Segunda vuelta de la carrera final en Roma, mediados de julio, penúltima cita de la Fórmula E en 2023. Jake Dennis, Mitch Evans y Nick Cassidy estaban separados por solo veinte puntos en la clasificación general. El británico, Dennis, lideraba la prueba y el campeonato, seguidos estrechamente por los neozelandeses Cassidy y Evans. Los tres en un pañuelo. La lucha por el título estaba al rojo vivo. En uno de los escasos puntos de adelantamiento del circuito romano, la curva 7, Evans bloquea involuntariamente su frenada, toca la rueda del monoplaza de Cassidy, y se montaba sobre el coche de su compatriota. Ambos dejaban así sus opciones al título prácticamente arruinadas. Jake Dennis se encaminaba así en solitario hacia un título que remataría en la cita final de Londres.
“Me disculpé cuando salió del coche. Estaba muy decepcionado, pero somos muy amigos. No quería quitarle ningún punto de su campeonato”. Al terminar la carrera, Evans fue corriendo a buscar a Cassidy. Este último agachó la cabeza aceptando comprensivamente las palabras de aquel, sin mostrar el menor gesto de enfado. No era una reacción frecuente cuando un título se evaporaba, aunque en esta ocasión se trataba de la responsabilidad y el error de…tu amigo de la infancia. El destino unía las trayectorias de aquellos niños que competían en karting en su Nueva Zelanda natal. Aunque esta vez, de la forma más dramática.
Desde aquel lejano confín no resulta fácil saltar a la escena internacional y labrarse una carrera profesional en el automovilismo como ambos han logrado, hasta competir nuevamente juntos, ahora en la Formula E. Y como ha anunciado Jaguar recientemente, Cassidy se unirá a Evans en el equipo oficial británico a partir de 2024. De nuevo compartirán escuadra y monoplaza, ahora en la Fórmula E. Como en sus años de adolescencia, cuando competían en la Toyota Racing Series de Nueva Zelanda.
Las disculpas en un café de Mónaco
“Él habló la mayor parte del tiempo. Es un gran tipo y piloto. Estas cosas suceden, pero aún así es duele mucho”. El martes siguiente a la carrera, Evans le pidió a su amigo Cassidy tomar un café en uno de los bares de Mónaco, la nueva residencia para ambos y la de tantos pilotos de alto nivel. “Quedamos a las 8.30 de la mañana y nos fuimos a las dos del mediodía. Somos buenos amigos. Fue muy directo, y fue increíble al respecto. Me gustaría pensar que yo lo fui también. Los dos entendemos que esto son las carreras, y estas cosas pueden ocurrir”.
Si hubo una palabra más alta que otra entre ellos, solo Evans y Cassidy lo saben. “Creo que aceptó la disculpa. Lo hiciera o no, tampoco cambiará los resultados”, admitía Evans, lamentando el resultado de su maniobra para ambos. Sin embargo, siguen manteniendo la misma amistad. Las líneas paralelas de sus respectivos destinos personales y deportivos se vuelven a unir de nuevo en 2024.
“Hemos sido los mejores amigos desde que teníamos seis años, y desde entonces siempre nos hemos enfrentado el uno con el otro”, recuerda Cassidy. “Tuvimos suerte, empezamos a ganar muy jóvenes y nos enganchó la droga, probablemente es la más peligrosa, la de ganar” explica Evans en un video en el que ambos recuerdan sus respectivas y paralelas trayectorias.
Efectivamente, después de competir en karts durante varios años, ambos coincidieron en el mismo equipo de las Toyota Racing Series de Nueva Zelanda. Evans ganó dos títulos seguidos en 2010 y 2011, mientras que Cassidy recogía el mismo testigo los dos años siguientes. Ambos dependían de sus éxitos en la pista para que los patrocinadores locales les apoyaran de un año para otro. Estaban obligados a ganar, y lo hicieron. Sin embargo, el verdadero desafío era salir de los límites de Nueva Zelanda.
Apoyado por Mark Webber, Evans dio el salto a Europa, a GP3. En 2012 repitió y logró el título en la última carrera frente a Antonio Félix Da Costa, también rival en la Fórmula E en la actualidad. A final de aquel año, los dos ya destacaban a nivel internacional. En aquellos tiempos, sus líneas se mantenían paralelas, pero en la distancia. Mientras Evans intentaba el camino hacia la Fórmula 1 por una vía más directa, Cassidy emigró a Japón. Con su enorme talento, ganaba el título de la Fórmula 3 local en su debut.
Triunfar en la Formula E
En 2013, Evans saltó a la Fórmula 2 y, aunque lograba victorias, el título se resistía. Cassidy, por su parte, triunfaba en la Super Formula y la Super GT japonesas. Pero la Fórmula 1 se resistió a ambos por distintas razones. Evans no cosechaba los resultados que necesitaba, y fichó por Jaguar en la Formula E a finales de 2016. No tenía otra opción y aceptó una apuesta arriesgada. Todavía hoy sigue en el equipo británico, y ha sido aspirante al título en las tres últimas temporadas.
A pesar de sus extraordinarias dotes a bordo de un monoplaza, Cassidy no encontraba entrada en la Fórmula 1.Cassidy llegó a la Formula E en la temporada 2020-21 con el equipo Envision, que utilizaba la unidad de potencia de Jaguar. Evans puso la tarjeta de presentación de su amigo en la Fórmula E, pero las credenciales de Cassidy eran extraordinarios tras sus triunfos en Japón, donde compitió contra el español Alex Palou en el Super Fórmula.
En solo su tercer año, Cassidy era gran favorito para el título en la recta final del campeonato, que había liderado en dos ocasiones distintas. Hasta que el desafortunado golpe de su amigo Evans en Roma le dejó prácticamente descolgado del británico para la cita final de Londres donde, para colmo, un toque con su propio compañero de equipo, Sebastian Buemi, le acabó de eliminar del todo.
A pesar de la enorme decepción de Roma, los dos amigos de la infancia acabaron a lo grande. Evans ganó la primera carrera de Londres. Cassidy la segunda, que daba el título a Envision por equipos, por delante del equipo oficial. Gracias a ambos, el himno neozelandés ha sonado en la mita de las carreras de la Formula E en 2023. Pocos días después de terminar el campeonato, Jaguar anunciaba que correrían juntos en 2024. De nuevo, el destino ha vuelto a unir las líneas paralelas de aquellos dos amigos de la infancia en Nueva Zelanda.
