Al terminar el primer Gran Premio de Bahrein, primera cita de la temporada, Max Verstappen y Red Bull lograban el triunfo y el doblete con 25 segundos con el tercer clasificado, el Ferrari de Carlos Sainz. En Monza, el holandés terminaba a 37 segundos de Charles Leclerc, la derrota más apabullante de la temporada. Hasta el pasado el GP de España, Verstappen ganaba cinco de las siete primeras carreras. No ha vuelto a subir a lo más alto del podio desde entonces.
“El año pasado teníamos un gran coche, que era el más dominante de la historia. Básicamente lo hemos convertido en un monstruo», denunciaba el piloto holandés tras la carrera italiana. “En este momento, ambos campeonatos no son realistas. Básicamente, hemos pasado de un coche muy dominante a un coche inmanejable en el espacio de seis a ocho meses».
Tercer monoplaza de ‘efecto suelo’ de Red Bull, ganador en 2023 de todas las carreras menos Singapur (Carlos Sainz) el sorprendente declive del RB20 ha provocado todo tipo de teorías: golpe técnico de la FIA a una de sus soluciones técnicas claves en su rendimiento, una involución en su desarrollo técnico o, por último, la marcha de Adrian Newey, que desde 2025 se integrará en Aston Martin, como dentro de pocos días se anunciará públicamente.
¿El tornillo se ha pasado de rosca?
La FIA se ha encargado de descartar a los cuatro vientos que Red Bull estuviera incluido entre los potenciales usuarios de un sistema de frenos asimétrico que garantizara la corrección de giro con una distinta presión en las esquinas del monoplaza. El reglamento técnico de 2026 ha sido recientemente corregido por la FIA para neutralizar esa posibilidad en el futuro, lo que levantaba sospechas de que se pretendiera cerrar una laguna legal aprovechada ya en 2024. Al parecer, ningún equipo la ha usado hasta el momento. Al menos, según la propia Federación.
Sin embargo, ya desde hace varias carreras, desde Red Bull se ha hecho hincapié que el actual concepto de su monoplaza empieza a tocar techo. “Quizás hemos ido un poco más allá en complejidad, y quizás necesitemos simplificar algunas cosas. Hemos tocado techo en ciertas áreas y el monoplaza está desconectado. A veces, tal vez, tener un poco menos de carga pero un mejor equilibrio general generará un mejor tiempo de vuelta, una mejor degradación y una mejor gestión de los neumáticos”, explicaba Christian Horner tras el peor resultado de su equipo en 2024. Luego se volverá sobre ello en referencia Adrian Newey.
“Las actualizaciones recientes tenían como objetivo aumentar la carga del coche, que ahora está desconectado de la parte delantera y trasera, algo que podemos ver”. En pocas palabras, la causa principal del bajón del RB20 se justificaría en que el monoplaza austríaco contaba con algunos problemas inherentes, magnificados por la necesidad de responder a la creciente presión de sus rivales. Por decirlo coloquialmente, el tornillo se habría pasado de rosca.
“Si analizamos los datos, al principio del año ya había problemas con las características. Obviamente, otros han dado un paso adelante y, a medida que hemos ido mejorando el conjunto, se ha puesto de manifiesto el problema”, explicaba Horner. “Si analizamos los datos, el año pasado hubo algunas carreras en las que empezamos a ver esto, en Austin y otras. Por lo tanto, creo que es una característica que sabemos que tenemos que abordar”.
La posición de Newey en Red Bull
Que haya coincidido la marcha de Adrian Newey con la pérdida de competitividad del RB20 es una correlación de causa y efecto natural. Sin embargo, en el seno de Red Bull, su organización técnica no era dependiente ya del criterio de un solo individuo y su visión, por muy genial que Newey se haya mostrado a lo largo de su historia.
Para comprender la posición de Newey en los últimos años, habría que remontarse a 2014, cuando Ferrari hizo una desmayante oferta al británico, “propia de una superestrella de cine”, como la calificaría Horner. Desmotivado ante la falta de rendimiento de su equipo con los motores híbridos de Renault, Newey buscaba nuevos desafíos. Horner consiguió convencerle para su continuidad creando Red Bull Technologies. Un acuerdo con Aston Martin permitió la creación del Valkirie, obra de Newey, quien quedó como consultor de alto nivel del equipo de Fórmula 1.
