Hubo varios momentos en que la radio de Max Verstappen se trufaba de pitidos para ocultar su florido lenguaje durante el GP de Estados Unidos. El piloto holandés echaba pestes por la radio ante sus problemas de frenos, o regañaba a su ingeniero porque le hablaba en los peores momentos de su pilotaje. El holandés había arrancado desde la sexta posición de parrilla para remontar hasta la primera e iba camino de lograr cifras históricas con su victoria en el Gran Premio de Estados Unidos. Solo que, en esta ocasión, le hicieron sudar algo más de la cuenta.
El triunfo en la carrera esprint del sábado puso sus cartas sobre la mesa. El viernes, tres monoplazas distintos (Leclerc, Norris y Hamilton) ocuparon las tres primeras posiciones, lo que auguraba una de las carreras más abiertas de la temporada. El ritmo de Hamilton el sábado por la tarde también ofrecía esperanzas de que el neerlandés no lograra el triunfo por segunda vez en la temporada. Pero en la carrera esprint, Verstappen recordó por qué ha logrado el título cinco carreras antes de que acabe el campeonato y restó incertidumbre a lo que pudiera pasar en el gran premio.
El trazado de Austin es singular. Herman Tilke, su diseñador, quiso reproducir porciones de otras pistas famosas. Reúne, por tanto, todo tipo de curvas y dos largas rectas. Sin embargo, también acumula un brutal número de baches que obligaban a encontrar un compromiso con la altura de los monoplazas. Red Bull perdía una fracción de su ventaja al tener que elevar ligeramente el RB19. El viernes cabía la esperanza de una repetición de Singapur y el triunfo de otro piloto diferente. El sábado ya se dudó de ello.
Mejor haber llegado segundo en el GP de Estados Unidos
Lando Norris se colocó en cabeza y Hamilton ofrecía un ritmo magnífico, a diferencia de los Ferrari de Leclerc y Sainz. Pero sin prisa y con calma, Verstappen empezó a devorar a sus rivales desde la sexta posición de salida. En la vuelta 16 entró en boxes antes que Norris y Hamilton McLaren respondió, pero Mercedes no metió a Hamilton y alargó su parada al máximo: iban inicialmente a solo a una. Intentando alargar la vida del neumático medio. Pero llegó un momento en que Verstappen, como Horner señaló después, dejó a Hamilton “en tierra de nadie”.
La decisión de pasar a dos paradas de Mercedes costó un tiempo precioso. Hamilton recortó diferencias hasta llegar a casi segundo y medio del Red Bull al empezar la última vuelta, mientras Verstappen había estado luchando con sus problemas de frenos. “Faltaron dos vueltas”, le dijo su ingeniero a Hamilton por la radio. “El coche fue muy rápido, Lewis condujo fantásticamente y si cuento todas las cosas que estuvieron en nuestra contra”, explicaba Toto Wolff al final de la carrera, reconociendo el posible error que pudo haber costado el triunfo. “Se podría decir que tal vez podríamos haber hecho dos paradas y simplemente cubrir a Verstappen, y además creo que ambas paradas no fueron geniales”. Aunque de nada hubiera valido, como se supo después. Mejor no haber ganado el GP de Estados Unidos por el disgusto que hubiera supuesto perder la victoria.
Porque la plancha inferior de madera que controla la altura del monoplaza alemán estaba desgastada por debajo del límite reglamentario en el monoplaza de Hamilton, y también en el de Leclerc, como habían descubierto los comisarios de la FIA al terminar la carrera. “El equipo (Mercedes) reconoció que la medición realizada por el equipo técnico de la FIA era correcta y afirmó que el alto desgaste de planchas probablemente se debía a la combinación única de la pista llena de baches y la carrera esprint, que minimizó el tiempo para configurar y revisar el coche antes de la carrera”. Es decir, que no se había revisado convenientemente el monoplaza entre sábado y domingo.
