Carlos Sainz y Lucas Cruz terminaron cansados en el Dakar más duro desde que la prueba llegó a Arabia Saudí, opinión unánimemente compartida en la caravana. La pasada edición ha sido un gran éxito desde todos los puntos de vista. Pero lograr la victoria absoluta, con 61 años, completando todos los objetivos de Audi en su último año del proyecto… Una victoria de imposible sabor más dulce.
“Con los años cuando eres mas joven la vida pasa rápido, y cuando cumples años les das valor a ciertas cosas, disfrutas más de ciertos momentos y te das mas cuenta de situaciones que de joven te dan mas igual. Para mí, para nosotros, esta victoria, por la historia de Audi tiene un valor muy, muy especial, y hemos puesto un poco más alto el récord de ganar el Dakar”.
Por qué ha sido tan especial este Dakar para Carlos Sainz y Lucas Cruz
“Sabíamos que era la última bala que teníamos para dar a Audi esta victoria, que aunque solo sea por la valentía de intentar ganar con este concepto se lo merecería. Explicaba Carlos Sainz, recién aterrizado en Madrid y con evidencias de ese cansancio acumulado durante dos semanas, pero relajado y satisfecho por haber logrado un hito en su vida deportiva, y el Dakar. “Tengo una imaginación muy grande, para buscar grandes sueños, y a veces se hacen realidad”.
Carlos Sainz ponía en contexto todo lo vivido durante este último año para calibrar el valor del triunfo, incluyendo la fallida edición de 2023. “Veníamos del Dakar con una lesión, muy decepcionados, había que analizar bien lo que había fallado frente al año anterior. Este año también había sido complicado, porque ni la en la Baja ni en Marruecos habían ido bien. Afrontábamos el Dakar con un pelín de preocupación”.
¿Y por qué esa preocupación permanente, incluso hasta este último año? “El día que conoces el proyecto, es Audi, sí, pero el primer día que salgo al coche (en el debut del proyecto), damos a un botón, y puff, no arrancó y nos pasamos un día entero para que lo hiciera. Ha habido muchas veces de haber sido la primera vez, y cuando ves tantas primeras veces, ya esperas la siguiente primera vez que te para el coche. Bastaba una primera vez de algo, y se acabó el sueño de ganar el Dakar con Audi. Todos los días hubo alguna bala que esquivar por todo el equipo, porque han estado pasando muy cerquita”.
Prueba de la incertidumbre y el superior valor del triunfo fueron los comentarios de Nasser Al Attiyah antes de empezar la prueba, cuando anticipaba que los Audi “estarían a los tres días en casa”. “Es cierto que en cualquier momento podía pasar algo por la complejidad del proyecto. Pero entramos a responder a quien hizo el comentario en su día, y tampoco hoy, la respuesta está encima de la mesa. Audi es una marca importante como para que los tres coches se fueran a casa a los tres días, era muy difícil”.
Este ha sido el Dakar de los pinchazos
¿Comparten Carlos Sainz y Lucas Cruz la opinión general de la dureza de este Dakar? “Nunca había hecho una etapa de dunas un día y medio seguido, 600 kilómetros. Y no sé si hemos contado los pinchazos, en el pasado eran cuatro o cinco pinchazos en todo el Dakar ¿Este año? Menos un día hemos pinchado todos, y a veces dos. La cantidad de piedras que hemos pasado…Para el peso de nuestro coche la carcasa de los neumáticos no es suficientemente robusta. Hemos tenido quince o veinte pinchazos, dos días se nos ha acabado las ruedas. Un día, porque fuimos hinchando, y otro día Ekstrom nos tuvo que dejar ruedas. De piedras, nunca habíamos hecho un Dakar así”.
