Parece ser que la presentación del poderoso Audi RS3 Sedán con sus 400 CV de potencia no ha sido suficiente para los chicos de Audi, quienes también han aprovechado el Salón de París para mostrar al mundo entero el nuevo arma creado por los especialistas de Audi Sport. Hablamos de este Audi RS3 LMS, una criatura desarrollada para ser utilizada exclusivamente dentro de los circuitos y para disputar el proliferante campeonato TCR.
Con carrocería de cuatro puertas
Para desarrollar este Audi RS3 LMS se toma como punto de partida el nuevo Audi RS3 Sedán con su carrocería de cuatro puertas, un punto singular, pues la mayoría de sus rivales en este campeonato apuesta por carrocerías de cinco puertas, donde la firma de los cuatro aros podía haber aprovechado su Audi RS3 Sportback. Sin embargo en su exterior aparecen un sinfín de nuevo apéndices aerodinámicos, todos ellos regulados por las restricciones impuestas por la FIA.
Precisamente la FIA también impone diferentes normas de seguridad, por lo que en su interior encontramos elementos como una jaula tubular y arneses de seguridad, además de un único asiento tipo baquet o una instrumentación enfocada a progresar en nuestro vuelta a vuelta. Claro está, no se hacen concesiones al confort.
Desaparece el 2.5 TFSI
Bajo su capó delantero no aparece el propulsor 2.5 TFSI que utilizan los mencionados Audi RS3 Sedán, sino que en su lugar encontramos un bloque 2.0 TFSI de cuatro cilindros y que es capaz de proporcionar una potencia de 330 CV, lo que son 70 CV menos que la versión de calle, además de que no podrá contar con tracción quattro. Esas diferencias son cruciales a la hora de hablar de prestaciones, pues este Audi RS3 LMS necesita 4,5 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, por lo que el «de calle» le mete nada menos que cuatro décimas. Pero no te preocupes porque esta máquina de circuitos sabe arañar esas décimas a base de paso por curva gracias a su aerodinámica o a unos neumáticos ideados para la competición.
Audi te ofrece este radical RS3 LMS en una versión Clubsport que tiene un precio de 99.000 euros, mientras que la variante «pata negra» con cambio secuencial y diferencial autoblocante mecánico entre otros muchos elementos te va a salir por unos 129.000 euros, ambos sin tener en cuenta los diferentes impuestos.
