“Será el Dakar más abierto de los últimos años”. Así anticipa Carlos Sainz la edición número 47 su historia. Si habitualmente parte con la etiqueta/tópico como la prueba más dura del mundo, la sexta edición a celebrar en Arabia Saudí tanto la vertiente deportiva como el recorrido de la prueba tendrán sustancia.
“Este Dakar hay que partirlo en dos, porque va a ser muy complicado”, explica el veterano Isidre Esteve, que inicia su vigésima participación en el Dakar. “Habrá que trabajar en equipo más que nunca, será un Dakar difícil para la mecánica que no esté probada. Será un Dakar difícil para los coches nuevos, porque son muchos kilómetros sin entrar en el taller. Siempre el Dakar es difícil, pero este año han dado una vuelta de tuerca para no permitir tanta asistencia mecánica a los equipos”.
El Dakar es La Prueba, con mayúsculas, en el mundo de los raids. El todo o nada para sus protagonistas, tanto como las 24 Horas de Le Mans para el mundo de la resistencia. Un año entero de trabajo y preparación se juega en dos semanas. Con la presente edición, posiblemente dure pocos días para algunos.
Esteve condensa en sus pronósticos varias de las características que distinguen sobre el papel la presente edición. Por un lado, la configuración del recorrido, con un formato diferente al de anteriores ediciones, así la llegada de dos grandes fabricantes que toman el testigo de Audi en una categoría, Ultimate, que cuenta con un mínimo de diez coches aspirantes a la victoria y una veintena extremadamente competitivos. En el mundo de la moto, la pugna será tan encarnizada y épica como siempre.
Un nuevo y diabólico experimento
Desde la llegada a Arabia Saudí, David Castera y su equipo ha ido acumulando experiencia sobre el terreno con diferentes recorridos y tipos de carrera que iba deparando aquel. Como en 2021, cuando los participantes denunciaban un formato demasiado enrevesado con “check point” ocultos para rebajar el ritmo de la primera edición. Para 2025, David Castera ha diseñado un recorrido de formato diferente y un considerable porcentaje de terreno a descubrir.
Isidre Esteve aludía a un Dakar sin tanta asistencia mecánica, otra forma de expresar el titular utilizado por David Castera para el presente recorrido: “Será más de resistencia que nunca”. Y, por tanto, muy estratégica, especialmente en cuatro ruedas, ante el nuevo formato introducido en esta edición.
El presente Dakar aumenta en 480 los kilómetros cronometrados respecto a la edición anterior, con un alto porcentaje de etapas más largas y cercanas a los 500 kilómetros.
En segundo lugar, Castera ha revolucionado la prueba introduciendo en la segunda jornada la doble etapa de casi mil kilómetros. Serán 48 horas de ruta, sin asistencia técnica y con noche fuera del campamento. Una etapa que posiblemente descuelgue a alguno de los favoritos, como en 2024, aunque en este caso se introdujo ya avanzada la prueba. “Pasará algo al cien por cien”, aventura Carlos Sainz. Pero solo dos días después llegará la tradicional etapa maratón, tras la cual tampoco habrá asistencia mecánica.
Se trata por tanto de una primera semana de criba total, en la que pilotos y equipos deberán jugar sus bazas estratégicas tanto en ritmo de carrera como en fiabilidad y trato de la mecánica. De aquí también el aviso de Esteve con las nuevas mecánicas que llegan al Dakar. Es decir, Ford y Dacia.
¿Más? En cinco etapas, coches y motos seguirán caminos separados. Los primeros no encontraran las roderas de los segundos, por lo que abrir pista se convertirá en un hándicap a negociar en las jornadas precedentes. Una dinámica que provoca el efecto acordeón, quien salga atrás un día, lo hará delante al siguiente por el tiempo recuperado según el orden de salida.
Quien llegue vivo y con opciones a la segunda semana, la caravana se empachará de un elevadísimo porcentaje de recorrido con dunas en el Empty Quarter saudí.
Sin olvidar el apartado mecánico con una importante novedad en esta edición. La FIA introduce el Torque Meter, un sensor para detectar cualquier exceso de potencia sobre los 360 CV máximos que permite el reglamento, con un sistema de sanciones con tiempo añadido para las monturas que superen los límites.
Dacia, con otro traje
2025 marcaría un hito en la historia de la prueba si algunas de las dos marcas debutantes, Dacia y Ford, ganaran en su debut. Tema debatible para algunos según se considere el proyecto del Grupo Renault para el Dakar. «El Dacia no es un coche nuevo a nivel de fiabilidad y tiene la experiencia de lo anterior. Viendo Marruecos, que ganaron, diría que Dacia está un paso por delante ,pero hay mucha igualdad», apuntaba Sainz antes de viajar a Arabia Saudí.
