“Pienso que si no están 30 segundos por delante como lo han estado en el pasado, entonces algo está pasando. Han estado fenomenales durante todo el año. Han destacado en casi todos los circuitos. Va a ser genial ver ese coche (en Suzuka). Será interesante ver cómo va el fin de semana. Espero que estemos más cerca y espero que no sean tan rápidos como esa diferencia de 30 segundos en la meta». En la víspera del GP de Japón, Lewis Hamilton ponía voz a una hipótesis que cogía vuelo en Singapur respecto a Red Bull. ¿Era puntual el espectacular bajón del RB19 en Marina Bay, y relacionado con la naturaleza del circuito? ¿Podrían albergar esperanzas sus rivales para el final del campeonato?
Como Hamilton apuntaba, resultaba sorprendente que un monoplaza que ha arrasado en todo tipo de circuitos y condiciones ni siquiera entraba en el Q3 el sábado. El británico apuntaba a un posible efecto en el monoplaza austríaco de la ejecución por parte de la FIA de la directiva TD18 para controlar la flexibilidad de los alerones en los monoplazas, que se llevaba a cabo en Singapur. De lo contrario, la paliza estaría asegurada por parte de Red Bull en uno de los a priori trazados más favorables del campeonato para el RB19.
Aunque distintos datos no parecían confirmar inicialmente la hipótesis de un RB19 mermado por la directiva de la Federación, que Hamilton verbalizara el tema varios días después reflejaba que incluso algunos rivales, con enorme carga de datos a su disposición, tenían sus dudas y quizás también esperanzas. A fin de cuentas, en el paddock se rumorea que parte del bajón de Aston Martin se debía a que la FIA habría actuado contra el equipo austríaco por la flexibilidad del alerón delantero, lo que a su vez habría influido en la evolución del AMR23 en los últimos meses. ¿Y si hubiera sido también el caso de Red Bull?
La nueva directiva de la FIA
“El coche ya iba mal en el simulador, la ventana de puesta a punto era difícil. Pero luego, pasé a Suzuka (también en el simulador), y fue increíble de nuevo, como en la mayor parte de las carreras”, comentaba Max Verstappen antes de arrancar el pasado gran premio, dando a entender que el RB19 se iba a atragantar en Marina Bay, pero que todo volvería por sus cauces en el circuito de este fin de semana. La primera jornada del GP de Japón empezó rápidamente a despejar las dudas quienes albergaran alguna esperanza de un final de campeonato más reñido.
El artículo 3.2.2 del Reglamento Técnico de la FIA establece que «todos los componentes con influencia en el rendimiento aerodinámico deben estar rígidamente asegurados e inmóviles en referencia al cuadro de referencia definido en el art 3.3. En consecuencia, estos componentes deben producir una superficie uniforme, sólida, dura, continua e impermeable bajo todas las circunstancias». Básicamente, la FIA ha querido acentuar en 2023 los controles de la flexibilidad de los alerones, que según su incidencia permitirán ganar carga aerodinámica según la velocidad o tipo de curva, y reducirla en las rectas para reducir el drag, es decir, la resistencia al avance.
Porque no solo se trata de la fabricación de las diferentes capas de carbono que permitan un cierto grado de flexibilidad en relación a los exigentes test que los monoplazas deben superar en parado. La FIA ha procedido también a vigilar que los diseños y sistemas de montaje de los alerones no faciliten esa flexibilidad en marcha.
Por ejemplo, Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo fueron descalificados del Gran Premio de Abu Dabi de 2014 tras no pasar los test de deflexión. Desde entonces, la FIA ha intentado cerrar cualquier hueco legal en este terreno con sus directivas técnicas.
Tras varios avisos internos en 2023 y la comunicación antes de verano a los equipos de dicha directiva, en Singapur la FIA procedió a la revisión física de cada alerón y su flexibilidad, previa remisión de documentos técnicos por parte de los equipos. Precisamente, donde Red Bull perdió por primera vez en 2023 después de ganar todas las carreras del campeonato hasta ese momento.
La vida sigue igual en el GP de Japón
«Creo que, simplemente no somos tan competitivos como otras pistas, los circuitos urbanos son un poco más difíciles para nuestro coche. Sigo pensando que podemos hacer un buen trabajo, pero será muy ajustado” avisaba Max Verstappen antes de llegar a Marina Bay. El holandés no se equivocó, pero se quedó corto. El bajón de rendimiento fue exagerado e inesperado incluso para las expectativas del mismo equipo, que tampoco pudo corregir el rumbo durante el fin de semana. De aquí que la necesidad de comprobar en el GP de Japón, en Suzuka, si el fiasco de Red Bull era puntual, o su rendimiento podría haber resultado mermado por la nueva directiva, además de la comprobación de la flexibilidad del fondo de los monoplazas según otras directivas previas de 2022.
“Todo ha vuelto a la normalidad”, confirmaba Max Verstappen tras la primera jornada del GP de Japón. El holandés lideró de forma aplastante las dos primeras sesiones, reafirmando aquellas sensaciones previas en el simulador con Suzuka. En la segunda, el holandés nada menos que tres décimas sobre el segundo clasificado, Charles Leclerc, y sin despeinarse. En una sesión, además, en la que se practican todas las simulaciones a una vuelta y de carrera. Circuito de curvas rápidas y fluidas, Suzuka se antoja uno de los trazados ideales para el RB19. La hipótesis de monoplaza tocado del ala, nunca mejor dicho, se desvaneció rápidamente.
“Parece que tuvimos un día fuerte, en tandas cortas y largas”, explicaba Verstappen tras la primera jornada del GP de Japón. “Hay mucha degradación en esta pista, por lo que creo que será bastante difícil para los neumáticos en la carrera”. Sin embargo, el RB19 mostró en las tandas largas una mejor degradación que sus rivales. La Fórmula 1 vuelve en Suzuka a su estado natural.
Eso sí, despejada la incógnita de Red Bull, Verstappen dejaba claro que la lucha a sus espaldas será de nuevo extremadamente intensa. «Parece que todo está un poco ajustado por detrás de mí, entre Ferrari y McLaren, que están cerca, así que estaremos atentos. Pero creo que al final nos concentramos en nosotros mismos y tratamos de optimizar nuestro rendimiento. Si lo logramos, estoy seguro de que lucharemos por la pole”. La única duda ahora serán los segundos que Max Verstappen, salvo incidentes imprevistos endose a sus rivales en el GP de Japón. Lewis Hamilton apostaba por los treinta.