La Fórmula 1 se despertaba este pasado martes con varias noticias casi simultáneas en el paréntesis previo a los últimos tres grandes premios de la temporada. Cada una en su campo, pueden contribuir a cambiar la Fórmula 1 en los próximos meses. Alpine y Mercedes, la destitución sorpresiva del director de carrera, Neils Wittch, y del director técnico de Aston Martin, Dan Fallows, y el nuevo formato de presentación de la temporada de Formula 1 en 2025.
De fabricante a cliente
Llegó el final de una crónica anunciada. Con un escueto comunicado, Alpine anunciaba oficialmente que utilizará desde 2026 las motorizaciones de Mercedes, incluida la caja de cambio. En pocas palabras, el segundo fabricante oficial presente en la Fórmula 1 y con más larga tradición en el apartado de las motorizaciones se convierte en cliente de otro equipo y multinacional.
Semanas antes, el Grupo Renault había anunciado que su división motorista en Viry Chatillon se dedicará a partir de 2026 a otras labores. Se cerraba así una historia que se remonta a 1975, cuando Renault Sport empezó a desarrollar la tecnología turbo que introdujo en 1977 y revolucionó la industria del automóvil. 43 años después, se acaba su historia en la Fórmula tras 38 versiones distintas de motor, 12 campeonatos de equipos, 11 de pilotos, 169 victorias, 213 poles y 741 grandes premios.
El pragmatismo se ha impuesto
La decisión certifica el fracaso técnico de Renault que, de contar con varios clientes a renunciar a su propia motorización en ocho años, recibe un varapalo de imagen con la renuncia al nuevo reglamento de 2026. Pero el pragmatismo se ha impuesto, abriendo quizás la puerta a un nuevo modelo.
La decisión de Luca de Meo tras un estudio de viabilidad previo podría modificar el esquema de los equipos de Fórmula 1 en el futuro. Si un fabricante oficial renuncia al desarrollo de su propia tecnología de motores para convertirse en cliente de otro, con el consiguiente ahorro financiero, por qué no podrían otros cuestionarse el doble esfuerzo de desarrollar complejos chasis y motorizaciones.
A partir de 2030 se abrirá un nuevo reglamento, y quizás alguno de los fabricantes actuales podría cuestionarse la viabilidad de llevar a cabo grandes inversiones en este campo que podrían dedicarse a optimizar sus equipos en tiempos de restricciones presupuestarias. Nunca faltarán, se supone, motoristas en la Fórmula 1. Pero que un histórico fabricante renuncie a su identidad dá que pensar.
¿Y si ahorro de Renault redunda en un monoplaza más competitivo? ¿Y si gracias a la concentración de recursos un cliente pueda batir a un equipo oficial con doble estructura, equipo y motorista?
¿Posible venta de Alpine?
Al margen de esta dinámica, la decisión de Renault también podría abrir la puerta a una posible venta del equipo, ya desvinculado de un activo difícil de trasladar a terceros.
En los últimos tiempos, Luca de Meo ha negado rotundamente esta posibilidad, defendiendo el futuro incremento de valor del equipo en los últimos tiempos, con 2026 como fecha de potencial mayor revalorización. Sin embargo, nada impide que Renault vender su equipo a partir de entonces. De momento, poco diferencia a un Haas con motores clientes de Ferrari a un Alpine con motorizaciones del fabricante alemán.
Aston Martin saca la espada
Esta semana también se ha conocido la destitución de Dan Fallows como director técnico de Aston Martin. El equipo británico ni siquiera ha esperado a terminar la temporada.
La decisión confirma el fracaso técnico de Aston Martin durante este pasado año y medio. Desde aspirar al podio en 2023 ha convertirse en el “penúltimo o último equipo de la parrilla”, como apuntaba recientemente Fernando Alonso. Ciertamente, en el pasado Gran Premio de Brasil ya fue el caso, cuando el AMR24 fue, por diferentes factores, una verdadera pesadilla para sus pilotos.
