Los títulos del campeonato del mundo 2022 están ya resueltos en las últimas carreras, pero no ha sido óbice aún para que la intensidad de la Fórmula 1 haya decaído en su recta final. El Gran Premio de Brasil se convirtió en una fuente de noticias singulares, incidentes y polémicas, además del singular hito que significó la victoria para George Russell y Mercedes.
El contundente triunfo del británico ofrecía una doble significación. Por un lado, Russell se quitaba la losa de la primera victoria pendiente. “Me quedé impresionado de cómo comencé a llorar, para ser sincero, nada más cruzar la línea de meta. En la vuelta a boxes (después de la bandera a cuadros) vuelta, todos estos recuerdos volvieron a aparecer. Comenzando con mi madre y mi padre en el karting”, confesaba entre lágrimas al bajarse de su coche, “pasando por todo el apoyo que he tenido del resto de mi familia, mi novia, mi entrenador, mi manager. Luego, obviamente, gente como Gwen Lagrue, que me dio la oportunidad de participar en el programa con Mercedes y James Vowles y Toto (Wolff). La lista es interminable. No puedo agradecer lo suficiente y sí, estoy muy orgulloso». Victoria en la carrera sprint, de principio a fin en el gran premio, vuelta rápida, Russell se llevó todos los puntos posibles del fin de semana. Y su primer y colorido trofeo como ganador en la Fórmula 1.
Dominio abrumador de Mercedes en la carrera de Brasil de Fórmula 1
Nadie esperaba semejante rendimiento de Mercedes. Incluso Helmut Marko dejó México anticipando un dominio incluso más abrumador de su equipo en Interlagos. Aunque la escuadra alemana venía amagando en las últimas carreras, nadie podía imaginar un triunfo este año, siquiera un doblete semejante. El resultado de Brasil era también el testamento de una escuadra de raza que ha trabajado a fondo para limar las profundas carencias de ese coche que botaba como un potro encabritado en las primeras carreras del año. Ferrari ha retrocedido y no ha vuelto a ganar desde Austria, Red Bull no detuvo su línea de evolución al alza durante toda la temporada hasta lograr los títulos, y Mercedes ha dejado sus credenciales listas para 2023. Mattia Binotto reconoció después de la cita brasileña que hacía tiempo que a Ferrari se le había acabado el dinero para seguir evolucionando por culpa del techo presupuestario de 2022. Que sus dos rivales hayan seguido con el pie a tabla mejorando sus monoplazas quizás esté ya larvando polémicas en el futuro. Red Bull empezó abriendo fuego con el presupuesto de 2021 y sus sanciones. Pero esta es otra historia.
El largo rosario de episodios inesperados que dejó el Gran Premio de Brasil comenzó ya el viernes ¿Kevin Magnussen saliendo en primera posición en la carrera sprint? Así fue, fruto de la lluvia caprichosa del viernes que revolvió la primera parrilla. En la carrera sprint, Russell dejó sus credenciales: por primera vez un Mercedes entraba primero en meta en 2022. Mientras, Fernando Alonso y Esteban Ocon se empeñaron con sus dos incidentes en destrozar las opciones de Alpine para terminar cuarto en el campeonato.
La carrera de verdad fue un tiroteo de momentos polémicos. Ricciardo confirmaba que ha perdido su feeling de piloto con otro error absurdo. Verstappen y Hamilton volvieron a golpearse en la primera ocasión en que se han disputado intensamente una curva desde 2021, con sanción ahora para el holandés. Leclerc, que lucha por el subcampeonato con Checo Pérez, acabó fuera de la pista peleando con Lando Norris. Como el holandés, el monegasco también siguió en carrera y remontar hasta los convertirse ambos en protagonistas con sus mensajes de radio en la parte final.
La lucha por el subcampeonato de la Fórmula 1, hasta las últimas vueltas
McLaren dejaba en bandeja el cuarto puesto a Alpine con la retirada de Norris. Para capitalizarla, los dos monoplazas franceses debían remontar todo lo posible. El ingeniero de Ocon se convirtió en un sargento de marines para que el francés no repitiera con Alonso las escenas de otros momentos de la temporada. El español se lanzó con los ojos inyectados en sangre para aplastar a Bottas y Pérez hasta alcanzar la quinta posición final, en otra carrera memorable. Junto con el octavo de Ocon, ambos enmendaban la pifia del día anterior, cuando Otmar Szafnauer hubo de emitir un duro comunicado cuestionando su actitud.
El Gran Premio de Brasil aún no había terminado. Red Bull pidió a Checo Pérez que dejara pasar a Max Verstappen, con la condición de que este devolviera la posición si no conseguía adelantar a Alonso. Cada punto era oro en la pugna con Leclerc por el segundo puesto. El holandés no hizo caso a las peticiones de su equipo entró en meta dejando a su compañero por detrás. “Os lo dije la última vez, no me lo preguntéis otra vez ¿Está claro entre nosotros? Os di mis razones, y me atengo a ellas”. “Muestra quién es de verdad. Si tiene dos campeonatos mundiales es por mí» señalaría Checo Pérez tras la carrera. Para añadir más morbo a la historia, el entorno del holandés dejó caer que Verstappen se tomaba la revancha por la maniobra del mexicano en los entrenamientos de Mónaco, considerando que su accidente a la entrada del túnel había sido provocado por el mexicano para beneficiarse de cara a la parrilla. En Red Bull se ha abierto la caja de los truenos para los próximos días, aunque el equipo intentó cerrarla anticipando que en el Gran Premio de Abu Dabi el objetivo será que Pérez termine segundo por delante de Charles Leclerc, con la ayuda de Verstappen.
Por su parte, Leclerc pedía encarecidamente por la radio en los compases finales que parara a Carlos Sainz en su beneficio. Ferrari se negó ante el peligro que suponían los cercanos Alonso y Verstappen. «Este fin de semana ha sido el más completo en cuanto a ritmo de carrera, calificación y todo», resumía el madrileño, tercero en la meta desde la séptima posición de parrilla. El episodio de Leclerc servía para ilustrar cómo el piloto español superaba por segundo fin de semana consecutivo a quien era considerado líder del equipo italiano durante gran parte de la temporada. “Creo que lo importante es que en esta segunda mitad hemos sido sólidos con el coche, que estoy de vuelta al nivel que quiero estar, y que cuando tengo un fin de semana sin problemas, los podios están ahí. Si consigo empezar a este nivel 2023 podré estar en la lucha desde el principio. Estoy orgulloso de todo el progreso que hemos tenido durante el año».
Mientras, Fernando Alonso sale de Interlagos a solo a cinco puntos de Ocon, y antes de llegar a la carrera donde en 2021 subió al podio. Alpine aventaja en 19 puntos a McLaren, con el cuarto puesto casi asegurado cuando el sábado parecía todo perdido. Llega el Gran Premio de Abu Dabi, la última cita de la temporada ¿Quién dijo que la Fórmula 1 se había terminado con los títulos de Max Verstappen y Red Bull?