«Por supuesto, al ser la primera carrera, es un viaje a lo desconocido porque no conocemos la competitividad de los demás. Creo que tenemos un buen coche, aunque parece que Ferrari está en mejor forma que la semana pasada. No sabemos dónde está Mercedes y, por supuesto, Fernando (Alonso, y Aston Martin)». Antes de subir el telón de 2023 en el Gran Premio de Baréin, Christian Horner verbalizaba en la parrilla de salida las primeras incógnitas para la temporada que estaba a punto de arrancar. Al caer la bandera a cuadros, Fernando Alonso y Aston Martin se encargaron de maquillar la desoladora primera respuesta que ofreció el equipo austríaco con su brutal doblete.
“A veces incluso estábamos un segundo por vuelta atrás. Red Bull están en una categoría diferente, así que tenemos que trabajar, encontrar algo porque de esa manera lucharemos». Poco antes, el monoplaza de Charles Leclerc se había quedado parado por una avería mecánica. “Después de la prueba, creo que esperábamos estar equivocados al predecir, pero teníamos razón. Estamos muy lejos de ellos en ritmo de carrera, y eso fue desafortunadamente inesperado». Ferrari ofrecía también sus primeras respuestas, no precisamente alentadoras. Carlos Sainz sucumbiría en los compases finales de la prueba con otro de los grandes temores del equipo italiano, talón de Aquiles de la pasada temporada y, de momento, parece que también en la actual: la degradación. El madrileño fue presa fácil en los compases finales del ‘tiburón’ de la carrera, Fernando Alonso. Sin embargo, aunque el español fue el primer monoplaza ajeno al equipo austríaco en la meta, llegó a casi medio minuto de ventaja.
¿Toto Wolff y Mercedes? “No hubo nada positivo que podamos sacar de esta carrera. Nos falta ritmo. Los pilotos tienen que atacar, y eso daña los neumáticos. Red Bull está en otro planeta. Aston Martin tiene el segundo coche más rápido. Fue una verdadera llamada de atención para nosotros”. Nunca en la historia de la era híbrida el equipo alemán había sido superado por un cliente de sus motores desde 2014. Quinto Hamilton y séptimo Russell, el resultado de Baréin ofrecía incluso una desoladora proyección para Mercedes.
Durante un año, y también en este arranque de 2023, sus técnicos habían perseverado para intentar plasmar en la pista las cifras virtuales que obtenían con el W13 del pasado año. Se trataba de uno de los tres principales conceptos aerodinámicos con los que se interpretaba el nuevo reglamento, los otros, Red Bull y Ferrari. Que el AMR23 haya superado en su primera aparición al W13, a igualdad de motor, obligará a Toto Wolff y los suyos a un cambio de timón importante. Porque corren el peligro de convertirse en el cuarto equipo de esta incipiente jerarquía de 2023. Los fueron en el Gran Premio de Baréin.
Apabullante victoria de Verstappen, pero el interés lo concitó Fernando Alonso
De los cuatro gladiadores que aspiraban a la victoria, dos quedaron tendidos en el suelo. La apabullante victoria de Max Verstappen y el doblete de Red Bull hubieran provocado una instantánea desmoralización ante las perspectivas de un paseo militar del equipo austríaco esta temporada de no ser por la sorpresa de Alonso y Aston Martin. «Red Bull tiene este campeonato asegurado, no creo que nadie vaya a pelear con ellos este año. Espero que ganen todas las carreras de esta temporada, esta es mi apuesta» se atrevió a pronosticar George Russell al terminar, ofreciendo una primera fotografía. «Con el rendimiento que tienen, no veo a nadie que los plante cara. Es posible que no obtengan la pole todo el tiempo, porque sabemos que Ferrari es muy competitivo en la calificación pero, cuando se trata de ritmo de carrera, creo que están en una posición muy, muy fuerte».
