«Creo que este fin de semana existe la oportunidad de cometer un gran error, no una gran oportunidad, así que debemos evitar eso. Cuando tienes un coche competitivo, solo puedes perder en un formato diferente, o en una carrera mojada o una calificación en agua o lo que sea, solo hay cosas que perder. Esa es la dificultad de la diferencia que encuentro ahora en comparación con el año pasado.» Antes de comenzar el GP de Azerbaiyán, Fernando Alonso expresaba los temores a la cita de Bakú ante la gran cantidad de obstáculos para equipos y pilotos, tanto por la propia pista en sí, como por el nuevo formato sprint. Como decía Fernando Alonso, “hay muchas cosas que perder” este fin de semana. Sobre todo, para Mercedes y Ferrari.
La cancelación del Gran Premio de China detuvo la Fórmula 1 como en la pausa de agosto aunque, a diferencia de la pausa veraniega, la maquinaria de los equipos ha seguido funcionando sin descanso desde el pasado Gran Premio de Australia. Para algunos quizás haya supuesto una bendición, porque con Bakú llegan nada menos que cinco en seis semanas, cuatro en terreno europeo.
Por arriba, Ferrari y Mercedes ha despertado en 2023 con fuertes dolores de cabeza despertados por Red Bull y Aston Martin. La duda sobre los conceptos de sus respectivos monoplazas ha dejado flotando una cuestión capital: ¿Mejor concentrarse para 2024, o emplearse a fondo con el actual monoplaza? En estas próximas carreras se empezarán a conocer las respuestas, aunque Mercedes ya ha insinuado su camino.
Ferrari empieza pronto
Ferrari ha vivido esta pausa con enormes turbulencias. Por un lado, la lucha pública entre los hermanos Elkan con Ferrari como razón y excusa. El adiós de varias personalidades clave de su organigrama. Los rumores en la prensa italiana sobre una posible marcha de Leclerc… Ferrari necesita imperiosamente un resultado que alivie tanta presión a tan temprana altura del campeonato. Porque aún no ha logrado podio alguno y ha cuajado hasta ahora el peor arranque de temporada desde 2009.
El SF23 ha retrocedido en relación a tres equipos distintos. Es rápido a una vuelta, pero no lo suficiente en carrera. Degrada – aunque no en Albert Park- tanto o más que el pasado año sus neumáticos, sobre todo a la estela de otro coche. Aunque mejoraba su velocidad punta en 2023, parece que ha sido a costa del comportamiento en curva.
Durante esta pausa, Ferrari se ha encerrado en el simulador para explorar nuevas soluciones de puesta a punto. Las evoluciones aerodinámicas llegarán en siguientes carreras, pero no en Bakú. «Charles y Carlos han hecho su parte, trabajando en el simulador y dándonos unas sensaciones importantes. En Australia ya habíamos dado un paso adelante en términos de rendimiento, y para Azerbaiyán tenemos la intención de seguir construyendo sobre ello» declaraba Vasseur antes de comenzar en Bakú, y quien siempre ha defendido que el SF23 no es tanto un error de concepto como de falta de acierto en su configuración. Si Sainz y Leclerc brillan en Bakú, será buena señal. Porque indicaría que habrían encontrado el rumbo técnico con el SF23 al margen de las mejoras aerodinámicas que vayan llegando en el futuro.
Sainz, ¿cómo en Australia?
Sainz confirmó este jueves en Bakú que el equipo se ha empleado a fondo siguiendo a Fred Vasseur: nada de SF73 ‘B’, sino de sucesivas evoluciones y, sobre todo, mejor comprensión de la puesta a punto del actual monoplaza. «Después de estas tres semanas, conocemos mejor nuestro coche, pudimos hacer algunos buenos análisis e identificar las debilidades de nuestro coche era el objetivo principal para luego entender los puntos fuertes de nuestros rivales, en este caso Red Bull», explicaba Sainz en la rueda de prensa oficial del GP de Azerbaiyán.