En Interlagos estuvo presente el nuevo máximo responsable del equipo y CEO, Andy Cowell, testigo directo del mayor descalabro del equipo en estas dos temporadas. Quizás con afán de hacer sentir su nuevo liderazgo, Cowell ha desplazado a Fallows de su puesto días después.
En todo caso, la decisión representa el pistoletazo de salida para el desembarco de Adrian Newey y la profunda reestructuración técnica que supondrá en Aston Martin, el inicio de una nueva era en un equipo con aspiraciones a luchar con los cuatro grandes a partir de 2026.
El ingeniero británico ya avisó en su presentación que llega con plenos poderes en el área técnica a partir de marzo de 2026, y dispuesto a ejercerlos. Queda la duda de si la salida de Fallows indica que Aston Martin aún quiere corregir el tiro en 2025. Porque el futuro del equipo verde se antoja muy negro con la actual situación.
Catarsis en la FIA
El mismo día que surgían las noticias anteriores se conocía otra con impacto para el desarrollo de la Fórmula 1 fuera del asfalto, incluyendo este final de temporada con tres carreras y los dos títulos en juego.
El director de carrera Niels Wittich desde 2022 (tras polémica salida de Michael Massi) ha dejado su puesto con efecto inmediato. Aunque oficialmente se trataba de una decisión consensuada con la FIA, el propio Wittich ha filtrado que en realidad ha sido despedido.
¿Por qué semejante decisión en momentos cruciales para el campeonato? Cabe suponer que la FIA, es decir, su presidente, Mohammed Ben Sulayem, haya entrado en conflicto con Wittich, bien por discrepancias en la gestión de los grandes premios y de los incidentes de carrera, o bien su marcha se ha precipitado tras el reciente y duro comunicado de los pilotos en los que cuestionaban duramente al presidente. A fin de cuentas, Wittich es miembro activo en todo lo referido a los pilotos, nexo también entre la FIA y estos.
En los últimos grandes premios (Austin y México) se ha exacerbado la polémica sobre la aplicación del reglamento, especialmente con Max Verstappen como protagonista. Si la FIA ha estado en disparadero en este apartado desde el principio de temporada, Wittich podría ser el cabeza de turco para Mohammed Ben Sulayem, quien buscaría otro tipo de autoridad y personalidad para acotar y poner orden la dispersión de criterio para juzgar los incidentes en pista. ¿Había perdido la FIA y los equipos la confianza en Niels Wittich?
Por otro lado, la destitución ha seguido al duro comunicado de los pilotos que ha seguido a la polémica por el uso del lenguaje que costó una discutida sanción a Max Verstappen. Los pilotos cuestionaban en un duro comunicado política impulsada por Ben Sulayem para controlar las expresiones de los pilotos.
“No nos trates como críos, y cuando te dirijas a nosotros, hazlo con otro tono”, venían a decir la asociación que los reúne (GPDA), “y en cuanto a las sanciones económicas que nos pones, ni son apropiadas, ni tampoco nos dices en qué se gasta el dinero que nos cobras”, sería el resumen. Un tortazo en toda la cara del presidente ¿Le ha pasado factura Ben Sulayem a su director de carrera por no haber sabido controlar los ánimos de los pilotos?
En todo caso, la salida de Wittich se une a un larguísimo rosario de ejecutivos de la FIA desde la llegada de Ben Sulayem. La cabeza del ya anterior director de carrera es una más, lo que quizás señala a un modelo de gestión personalista bajo el que nadie quiere o puede trabajar.
¿Una nueva forma de presentar la temporada?
Y, para terminar, otra noticia que podría modificar el tradicional arranque de cada campeonato. La FIA anunciaba que el 18 de octubre se llevará a cabo la primera presentación colectiva de la Fórmula 1 para un nuevo campeonato. Será en Londres, en un escenario abierto al público, con todos los monoplazas y sus nuevas libreas y los veinte pilotos presentes.
¿Se terminará la tradicional pretemporada de presentaciones individuales, en la que cada equipo disfrutaba su jornada como protagonista, con el consiguiente impacto comercial y mediático? ¿Cuál será el formato a partir de este acto público en Londres? ¿Mantendrá su independencia cada equipo? Pronto lo sabremos.