Dacia llega al Dakar con una potente escuadra y gran despliegue de medios, aunque vistiendo el anterior Hunter de Prodrive, con varios años de competición a cuestas. Un extenso programa de pruebas ha rediseñado y renovado la montura, ahora rebautizada como Sandrider, que logró el doblete en el pasado Rallie de Marruecos.
Tampoco se ha reparado en fichajes, incorporando al cinco veces ganador Nasser Al Attiyah y a Sebastian Loeb, pendiente de lograr el último gran objetivo deportivo en su exitosa carrera. Junto a semejante dúo, la española Cristina Gutiérrez será la segunda piloto oficial femenina de la historia, también la segunda en ganar etapas y una categoría, la Challenger de 2024, siguiendo así la estela de Jutta Kleinschmidt (Mitsubishi y Volkswagen, y ganadora de la edición de 2001).
Ford, a cambiar la historia
“Siempre intentamos cambiar la historia del automovilismo y sabemos que en la historia del cross-country nadie ha ganado el Dakar con un proyecto completamente nuevo, pero queremos intentar convertirnos en ese equipo que lo haga”, señalaba Nani Roma, quien ha trabajado con M-Sport desde las pantallas de los ordenadores para crear el nuevo Ford Raptor T1+, el arma del fabricante americano para su proyecto en el Dakar.
Carlos Sainz se unía al terminar su contrato con Audi. El español ha triunfado con los cuatro proyectos oficiales en los que ha competido en el Dakar, y lograrlo con Ford en 2025 representaría un espectacular hito personal en la historia de la prueba. Batiría así por tercera vez su propio récord de veteranía, (a punto de cumplir 63 años) con el quinto fabricante, rompiendo así el tabú del debutante al que aludía Roma.
“Se ha trabajado en la dirección correcta, la prueba de algodón será el Dakar”, explica un ultra exigente Sainz quien, junto con Roma, confirma la buena base técnica y de comportamiento del Raptor, una maquina “tecnológica, moderna y sofisticada” tras casi 17.000 kilómetros de test.
Con un motor V8 atmosférico de 5 litros, Ford ha desarrollado una amortiguación específica y distinta a sus rivales con Fox. El desierto, las pistas y las piedras esperan a la nueva montura americana. “El Rally Dakar es un rally muy duro y, sin duda, la marca que más fiabilidad tiene en estos momentos es Toyota. Después, Mini, y después Dacia” avanzaba Nani Roma.
Mini y Toyota, los veteranos
Toyota compite nuevamente con el Hilux GR DKR Evo, vehículo su trayectoria final como montura dakariana. Tras la marcha de Nasser Al Attiyah y la remodelación de su estructura, el fabricante japonés decidió rejuvenecer su plantel de pilotos. Lucas Moraes y Seth Quintero serán su punta de lanza, acompañados por el veterano Giniel de Villiers, además de Henk Lategan, Guy Botterill y Saood Variawa, el hijo del nuevo propietario del equipo. Sin olvidar a Yazeed Al-Rajhi, con su estructura.
Mini será el cuarto fabricante en liza con la estructura semioficial de X-Raid. Este año, un Mini súper evolucionado cuenta ahora con una motorización de gasolina que ha mejorado su ritmo y prestaciones. Cuentan en sus filas con uno de los pilotos de mayor potencial a decir de sus veteranos colegas, el portugués Joao Ferreira y Guillaume de Mévius, que terminó segundo en el pasado Dakar.
En la categoría de moto, KTM y Honda se enfrentarán nuevamente por el triunfo, logrado en la última edición por Ricky Brabec y la marca nipona. Frente a ellos, Hero, Sherco y Gas Gas.
A destacar las opciones de dos pilotos españoles para la victoria o un puesto entre los cinco primeros. Especialmente, Tosha Schareina quien destacó desde su llegada al Dakar hace tres años y fue fichado por Honda la marca japonesa gracias a su espectacular rendimiento también en el Campeonato del Mundo. El valenciano es la gran esperanza para devolver al motociclismo a la victoria tras Nani Roma y Marc Coma, y buscando resarcirse de la pasada edición, en la que abandonó en la primera jornada por un absurdo accidente.
Por su parte Lorenzo Santolino, oficial de Sherco, cuenta con la consistencia y experiencia para entrar entre los cinco primeros a pesar de que ni su moto ni su estructura pueden competir con las dos grandes favoritas. Y sin olvidar a la gran sensación española Edgar Canet, quien debuta en el Dakar con KTM y tan solo 19 años tras una meteórica carrera. En el prólogo terminó en un sorprendente tercer puesto, y sin duda se trata de una de las futuras estrellas dakarianas de la categoría.