¿Su pronóstico? «Las posibilidades para este fin de semana deberían ser similares a las que tuvimos en Australia. En Melbourne tomamos una dirección ligeramente diferente con respecto a la puesta a punto, algo que parece haber funcionado. Fuimos bastante rápidos en la carrera, ojalá podamos ir en esa dirección y ser más competitivos este fin de semana», añadió el madrileño. Bakú servirá como prueba del algodón en un gran premio con demasiadas trampas y peligros, como avisa Fernando Alonso. Ferrari no puede permitirse caer en ellas.
Mercedes, con la vista puesta en 2024
Mercedes vive una situación similar, aunque no con la presión pública que acompaña al equipo italiano. El espejo de Aston Martin y los resultados que ha obtenido Fernando Alonso ha dejado en evidencia al del suministrador de sus motores. Toto Wolff certificó en Bahréin la defunción del concepto de Mercedes, no solo en relación a sus singulares pontones laterales, sino a una filosofía aerodinámica general incapaz de batir a dos equipos, y casi siempre a Ferrari. Hasta cierto punto, el retroceso de Ferrari ha sido una bendición para el equipo alemán.
El fracaso de Mercedes se confirmaba con la importante reestructuración técnica anunciada la pasada semana. James Allison, quien quiso alejarse de la Fórmula 1, volverá para encargarse con los monoplazas de Mercedes. No parece factible que el W14 tenga opción alguna contra el RB19 de Red Bull en 2023. Todo indica que el equipo alemán seguirá con las evoluciones previstas para estas próximas carreras, aunque se concentrará en 2024, ya que algunos de los grandes cambios necesarios no podrán llevarse a cabo hasta entonces. Posiblemente, con el mismo esquema seguido por Aston Martin el pasado año de sacrificar la temporada para dar un gran salto cualitativo. Mientras tanto, salvo enorme sorpresa, se intentará salvar la cara carrera a carrera en 2024.
“En las próximas carreras, queremos seguir dando pequeños pasos hacia adelante, aunque sabemos que no hay una varita mágica. Australia demostró que estamos progresando, aunque debemos ser cautelosos acerca de leer demasiado por un solo resultado. Pero las señales en Melbourne aún fueron alentadoras y eso ha sido una buena motivación para todo el equipo de cara a esta brecha en el calendario”, explicaba Toto Wolff antes del fin de este fin de semana. Palabras similares en Ferrari, situaciones parecidas en ambos equipos.
Fernando Alonso quiere evitar el campo minado
A Red Bull, de momento, mejor echarle de comer aparte. Bakú siempre ha ofrecido carreras borrascosas y de resultado inesperado, solo hace falta echar la vista atrás. Con el nuevo formato sprint, más ahora si cabe, ningún pronóstico puede garantizarse. Sin embargo, no hay razones para pensar que el RB19 haya perdido su ventaja durante este mes de pausa y trabajo de oficina y túnel de viento. Sería la mejor noticia para la Fórmula 1.
Queda Aston Martin, con Fernando Alonso. El AMR23 se ha mostrado regular en los tres trazados visitados, todos de características distintas. Los tres podios de Fernando Alonso así lo atestiguan. Sin embargo, no todo son virtudes, porque se puso en evidencia el lastre de un mayor ‘drag’, es decir, la resistencia al avance de monoplaza a máxima velocidad. Una penalización que, sin embargo, también supone virtudes en curva. Pero Bakú cuenta con una recta de 2.2 kilómetros, que podría atar una piedra al tobillo de Fernando Alonso este fin de semana.
Cómo resuelva el equipo británico este tema será una de las claves de rendimiento. De momento, el equipo británico trae un alerón con menos carga aerodinámica para compensar en esta pista. En el caso de Aston Martin, si Fernando Alonso sube de nuevo al podio, supondría la mejor de las señales para el resto del campeonato. Ante este nuevo formato sprint, ya se sabe, Alonso es especialista en aquello de “en río revuelto…”. Pero antes de comenzar el fin de semana, ha dejado claro su objetivo: salir indemne de las trampas que con las que la pista de Bakú espera a la Fórmula 1.