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sábado, 23 noviembre 2024

El Porsche 911 Carrera RS 2.7 cumple 50 años

Hace 50 años, Porsche presentó una variante del 911 para correr en circuito y en rallyes: el Carrera RS 2.7. Fue el precursor de sucesivas generaciones RS del 911 que, como el original, constituye el vínculo más directo entre la competición y la carretera. Esta es la historia del Porsche 911 Carrera RS 2.7.

‘Cola de pato’, ‘R’ o ‘2.7’. El Porsche 911 Carrera RS 2.7 tiene muchos apodos hoy en día. Fue el coche de producción alemán más rápido en su época y el primer modelo de serie con un spoiler delantero y uno trasero, el que le dio el sobrenombre ‘Entenbürzel’ (cola de pato). Porsche estableció así una tendencia en 1972: el spoiler trasero en coches para circular por carretera.

Fue hace unos 50 años cuando Porsche comenzó a desarrollar el 911 Carrera RS 2.7. “Estaba destinado a ser un vehículo para homologarlo en competición, un deportivo muy ligero y rápido”, recuerda Peter Falk, entonces Jefe de Pruebas de Vehículos de Producción en Porsche. Se convirtió en un coche de circuito y rallyes con muchas innovaciones técnicas, fue la versión más potente de la primera generación del nuevo deportivo de Stuttgart y el primer 911 con el apellido Carrera.

Alrededor de 15 ingenieros se ocuparon del desarrollo a partir de mayo de 1972. Entre ellos estaban Tilman Brodbeck y Hermann Burst, además de otros responsables de producción. Todos ellos trabajaron intensamente para mejorar el peso, la aerodinámica, el motor y el chasis.

Inicialmente, Porsche tenía prevista una producción de 500 unidades y la homologación del 911 Carrera RS 2.7 en el Grupo 4, los coches GT especiales. Por ello se convirtió en un vehículo apto para uso en carretera que los clientes también pudieron utilizar en competición. El 5 de octubre de 1972 se presentó en el Salón del Automóvil de París, en la Puerta de Versalles, ya finales de noviembre ya se habían vendido los 500 previstos.

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Primera vez que aparece el nombre Carrera

Porsche buscó un nuevo nombre para distinguir claramente su 911 más potente. Por primera vez la inscripción Carrera adornó el lateral entre las ruedas. Junto a la palabra española, las siglas RS en el alerón trasero significaban ‘rennsport’ (competición en alemán).

El nombre de la versión proviene de la Carrera Panamericana. En 1953, con el 550 Spyder, Porsche consiguió la victoria en su categoría. En 1954, además, un tercer puesto absoluto también con el 550 Spyder, frente a rivales con motores de cilindrada muy superior. Esto llevó a la marca a adoptar el nombre de esa prueba.

En los años siguientes, Porsche adquirió el nombre de Carrera para los vehículos más potentes con el motor Fuhrmann de cuatro árboles de levas de 1954, como el 356 A 1500 GS Carrera o el 356 B 2000 GS Carrera GT. En el Porsche 904 Carrera GTS de 1963, la inscripción figura la parte trasera y en el 906 Carrera 6 de 1965, en la aleta tras el paso de rueda delantera.

Es decir, era el nombre ideal para la futura versión superior del 911. “Queríamos asignar el ya famoso nombre Carrera a un modelo de producción en serie y pensamos en la mejor manera de representarlo”, recuerda Harm Lagaay, diseñador de Porsche en aquella época .

Además de la inscripción Carrera, Porsche ofrecerá otras características distintivas: una gama de 29 tonos de pintura, algunos de ellos brillantes, de los que llegaron a producción 27, incluyendo colores como el Amarillo Bright, el Rojo o el Naranja Blood. Además, Porsche también cumplió con las solicitudes de color individuales de los clientes.

Las llantas iban a juego con el tono de la carrocería o con las inscripciones Carrera en los laterales, que podrían llevar colores como el rojo, el azul o el verde para los vehículos blancos. El significado destacado de las letras Carrera persiste hasta hoy, al igual que la famosa abreviatura RS, que aparece sistemáticamente en los 911 especialmente deportivos.

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