Hasta el anuncio del desembarco en la Fórmula 1 de Audi en el pasado Gran Premio de Bélgica, el proyecto del Dakar era el último gran desafío de la marca alemana en el mundo del deporte. Entonces, la filial española logró que la primera presentación oficial fuera de Alemania tuviera lugar en Madrid, con la presencia física del RS Q e-tron. Según los responsables de la marca, fue el evento de más repercusión internacional antes de la participación directa en la prueba.
Quizás por aquel éxito los responsables de Audi quisieron repetir escenario con la Fórmula 1. Por primera vez a nivel internacional desde Spa, el máximo responsable del proyecto, Adam Baker, estuvo en Madrid para ampliar detalles sobre el mayor desafío que afronta la marca alemana en su largo historial en el mundo del deporte. Audi siempre ha logrado el éxito en todos sus proyectos deportivos, pero la Formula 1 supone entrar en otra dimensión no conocida antes por la marca alemana. Toyota, BMW y Honda pueden dar fe de ello la pasada década. Solo Mercedes, y bajo condiciones singulares, recogía el testigo de Renault como gran fabricante capaz de ganar títulos con el paquete completo, chasis y unidad de potencia.
La historia de Audi en el deporte del motor empezó en los rallys… a lo grande
Al margen de los lejanos tiempos de Auto Union, Audi entró de lleno en el deporte del motor en 1980 con el proyecto Quattro en el Mundial de Rallies, en los años ochenta. Uno de los más icónicos en la historia del automovilismo, que contribuyó a cambiar la historia del automóvil de calle. Con sendos títulos de pilotos y marcas, la famosa subida de Pike´s Peak se convirtió en otro resto exitoso.
A partir de 1999 Audi se posicionó en otra dimensión con su entrada en las 24 Horas de Le Mans y el mundial de la Resistencia. Trece victorias y varios hitos jalonaron una época única para Audi. Primero con la inyección directa, luego con su tecnología diésel y después con la híbrida, Audi abrió el camino tecnológico en diferentes áreas con transferencia directa a su gama de vehículos.
Más tarde llegaría el asalto a la Fórmula E, donde se logró el título de equipos, base para desarrollar la unidad de potencia utilizada ahora en el RS e-tron del Dakar, con el que Carlos Sainz logró la primera victoria de etapa con un vehículo eléctrico. En esta próxima segunda edición de 2023 se luchará por la victoria, después del triunfo extraoficial en el reciente Rallie de Marruecos. ¿Por qué Audi entra en la Fórmula 1 por primera vez en su historia?
Para Audi es importante estar en el inicio de cambio de ciclo de la Fórmula 1
La llegada de la nueva tecnología híbrida y los combustibles sintéticos con el nuevo ciclo que se iniciará en 2026 abre la puerta para entrar en la mayor igualdad posible frente a los equipos presentes, especialmente con los grandes fabricantes de motores. “Estaremos desde el principio de este nuevo cambio de ciclo, la magnitud del cambio es enorme será el mayor cambio en tiempos modernos. Como momento de entrada el 2026 es un año muy atractivo”, explica Adam Baker, responsable de Audi Formula Gmbh, la empresa específicamente creada para la Fórmula 1.
Al margen de la línea de frontera que supone este nuevo ciclo, también ha sido determinante el nuevo formato financiero que ha entrado en vigor en 2021 con los límites presupuestarios. “El techo presupuestario es muy importante, permite conocer los costes a largo plazo en la Fórmula 1, y podremos reducir y abaratar el coste de la participación. Es muy importante tener costes decrecientes, algo atractivo para el marketing y un ciclo financieramente sostenible”, explicaba Baker en la rueda de prensa. La racionalidad financiera, por tanto, ha sido una de las razones que han inducido a Audi para entrar en la Fórmula 1. “Con los cambios en las normas, todos trabajan también en los límites financieros. La situación es distinta a la del pasado, en la que algunos equipos podían disfrutar de una ventaja. Entraremos al comenzar un nuevo ciclo, los otros fabricantes entraron a mitad de estos ciclos”, explicaba Baker para diferenciar la posición de Audi respecto a la experiencia de Toyota, BMW y Honda en la década pasada.
El australiano es ingeniero mecánico y licenciado en derecho, y cuenta con una larga experiencia en el mundo de la competición, desde el IndyCar, la Fórmula 1, la gestión del programa deportivo de BMW desde 2013 a 2018, ha sido responsable en materia de seguridad de la FIA hasta su llamada por Audi. Baker aúna la experiencia técnica y la de gestión de recursos y capital humano.
El equipo humano de Audi tiene pasión por la Fórmula 1
“Somos conscientes del gran desafío, pero en el consejo de administración hay personas apasionadas por la Fórmula 1 y con mucha experiencia, como Markus Duesmann (CEO Audi, con experiencia en la Fórmula 1 con BMW). Tenemos tiempo suficiente para prepararnos, quedan 42 meses para la primera carrera”. Baker revelaba que ya hay 130 personas trabajando en la sede de Neuburg para tener una primera unidad de potencia a final del presente año. Espera que pronto sean 300 los trabajadores involucrados en el proyecto.
“La FIA está trabajando en las reglas del chasis, el reglamento estará en 2024. Luego trabajaremos con nuestro socio (¿Alfa Romeo?) para desarrollar el monoplaza. Empezaremos los test en 2025, posiblemente en España, y la primera carrera será en 2026. Nos encantaría ser competitivos desde el primer momento, aunque hay que ser realistas, queremos poder ganar carreras en tres años”. Sin embargo, Audi arrancará ya el próximo año con limitaciones presupuestarias, según el nuevo reglamento financiero: “90 millones de dólares para 2023, 2024 y 2025, aunque estemos en fase de desarrollo, que se ampliará a 130 millones en 2026 para fabricar ya las unidades de potencia”.
«En principio, trabajaremos con un socio que ya existe y daremos detalles antes de finales de año”, explicaba Baker en referencia a Sauber, actual Alfa Romeo, que será la plataforma sobre la que Audi trabajará en su desembarco en la Fórmula 1, y que deberá ser reforzada en los próximos años. Audi expuso en Madrid la maqueta utilizada por Liberty en 2021 para ilustrar la estética del nuevo reglamento ‘wing car’, aunque con la decoración que expresa la estética y los colores de Audi en la competición automovilística. De aquí a 2026, Audi ya trabaja con la velocidad de la Fórmula 1. El proyecto deportivo más complejo que afrontará en toda su historia como fabricante.