Es aquí donde Fernando Alonso y Aston Martin consiguieron galvanizar el panorama inicial en 2023, con el aliciente inesperado de su irrupción en el podio. Incluso hasta para el propio piloto cuando fichó en julio por el equipo británico, algo que el español no paró de repetir durante todo el fin de semana. «Tuve la misma sensación de la pretemporada, (durante el viernes y sábado) como que era demasiado bueno para ser verdad, siempre estabas esperando que da un paso atrás y volviéramos a la realidad. Pero el rendimiento parece real”, reconocía un eufórico Alonso al bajarse de su monoplaza y ante un escenario que se antojaba enterrado estos últimos años: contar una máquina verdaderamente competitiva, quizás incluso ocasionalmente aspirante a la victoria.
Fernando Alonso aludía a esas prometedoras sensaciones de pretemporada, a las dos jornadas de entrenamientos libres que situaban al AMR23 provisionalmente en lo alto de la tabla, aún por definir su posición entre Ferrari y Mercedes. El Gran Premio de Baréin confirmó todas esas expectativas y que los anhelos del piloto se hacían realidad, eso sí, con una pequeña ayuda por parte de Ferrari.
Sin embargo, tampoco hubo regalos para Fernando Alonso. Tuvo que trabajar a brazo partido en cada uno de los decisivos duelos de la carrera: Russell, Bottas, Hamilton y, para terminar, Carlos Sainz. ¿Hubiera alcanzado a Leclerc? Quizás, de no haber perdido las dos posiciones iniciales en la primera vuelta frente a los dos Mercedes. Sin embargo, el AMR23 ha confirmado dos virtudes que han entusiasmado al piloto español, y que corroboran sus ilusiones: efectivamente, la degradación en carrera es una de las virtudes de su nueva montura, que también ofrece la cualidad más codiciada para un piloto: “el coche era delicioso para conducir y podría haber pilotado durante otra hora o algo así, solo en la pista”. Manejable, predecible y consistente de reacciones, en manos de Fernando Alonso supondrá un arma letal en determinadas circunstancias. Por primera vez en una década dispondrá de un coche potencialmente ganador. Aunque, en este caso, necesitará la ayuda y permiso de Red Bull.
Fernando Alonso, muy feliz con el trabajo del equipo
“Un podio tal vez no estaba en el radar en 2023, y nos encontramos con el segundo mejor coche hoy en Baréin, de todo el fin de semana, solo detrás de Red Bull. Es un poco sorprendente, pero estamos extremadamente orgullosos, felices con el trabajo realizado en Silverstone en la fábrica”, predicaba el español al terminar el gran premio. Muy a su pesar, Toto Wolff también señalaba al AMR23 “como el segundo mejor coche”. Sin embargo, tal y como Alonso avisaba, las pistas de Jeddah y Albert Park, de configuraciones y asfalto muy diferentes, servirán para contrastar las primeras conclusiones del Gran Premio de Baréin.
“Hemos acabado donde merecíamos”. Desgraciadamente para Carlos Sainz, era el propio Alonso quien le arrebataba el podio a falta de diez vueltas y tras el abandono de Charles Leclerc. En todo caso, se confirmaron los temores del equipo italiano antes de comenzar la carrera. La pretemporada ya había avisado. “En cuanto he intentado luchar con Fernando me he cargado los neumáticos, y luego venía Hamilton detrás” explicaba Sainz tras la carrera, “los he podido recuperar, pero te dan muy poco margen, a la mínima que tiras, te comes las ruedas. Es una asignatura que tenemos pendiente, y que intentaremos desarrollar a lo largo del año. Está claro que este circuito no iba a ser el nuestro por la degradación que hay, sabemos desde el año pasado que es nuestra asignatura pendiente». Parece que lo es todavía en 2023.
La próxima cita, en Jeddah, Arabia Saudí. Su trazado ofrece una configuración radicalmente diferente, una nueva piedra de toque para esta provisional jerarquía que ha deparado la primera carrera de 2023. Ojalá George Russell se equivoque totalmente.