“El sonido su motor V12 es parte del Valkyrie. Personalmente, tengo muchas ganas de escucharlo en Qatar en la pista frente a los demás», declaraba Ian James, ex piloto, propietario y accionista de Heart of Racing, la estructura que pondrá en pista el nuevo proyecto de Aston Martin en el mundo de la resistencia.
El próximo 28 de febrero comienza el Mundial de Resistencia en Qatar. Aston Martin abre su segundo frente la competición y se desdobla ahora con la Fórmula 1 a través de uno de los proyectos más apasionantes de los últimos tiempos: convertir al mítico Valkyrie en otra bestia para los circuitos.
«Para cualquiera que haya estado involucrado en las carreras, competir con un coche de primer nivel, con Aston Martin, un vehículo reconocido como uno de los más bonitos del mundo, el único descendiente auténtico de un coche de carretera, es un verdadero honor. Que me confíen este programa es un momento muy especial de mi carrera». No es para menos, porque competir con el Valkyrie no está al alcance de cualquiera.
Una máquina de culto
Son ya diez los fabricantes presentes en el WEC, con las 24 Horas de Le Mans como joya de la corona. Sin embargo, Aston Martin se desmarca de todos. Porque la marca británica es la única que usará una montura homologada para ser conducida en las carreteras.
V12 de más de 1.000 cv y sonido brutal, sin sistema híbrido, aerodinámica única y de estética apabullante, el Valkyrie se ha convertido en una máquina de culto. A tres millones y medio de dólares por unidad. Fue la máquina diseñada por Adrian Newey con Red Bull Technologies para Aston Martin, la manera de seducir al ingeniero británico para que no se marchara a Ferrari.
“Es un coche que el mundo merece ver”, proclamaba Lawrence Stroll cuando anunciaba la luz verde de un programa que había parado años atrás. Inicialmente diseñada para competir con el antiguo reglamento Hypercar del Mundial de Resistencia, los sucesivos cambios en el mismo y la entrada de Aston Martin en la Fórmula 1 hicieron que Stroll congelara su entrada en competición.
Su propio camino
Sin embargo, el fabricante británico ha cambiado de opinión ante el extraordinario éxito de la resistencia, con una reglamentación común tanto para el IMSA americano como el WEC y las 24 Horas de Le Mans, la razón de la atracción de tantos fabricantes. Genesis llegará en 2026, y Ford un año más tarde. Honda también está estudiando su paso de Estados Unidos con Acura al WEC para poder participar en las 24 horas de Le Mans.
Dos son las categorías de prototipos de la normativa en el mundo de la resistencia: Hypercar y LMDh. En la primera cada fabricante diseña su propia montura, con un sistema híbrido propio y tracción total puntual. En la segunda, se usa un chasis de cuatro fabricantes homologados y cada fabricante monta un sistema híbrido homologado. Aston Martin sigue su propio camino con el Valkyrie.
Ferrari, Porsche, BMW, Toyota, Cadillac, Peugeot… Cada fabricante se ha adscrito a una de las dos categorías, aunque ninguno de sus coches puede rodar por la calle. Son prototipos de competición, mientras que el coche que Fernando Alonso tiene en su garaje (cuenta con una unidad del Valkyrie) ha tenido que ser transformado para la competición.
Sus espectaculares prestaciones, sin embargo, han tenido que ser ´desinfladas’ para el IMSA y el WEC además de las dos carreras más famosas de 24 Horas. El equipo técnico de Aston Martin Performance Technology ha debido así modificar el Valkyrie de base, aunque buscando mantener su personalidad única.
Cuidando la figura
La entrada en el mundo de la resistencia está encomendada por Aston Martin Racing a Heart of Racing y Multimatic, que han desarrollado la versión del Valkyrie para cumplir con la normativa específica de ambos campeonatos. ¿Hasta el punto de perder su verdadera esencia?
Sin duda, se han necesitado compromisos. WEC e IMSA imponen estrictos límites en el desarrollo aerodinámico, congelado a una relación de carga aerodinámica y drag concreta. El Valkyrie original ofrece casi 1.800 kg de carga que debía ser reducida drásticamente.
Para ello, los técnicos el fabricante británico han intentado modificar la parte inferior del vehículo y mantener así la singular personalidad estética de la máquina. Pero los repostajes, cambios de piloto, de neumáticos, y otros aspectos más pragmáticos han exigido algunos cambios externos que, era el objetivo, no alteraran sustancialmente esa estética. Recientemente homologado, el Valkyrie de carreras no ha perdido su inconfundible figura.
Un bramido único
Escuchar la versión original del motor V12 resulta embriagador. Como máquina de calle, su bramido supera al de mayoría de los coches de competición actuales, incluidos los Fórmula 1. En este apartado, también hubo que trabajar para rebajarle los ‘humos’ a tan espectacular motor.
Se mantiene el mismo V12 de 6,5 litros, aunque con modificaciones internas para reducir el consumo de combustible, ya que el reglamento obliga a una determinada cantidad de energía por relevo. El propulsor no alcanzará así el régimen de giro del V12 original, y los casi 1.100 Cv originales el Valkyrie de carreras no llegarán a los 700 de los circuitos, aunque no por ello se ha perdido su indistinguible sonido.
El español Alex Riberas al volante
El Valkyrie también se desmarca de sus rivales por la ausencia de un sistema híbrido, que incorporan todos sus rivales, que cumplen con la norma de estos tiempos por razones de marketing e imagen. De aquí que energía en carrera para cada relevo solo se calcule con combustible fósil y no energía eléctrica, como el resto de los prototipos.
Desde que recibió luz verde para saltar a los circuitos el Valkyrie ha cubierto casi 15.000 kilómetros en circuitos de Europa, Estados Unidos y Oriente Medio. Harry Tincknell, Tom Gamble, Marco Sorensen y Alex Riberas, competirán en el Mundial de Resistencia, más un tercer piloto en cada coche para las 24 Horas de Le Mans, mientras que Ross Gunn y Roman De Angelis correrán en Estados Unidos.
“Es muy especial el haber participado en el desarrollo, una experiencia nueva y enriquecedora, porque he visto con mis propios ojos la evolución de un coche que parte desde una base completamente distinta de la competición con el diseño base de Adrian Newey”, explica Alex Riberas. “Haber podido poner mi grano de arena para llevar la dilección en el desarrollo del coche es algo que nunca voy a poder olvidar». Qué será entonces poder competir con un Valkyrie en las 24 Horas de Le Mans.