Fuera de la pista, Carlos Sainz era protagonista antes de empezar el pasado Gran Premio de España. En casa, en su país, fue bombardeado con la cuestión recurrente: ¿Cuándo tomaría la decisión sobre las opciones pendientes, en principio Williams o Audi?
“No quiero esperar más. Creo que está llegando a un punto en el que este tema me está quitando espacio de la cabeza durante bastantes semanas y meses, creo que es hora de tomar una decisión, que se tomará pronto”, contestaba el madrileño a la cuestión. “Y sí, espero que pronto tengamos cosas de qué hablar”.
El danés Kevin Magnussen estaba sentado en la misma conferencia de prensa, e igualmente era cuestionado sobre su futuro, también abierto. “Es el corcho de la botella, creo que muchos pilotos están esperando para que se mueva y, luego, el resto de las piezas del rompecabezas empezarán a encajar. Esta es la realidad”.
La irrupción de Alpine
Desde el exterior, el madrileño debía optar por dos opciones de baja tabla que, a priori, ya supondría un descenso de categoría. Sin embargo, en Montmeló, Carlos Sainz padre se reunía con Luca de Meo, presidente de Renault, y con Flavio Briatore.
Sí, el mítico y polémico manager italiano, quien pocos días antes había formalizado su acuerdo con De Meo para reestructurar y relanzar el equipo de Fórmula 1, de capa caída por rendimiento y salida de numerosos responsables en los últimos tiempos.
El italiano derrochaba la habitual confianza en sus capacidades cuando anunciaba su compromiso después de tres meses de negociación con Luca de Meo. “En 2026 ganaré carreras, el equipo Alpine subirá al podio. Luego, cuántas no lo sé. Este año tenemos muchas desventajas, estamos remodelando todo el equipo. Pero he recibido plenos poderes de Luca de Meo. Estoy acostumbrado a utilizarlos y garantizo que dentro de dos temporadas estaremos hablando de podios”.
Para este proyecto de salvación, Briatore convertía a Carlos Sainz en su objetivo prioritario. “Increíblemente, Carlos está libre todavía, estamos dispuestos a tenerle en el equipo y haremos lo que podemos”, afirmaba el italiano respecto al piloto español.
Cambio de velocidad
La Fórmula 1 ha afrontado tres grandes premios consecutivos, un ritmo frenético que no ayudaba a Sainz a decidir. Sobre todo, porque el escenario parece más complejo del visualizado hacia a el exterior. En la Fórmula 1, lo que transcurre tras una puerta no siempre se visibiliza públicamente. Entre bastidores, todo es más complejo y podría darse el caso de que Sainz no sea el único “corcho de la botella”.
En Spielberg, una semana después, el madrileño ya dejaba entrever este escenario móvil. “Voy a ser sincero y directo con los equipos, pero también es una decisión tan importante para mí que me tomaré todo el tiempo que necesite» declaraba sobre su futuro, “y si hay equipos que no pueden esperar o están un poco impacientes, no puedo hacer nada al respecto”.
Sainz se mostraba tajante, pero en actitud sensiblemente diferente a la insinuada días antes. “Va a ser mi futuro, mi decisión, voy a intentar ser lo más honesto posible con todos y darme el tiempo que necesito». Es decir, más tiempo, más opciones que valorar y por las que esperar.
Otro “corcho de botella”
Una de ellas, conocer cuál será el motorista de Alpine, una vez trascendida la intención del fabricante francés de renunciar a fabricar su propia unidad de potencia y convertirse en cliente de otro fabricante, con Mercedes como opción principal.
De ser el caso, el fabricante francés sube a lo más alto en las preferencias del español, como era el caso antes de Williams antes de llegar la oferta de Briatore. Aunque para conocer la respuesta en este apartado también hará falta tiempo. Quizás hasta después de verano, insinuaba Toto Wolff.
En Silverstone, el corcho de la botella español todavía revalorizaba su posición y opciones. «Es un piloto de clase mundial y la decisión no es inminente, no es hoy cuando tenemos que tomarla». James Vowles, responsable de Williams, también mostraba su disposición a esperar por Carlos Sainz, es de suponer que igualando o mejorando la oferta de Williams o Audi en el terreno económico.
Pocos días antes, Vowles había hecho pública una extensa nómina de fichajes para certificar la vocación de crecimiento del equipo británico, entre los que se incluía a Matt Hartman, antiguo responsable técnico de Alpine.
Para colmo, poco antes de comenzar el Gran Premio de Gran Bretaña, Toto Wolff se descolgaba con la consideración de Carlos Sainz para una posible sustitución de Lewis Hamilton a partir de 2025. “Hay ciertamente muchos argumentos a favor (de Carlos Sainz)”, reconocía el austríaco. “Es por lo que también quiero tomarme mi tiempo con la decisión y mantener todas las opciones abiertas el mayor tiempo posible. Cuando hablé con Carlos ya le dije: “no estoy seguro de que puedas esperar tanto como yo quisiera que esperaras».
En realidad, el austríaco se atenía a sus propios intereses, ya que no descarta la posibilidad de arrebatar a Max Verstappen de Red Bull, incluso para 2025, como el mismo Wolff también admitía. “Creo que lo más probable es que Verstappen se quede en Red Bull, como él dijo (en Spielberg). Pero eso no significa que las cosas no puedan cambiar”. Es decir, Mercedes no ceja en su pugna por el holandés, a quien puede ofrecer un monoplaza más competitivo. Y si este no llegara y Kimi Antonelli, la joven promesa italiana, no convenciera lo suficiente, Sainz entraría en juego.
“Muchas piezas móviles en marcha”
Obviamente, el madrileño debería renunciar a otras opciones y esperar a que varios factores fuera de control se alienaran a su favor en Mercedes. Pero Sainz tampoco tendrá sus ojos fuera de una hipotética vacante en Red Bull y pudiera acceder al asiento del holandés, quien antes habría manifestado su oposición antes a que Sainz se hubiera sentado en el otro monoplaza en sustitución de Sergio Pérez.
Por tanto, va cogiendo cuerpo la impresión de que Carlos Sainz ya no quiere o puede decidir tan rápidamente como hubiera sido su intención hace tiempo. De momento, es la opción prioritaria para tres equipos: Audi, Williams y Alpine. Dependiendo de evoluciones inesperadas pero posibles en el mercado, optaría a Mercedes y Red Bull. De aquí, cabe interpretar, “me tomaré todo el tiempo que necesite”.
«Estoy bastante seguro de que todo esto se aclarará probablemente en septiembre. Esa es la hoja de tiempo normal, la rutina normal, De hecho, ahora estamos volviendo a lo que es lo normal sobre agosto respecto con los contratos» comentaba James Vowles en referencia al mercado de fichajes, con una enigmática alusión al terminar. Hay muchas piezas móviles en marcha, más de lo que la gente podrá ver, pero todo tendrá sentido cuando se conozca todo”.