Harry Truman, el presidente de los Estados Unidos tenía en su mesa del despacho oval una figura con una inscripción: “The buck stops here”. La expresión deriva de otra coloquial, “pass the buck”, o lo que es lo mismo, “pasa la bola”. En el caso del presidente, la expresión sentenciaba quien tenía la última palabra, la responsabilidad final. Andy Cowell, CEO de Aston Martin y nuevo Team Principal, es quien tiene en su mesa el mismo lema que acompaña desde entonces los presidentes de Estados Unidos.
Porque es el responsable último de hacer triunfar el mega proyecto puesto en pie por Lawrence Stroll con el equipo de Fórmula 1. La última oportunidad de Fernando Alonso para lograr su tercer título. Toto Wolff, Fred Vasseur o Christian Horner tienen un nuevo colega.
Desde los motores a la cima
Una larga nómina de fichajes técnicos, encabezados por Adrian Newey. Nuevas instalaciones en Silverstone que triplican la estructura de Force India, el equipo que adquirió en su día. Doble de plantilla que aquel. Nuevo túnel de viento y simulador. Acuerdo con Honda como suministrador oficial de motores, con Aramco como patrocinador y técnico… Ni siquiera Red Bull y Dietrich Mateschitz llegaron a tal dimensión cuando la marca de bebidas entró en la Fórmula 1 con su propio equipo.
Semejante vendaval inversor ha ido añadiendo capas y estructuras que necesitaban integración. La falta de acierto técnico con los dos monoplazas de Alonso ponían en evidencia la falta de fluidez en el seno de la organización. Lawrence Stroll fichó a Andy Cowell como pieza maestra última de su proyecto.
Ingeniero especializado en el área de motores desde que llegara a Cosworth, luego en BMW, para entrar finalmente en Mercedes-Ilmor en 2004 de la que fue nombrado responsable en 2013. Con Mercedes HPP fue el artífice de los éxitos de las unidades híbridas desde 2014. Hasta 2020, cuando decidió abandonar su función y la organización para dejar la Fórmula 1. El pasado año reapareció tras la sorprendente llamada de Lawrence Stroll.
El pasado octubre, Cowell se incorporaba como responsable de Aston Martin Technologies, la matriz que incluye al equipo de Fórmula 1. Su primera decisión fue desplazar a Dan Fallows de la dirección técnica tras los sucesivos errores con las evoluciones del AMR24 y su predecesor. Un rápido aviso para navegantes.
“Su mensaje es claro”
«Necesitamos un grupo de personas que quieran escalar el Everest más de una vez, que estén preparadas para hacer lo que sea necesario para llegar a la cima y luego hacerlo una y otra vez”, declaraba recientemente el propio Cowell en la primera entrevista de calado que Aston Martin distribuía. “Esa es la actitud y el espíritu fundamentales que Lawrence y yo estamos tratando de desarrollar dentro de la empresa».
Y para asegurarse, el propio Cowell ha asumido también la máxima responsabilidad en la gestión cotidiana, creando un nuevo organigrama que desplazaba a Mike Krack, hasta ahora Team Principal, a la operativa en la pista de los grandes premios.
Que Cowell baje al barro cotidiano refleja la extrema presión de su cometido. “Su mensaje es claro y no quisiera que fuera de otra manera: con Lawrence (Stroll) siempre sabes dónde estás. Lawrence está decidido a que Aston Martin triunfe en la Fórmula 1, pero no solo estamos hablando de ganar carreras y el campeonato, estamos hablando de ganar muchos campeonatos».
De clase media a gigante
El propio Cowell explica su misión. «Mi trabajo consiste en determinar qué organización es la adecuada para hacer realidad esta visión: ¿Tenemos la estructura adecuada? ¿Tenemos a las personas adecuadas en los puestos adecuados? ¿Tenemos la infraestructura adecuada? ¿Todos están trabajando en la misma dirección y como una unidad cohesionada? Cowell debe engrasar y articular la espectacular estructura que hoy es Aston Martin.
«Establezco los objetivos generales para el equipo de liderazgo ejecutivo y trabajo con ellos para marcar el camino y alcanzar estos objetivos que tienen que llevarnos adonde queremos estar. Y me aseguro de que estemos priorizando las cosas correctas, y trabajando en ellas en el orden correcto”. Es decir, “the buck stops here”.
Aston Martin sigue en la transición de pasar de un equipo modesto cuando fue adquirido por Stroll, a un equipo oficial dueño de su destino en todas las áreas, que diseña y fabrica todos los componentes de su monoplaza, unido a una multinacional del automóvil (Honda) que trabaja en exclusiva para un equipo que deja ser cliente de Mercedes, y unido a la mayor petrolera del mundo.
«Me gusta utilizar la analogía de un rompecabezas de 1.000 piezas” explica el nuevo jefe de Aston Martin sobre su compleja misión. “Cada persona del equipo es una pieza de ese rompecabezas, pero necesita saber exactamente cuáles son sus responsabilidades y cuáles son las responsabilidades de los demás. Tener esta claridad organizativa garantiza que las piezas del rompecabezas encajen bien sin superposiciones ni lagunas.
Para ello, utiliza el símil de sus criaturas, la expresión última de la organización y eficacia de une equipo de Fórmula 1. “Un coche de carreras eficiente es una gran carga aerodinámica, una resistencia aerodinámica mínima; una organización eficiente es una gran comunicación, sin pérdidas”. De aquí el reciente organigrama del equipo.
La gran pregunta
Por el camino se cruza la nueva era de la Formula 1 que empieza en 2026 con el nuevo reglamento, cuando empezarán a cuajar estos cinco años de inversiones, fichajes, y construcción de infraestructuras en el Technology Campus de Silverstone. En el último año de contrato de Fernando Alonso.
El español tendrá en sus manos la primera criatura del nuevo proyecto de Lawrence Stroll, la primera creación de Adrian Newey fuera de Red Bull. Alonso ha reconocido por activa y pasiva que 2026 será su último año…por contrato. Según su rendimiento, así su futuro. Sobre el papel, será la última bala del piloto español.
“No podemos darles a Lance y Fernando un coche que sea rápido en las rectas, tenemos que darles un coche que sea rápido en las curvas, un coche que sea rápido en todas partes, un coche que sea más rápido que cualquier otro ¿Te imaginas cómo sería si tuviéramos el coche más rápido…?» se pregunta el gran jefe de la escudería británica. Nadie como Fernando Alonso para hacerse la misma pregunta. La respuesta también está desde ahora en las manos de Andy Cowell.