En todo caso, Verstappen lograba en el GP de Estados Unidos su victoria número 50, acompañando a Hamilton, Michael Schumacher, Sebastian Vettel y Alain Prost. Además, sumaba su decimoquinto triunfo, empatando el mismo número de victorias de la pasada temporada, una cifra que será superada antes de que acabe el campeonato. Era su victoria número 30 con el número uno en su carenado. Solo Michael Schumacher le supera.
Tercer podio para Sainz en el GP de Estados Unidos
Lando Norris finalmente se aupaba a la segunda posición con la descalificación de Mercedes, mientras Carlos Sainz cosechaba así su tercer podio de la temporada tras una magnífica carrera. El madrileño no pudo superar a Leclerc a una vuelta ni en la parrilla del gran premio ni en la de la carrera esprint. Sin embargo, la estrategia del sábado en el GP de Estados Unidos con neumáticos blandos -frente a los medios de Leclerc, que sufrió en la parte final-, le dio pistas para el domingo. Sainz jugó magistralmente sus cartas con el control del neumático, mientras que Ferrari erraba con la estrategia de Leclerc de ir una sola parada.
“Yo creo que hoy hemos sacado todo el provecho de los neumáticos. Creo que hemos hecho una carrera muy sólida, con muy buen ritmo y nos hemos quedado a las puertas del pódium”, declaraba antes el madrileño de conocerse la descalificación de Hamilton, “que después del ritmo que teníamos ayer en la esprint lo veía muy complicado. Creo que lo hemos hecho todo casi perfecto y hemos sacado un buen cuarto puesto (tercero)». A falta de cuatro carreras, tras el GP de Estados Unidos Sainz aumenta su ventaja sobre el monegasco en su particular duelo por la supremacía de Ferrari, a quien saca ahora 22 puntos.
Dos de cal y una de arena para Alonso
En cuanto a Fernando Alonso, Aston Martin vivió en este GP de Estados Unidos, en el circuito de Austin su peor fin de semana de la temporada, tan solo atemperado por el rimo de sus monoplazas en el gran premio. Eso sí, saliendo desde boxes. El equipo británico decidió introducir una evolución aerodinámica de gran calibre durante un fin de semana de formato esprint, con una sola sesión del libres para explorar y poner a punto el AMR con las novedades. Pero los problemas de frenos sufridos por ambos monoplazas en la única sesión disponible cambió totalmente el paso a los dos pilotos. Por primera vez en la temporada Alonso se quedaba fuera del Q3. El desastroso ritmo de la carrera esprint para Stroll y el español forzó una drástica decisión de cara al gran premio.
“Hemos tenido un coche nuevo todo el fin de semana. Ayer (carrera esprint) con el coche nuevo (el monoplaza con la evolución recién incorporada), hoy Lance con el coche nuevo y con otro set up, y yo con el coche antiguo, con un set up más conocido”, explicaba Alonso al terminar Para alivio del equipo británico, ambos pilotos remontaron con relativa consistencia, mientras que Stroll mostró un gran ritmo con el monoplaza que incorporaba las novedades en el GP de Estados Unidos, aunque con una puesta a punto distinta.
Pero cuando Fernando Alonso ya tenía a tiro la octava posición de Pierre Gasly, un problema con el fondo de su monoplaza le obligó a retirarse, y por primera vez en toda la temporada. Faltaban solo siete vueltas para el final. “En los puntos, y de repente… Ha sido otra historia la que hemos vivido el día de hoy respecto a los dos días del fin de semana. Teníamos mucho más ritmo en el coche, podíamos adelantar con cierta facilidad a la zona media, y nos estábamos acercando a Russell”, explicaba Alonso tras el abandono en el GP de Estados Unidos.
“Creo que ha sido una buena noticia, pero la mala ha sido retirarse, no sé si ha sido un problema de suspensión o del suelo, pero algo se ha roto atrás, hemos tenido que parar por seguridad”. En México se comprobará el acierto o no del nuevo paquete después de se analice y compare esta semana la información recogida en ambos monoplazas. De momento, había otra mala noticia después del GP de Estados Unidos: McLaren ha arrebatado a Aston Martin la cuarta posición en la clasificación general del campeonato. Todo apunta que tras las últimas carreras será ya definitivamente.
