Por octavo año los estudiantes de Skoda nos sorprenden con un ambicioso proyecto que realizan como trabajo de fin de curso. En esta ocasión toman como punto de partida el exitoso Skoda Kamiq, que convierten en un auténtico vehículo de competición.
Al igual que la inmensa mayoría de los SUV urbanos, el Skoda Kamiq no es precisamente un vehículo especialmente emocionante. Sin embargo tras pasar por las manos de los estudiantes de Skoda la cosa cambia… para bien. Y es que los integrantes de la escuela de formación profesional de la compañía checa dan mucha vida al modelo de mayor éxito de la gama a día de hoy.
Un Skoda Kamiq como base para el último proyecto de los estudiantes de Skoda
Lo hacen creado este impresionante Afriq, presentado como un prototipo concebido para llegar donde ningún Kamiq ha llegado antes. Para conseguirlo, lo primero que hacen es instalar un avanzado sistema de tracción a las cuatro ruedas, que lo hereda de un Skoda Octavia. Este es un detalle que hay que tener muy en cuenta, porque no hay ningún vehículo del Grupo Volkswagen nacido desde la plataforma MQB A0 que cuente con tracción total.
Del mencionado Skoda Octavia este Skoda Afriq también recibe un poderoso motor 2.0 TSI. Este bloque genera 190 CV de potencia y 320 Nm de par motor, además de que se acompaña de una transmisión DSG de 7 velocidades. Por si no fuera suficiente, los estudiantes de Skoda también modificaron su sistema de escape y transformar por completo toda la parte inferior de la carrocería del Kamiq original. En este Skoda Afriq remata la jugada la llegada de una suspensión trasera del tipo multibrazo, mucho más avanzada que la barra de torsión usada en la MQB A0.
Inspirado en el Skoda Fabia Rally2 Evo
Otra cambio que salta a la vista es que la carrocería del Kamiq original ha perdido dos puertas. Y es que las dos traseras se han soldado para aportar rigidez al conjunto. Además poco importa, porque toda la parte trasera del habitáculo ha dejado paso a una completa jaula de seguridad. El sensacional Skoda Fabia Rally2 Evo sirve de punto de inspiración para crear la decoración que da color al exterior de este Afriq. Y no solo eso, sino que de ese Fabia también hereda la toma de refrigeración ubicada en el techo, el alerón posterior o las luces adicionales de la parte frontal.
El interior se ha vaciado por completo, pero se instalan dos asientos de carreras, también heredados del Fabia Rally2 Evo. Como el volante, el tablero o los arneses de seguridad de seis puntos. Los estudiantes de Skoda también han instalado en este Afriq un sistema de extinción de incendios, cámaras interiores, intercomunicadores, además de un sistema de navegación frente al asiento del acompañante.
Con un generador de agua potable a bordo de este Afriq
La empresa israelí Watergen ha desarrollado uno de los elementos más significativos en el último proyecto de los estudiantes de Skoda. Y es que han ideado un generador de agua potable que se instala en la parte trasera del Afriq. Este consigue generar agua potable de la humedad del aire ambiente en un proceso de cuatro pasos. Inicialmente un ventilador aspira el aire y luego un filtro elimina residuos y el polvo para enviar ese aire purificado a través de un intercambiador de calor donde el agua se condensa.
El siguiente paso es llevar el agua a través de un filtro en cascada para que esta sea aún más pura, mientras la luz ultravioleta se encarga de destruir los microorganismos y de descomponer los productos químicos nocivos.
El octavo proyecto de los estudiantes de Skoda
Con todo ello hablamos de un vehículo prácticamente de competición, el cual se conforma con un peso de 1.350 kilos. Su carrocería también se estira considerablemente hasta los 4,36 metros de largo (12 centímetros más que un Kamiq). También se asienta sobre unas llantas firmadas por OZ Racing. Estas tienen tienen 15 pulgadas y unos neumáticos ideados por Pirelli. Del anterior Skoda Octavia también se recicla su sistema de frenos original, más potente que el de cualquier Kamiq. Y como no podía ser de otra manera, sus suspensiones también provienen del mundo de la competición, pero dejan su carrocería a 190 milímetros del asfalto, dos más que el resto de los Kamiq.