieren un compromiso en la puesta a punto entre velocidad punta y alta carga aerodinámica para las curvas rápidas. En este sentido, el GP de Gran Bretaña en Silverstone era el escenario más extremo.
Noveno el sábado, Alonso terminó séptimo gracias a una estrategia que exprimió las sus magras opciones por velocidad en carrera: aguantar al máximo con el primer juego de neumáticos, y montar un compuesto blando usado para llegar a meta. “El resultado, un poco mejor que el ritmo”, sentenciaba el español. “¿Positivos? Sin duda. Mira a otros equipos, por ejemplo, Ferrari, que volaban durante todo el fin de semana aquí y han acabado noveno y décimo, así que eso es lo que tenemos que evitar nosotros”. Dentro de dos semanas, en Hungaroring, todo será distinto, según Alonso. Sin embargo, Aston Martin necesita confirmar que no pierde fuelle en la evolución de su monoplaza, o desmentir que el AMR23 tiene un techo de desarrollo en relación a otros equipos.
El desplome de Ferrari
“Creo que va a ser carrera a carrera. En alguna, los Aston Martin y los McLaren irán más rápidos que nosotros, otras, Mercedes y nosotros, otra que sea Mercedes solo como en Barcelona…”, explicaba Carlos Sainz para ilustrar el patrón de la temporada. “A partir de ahora detrás de Red Bull va a haber cambios en todas las carreras y será una bonita lucha” reconociendo la excepcionalidad del GP de Gran Bretaña en Silverstone. “Simplemente, este circuito no es bueno para nosotros. Hacía muchísimo viento y en dos o tres curvas el coche era muy complicado de llevar, y en ritmo de carrera lo acabas pagando. Siempre habrá circuitos mejores y peores que otros, y este, junto el de Barcelona, era el más difícil para nosotros”.
Si bien Charles Leclerc ya avisó antes de comenzar el fin de semana en Gran Bretaña que esta pista sería dura para el SF23, el equipo italiano erró además con su estrategia, temeroso por anticipar la temida degradación, que no había podido calibrarse adecuadamente el viernes por la falta de rodaje del monegasco en los segundos libres debido a un problema mecánico. “Esta es la razón por la que decidimos optar por la elección de neumáticos medios y duros que, sin embargo, resultó ser demasiado conservadora, ya que la degradación fue inferior a la esperada. Es una lección importante para nosotros que nos llevamos a casa» explicaría después Fred Vasseur, el responsable del equipo italiano. Sainz y Leclerc terminaron con neumático duro, a diferencia de los McLaren, en segunda y cuarta posición. Un ejemplo de la diferencia de rendimiento entre ambos equipos.
Estaba cantado que Fernando Alonso y Carlos Sainz no subirían al podio en el Gran Premio de Gran Bretaña. Pero no con tantos decibelios.