Aportaba su criterio, pero no su energía en el día a día, como también lo confirma la reciente presentación del espectacular RB17, un impresionante superdeportivo al que Newey su equipo de Red Bull Technologies ha dedicado los últimos años, un trabajo incompatible con la labor cotidiana en el equipo de Fórmula 1.
“Tengo la suerte de contar con un grupo de gente realmente bueno en Milton Keynes y es un equipo muy bueno”, explicaba el propio Newey para ilustrar su posición. “Todos los equipos de Fórmula 1 son grandes equipos de ingeniería. En términos de participación en las reuniones, pongo mi granito de arena, pero son los chicos los que plantean esas ideas y tal vez elaboran una lista y se van y hacen el trabajo”.
Newey y los coches de efecto suelo actuales
Entonces ¿Cuál ha sido la aportación de Adrian Newey con los actuales monoplazas de efecto suelo? Porque tras un arranque competitivo pero titubeante, la evolución del RB18, 19 y 20 ha sido fulgurante. Hasta hace pocas fechas. “Específicamente, en el RB18, diseñé la suspensión trasera y delantera y algunas otras cosas”, explicaba el británico, quitando importancia a su aportación.
En realidad, Newey hizo mucho más: inspirar la filosofía básica para afrontar el efecto suelo que, a diferencia de sus rivales, dio en el clavo desde el primer momento, cuando la mayoría de los monoplazas ‘wing car’ sufrieron con el fenómeno del ‘bouncing’, el rebote tóxico surgido en determinadas circunstancias y que obligaban a elevar la altura de los coches sobre el asfalto, y la consiguiente pérdida de rendimiento.
Sin embargo, Newey contaba con experiencia en los monoplazas de la primera generación, allá por finales de los setenta y primeros ochenta. El ingeniero británico recordaba cómo en su primera sesión en pista con el equipo Fittipaldi, el coche botaba tanto “que se podía ver la luz del día entre las ruedas delanteras”.
Newey fue así el inspirador de la configuración de las suspensiones y su recorrido, así como su vital interrelación con el fondo del monoplaza y su diseño, en el que se concentra el mayor peso específico de la carga aerodinámica. Newey habría inspirado una configuración de los pontones internos diferente a las de sus rivales, sacrificando carga aerodinámica última a favor de un rendimiento más homogéneo en todo tipo de condiciones, curvas y circuitos. Algo tendrá el agua cuando la bendicen la ristra de victorias del RB18, 19 y 20. Aunque el monoplaza actual parece haber tocado techo.
“Algunos deberían despertar un poco”
El responsable técnico oficial de Red Bull es Pierre Wache, aunque Newey figure como ingeniero jefe. Algunas voces en el paddock susurran la idea de que la participación -o asesoramiento- de Newey habría decaído en los últimos tiempos, orillado por el equipo técnico actual. En concreto, con la evolución actual del RB20 en la presente temporada. Rumores que apuntan a que Newey no estaba de acuerdo con la línea seguida con la extrema evolución del coche respecto al RB19 con la que se empezó la actual temporada.
De modo que, quizás el actual equipo técnico no escuchaba los ‘consejos’ de quien , en realidad, había inspirado la filosofía de los monoplazas de efecto suelo actual. “Creo que algunas personas deberían despertar un poco. No es necesario entrar en detalles sobre quiénes son», apuntaba crípticamente Max Verstappen tras el pasado Gran Premio de Hungría, cuando la mayor evolución introducida en el RB20 hasta el momento tampoco había funcionado como avanzaban las simulaciones y túnel de viento.
Además del conflicto interno de Red Bull de los primeros meses de 2014, quizás la menor influencia de Newey en el departamento técnico coadyuvarán a su marcha. Aston Martin le espera ahora con las puertas abiertas para que aporte su toque de magia en aquellos momentos donde más disfruta el genio británico: el reglamento de 2026. Solo falta saber si Fernando Alonso estará entonces a los mandos.