¿Y qué se exige al piloto y copiloto para ganar un Dakar como esta última edición? “Ser polivalente, entender bien la carrera en la que ha habido estrategia más que en otras ediciones, sobre todo con esa etapa de 48 horas. Se conduce a la improvisación, a vista, porque no hay notas específicas, vas a lo que ves, y a veces la vista te juega malas pasadas. Hay que ir rápido en piedras y lento en las de trial para no destrozar el coche”.
“En las dunas, fueron 600 kilómetros. En el avión hacia la jornada de descanso me desperté con una pesadilla soñando que me caía detrás de una duna. Es un ejercicio de disciplina, porque a veces frenas más de lo que debes en una duna, y basta que no frenes lo suficiente para que pase lo del año pasado. O rompas en coche en la parte delantera, como le pasó a Nasser. Una piedra a la derecha o la izquierda, y te puedes ir a casa».
Carlos Sainz ensalza la importancia de Lucas Cruz
Carlos Sainz hizo especial hincapié en la aportación de Lucas Cruz para la victoria. “Lucas ha hecho un trabajo, no bueno, fantástico. El mejor que ha hecho conmigo de largo, lo ha hecho tan bien que es el Dakar en que más me ha regañado, en plan cariñoso”, explicaba el madrileño.
“Ha sido muy claro, conciso, ha sido estricto, y ha sido muy preciso en este sentido. Y yo no estoy con Lucas y hemos ganado cuatro dakares por suerte, sino porque hay trabajo detrás, una confianza, sabemos sin hablamos y mirarnos todo entre nosotros después de todo lo que hemos pasado juntos. Es un hombre muy tranquilo, siempre reacciona con calma. Y este Dakar sin él no lo hubiera podido ganar. Quisiera agradecérselo públicamente una vez más”.
Pero también se refirió a otro participante en el trabajo diario. Su hijo Carlos, quien además le dio la sorpresa de aparecer en la meta, algo que el padre no esperaba. “Le quiero dar las gracias a Carlos también, porque tener a alguien que hace una lectura… El tío tiene una buena mente para estas cosas. Cuando hablamos de estrategia, con Carlos hablábamos antes y después de cada etapa. En este sentido ha sido una gran ayuda. A veces cuestionaba, debatía o apoyaba la estrategia. Ha sido una baza sólida, el poder cambiar impresiones, apoyarte, saber que estoy haciendo lo que debo, y el hacia una buena lectura”.
Nada de retirada
“Cuando uno trabaja duro normalmente siempre el resultado se consigue. Decir que tengo una biología de 45 años… No creo que sea así, ni soy Superman ni hay nada especial, solo mucha ilusión, mucho respeto y mucha humildad”, explicaba, cuando se le preguntaba por algunos artículos que hablaban de que biológicamente tenía esa edad en su cuerpo.
“Cada año hay que trabajar más porque tienes más edad. Sí es cierto que, para pelear a toda la gente joven, a los chavales ,tienes que ir bien preparado, sin duda. Si no, es mejor no ir para sufrir, acabando las etapas porque no puedes más o levantar el pie a mitad de etapa. Hemos mantenido el ritmo, y la gente esperaba que hubiera un fallo humano o técnico o no ha llegado”.
Durante estas semanas se rumorea que Carlos Sainz cuenta con varias ofertas, como la de Ford, que estará presente el próximo año en el Dakar con una montura totalmente nueva. “No he perdido para nada esa ilusión, porque si no, no estaría aquí. Me sigue gustando tanto lo que hago. A Lucas le digo, el día que vaya despacio me lo dices, cada carrera se lo digo, porque para mí es una preocupación. Lo más importante no son los años del DNI, sino los que aparecen al final de una especial, esto es lo más importante, lo que cuenta si ganas”.
“Cuando la gente me dice que es el momento de dejarlo… Si pido algo al aficionado, es que respete el momento en que decida parar. Es algo muy personal. Si sigo, creo que me he ganado el derecho a que se respete ese día, porque si te gusta tanto lo que he hago… Si viera que sufro, que no puedo, diría: ya está bien. Pero es que no lo siento así”.