Gran Premio de Hungría de 2019, Valtteri Bottas lograba el mejor tiempo de Mercedes con un 1.14.590. En los entrenamientos de la última edición, Lewis Hamilton lograba el récord de la pista el sábado con 1.13.447, y Bottas a una décima por detrás. En carrera, el piloto británico lideró todas y cada una de las vueltas, marcó la vuelta rápida, y conseguía su segunda victoria consecutiva doblando a todos menos a cinco monoplazas. Entre los doblados, los dos Ferrari.
Los primeros circuitos del calendario perfilan el rendimiento de los monoplazas a medida que se ponen a prueba en diferentes configuraciones. Tras la eficiencia necesaria para la alta velocidad en rectas y el paso por curva rápida del Red Bull Ring, llegaba una de las pistas más sinuosas y de mayor carga aerodinámica media del campeonato. Por si la pretemporada de Montmeló había dejado alguna duda, las tres primeras citas de 2020 han sentenciado quizás demasiado prematuramente que Mercedes carece de rivales, ni tampoco se les espera en una temporada trufada de limitaciones por el coronavirus y sus consecuencias. Salvo enormes sorpresas, o que el equipo alemán levante el pie del acelerador para no rematar el campeonato ya en el Gran Premio de Italia.
Las exigencias del trazado magiar parecían dar esperanzas a Red Bull o Ferrari. En 2019, Verstappen había logrado la pole y a punto estuvo de ganar la pasada edición. Ante la superior potencia del motor de Mercedes en 2020, cabía que el equipo austríaco compensara en Hungaroring con su tradicional eficacia en este tipo de pistas. Para el tocado equipo italiano, el trazado magiar presenta menos exigencias en materia de potencia como el Red Bull Ring, una vez asumida por la Fórmula 1 que la FIA había neutralizado las irregularidades de su motor con sucesivas directivas técnicas que han eliminado su ventaja en este terreno durante las últimas dos temporadas, Pero ante la sorpresa general, ni siquiera Red Bull fue rival para Mercedes. Solo la pésima salida de Valtteri Bottas y un siempre combativo Verstappen permitieron al holandés un resultado que no estaba en el cartel del sábado. Por supuesto, gracias también también al extraordinario trabajo de sus mecánicos, capaces de solucionar las consecuencias del error de principiante que cometía en la vuelta de calentamiento antes de la carrera.
Con tres poles y tres victorias, Toto Wolff destacaba en Hungaroring la paradoja de que el equipo alemán hubiera elevado espectacularmente su nivel con sus motores en 2020 gracias a un equipo que perdía repentinamente su potencial y la referencia que había supuesto para los técnicos de Mercedes. «Creo que la ironía de la historia es que fuimos presionados por algunos de nuestros rivales (Ferrari) hasta niveles totalmente nuevos, lo que nos llevó casi hasta la extenuación para desarrollar e innovar para ser más competitivos en la pista. Y aquí estamos, hemos dado un salto sustancial de rendimiento desde 2019 a 2020 porque lo necesitábamos, y esto es lo irónico para mí».
Los dos Ferrari doblados
Es decir, Mercedes ha mejorado espectacularmente su motor ante las referencias de Ferrari. Eliminada por ser considerada irregular, es Mercedes quien se ha quedado absolutamente solo en la cima al elevar su nivel de forma legal, y quedarse ahora sin rivales. A pesar de la nueva evolución aerodinámica del SF1000 introducida en Hungaroring para adaptar su filosofía a las nuevas circunstancias, los dos pilotos de Ferrari fueron doblados por los dos de Mercedes. Sería un verdadero milagro que el equipo italiano pudiera rivalizar en 2020 con el alemán ante las limitaciones de evolución tanto en motores como en chasis introducidas para hacer frente a las consecuencias del coronavirus.
Pero otro 'Mercedes' también fue protagonista en Hungaroring. El RP20 de Racing Point confirmó en los entrenamientos la genética que se le atribuye frente a su hermano mayor, antes plateado y ahora negro. Lance Stroll rodó en posiciones de podio durante parte de la prueba, y algunas fuentes rivales consideran que el monoplaza británico es tan rápido en determinadas curvas como el W11 de Mercedes. Aunque en carrera baje su ritmo, Racing Point ha ganado un segundo de un año para otro gracias a su colaboración con Mercedes. Renault, McLaren y Ferrari ruedan ya a su estela. No extraña que por segunda carrera consecutiva el equipo francés haya reclamado al RP20 ante la FIA. Pronto se conocerá un veredicto de vital importancia para el campeonato y para los límites que separan la colaboración técnica entre equipos en la Fórmula 1.
Por su parte, McLaren temía que la configuración de Hungaroring pusiera en evidencia las limitaciones del MCL35 para los trazados de alta carga. Aunque Sainz y Norris entraban nuevamente en el Q3, el monoplaza cojeaba en el sinuoso trazado magiar. «Sufro bastante con el tren trasero del coche, llevo todo el fin de semana con problemas. Venía en una vuelta bastante buena, pero luego el último sector se me ha hecho bola y hemos perdido lo que llevábamos perdiendo todo el fin de semana en este sector», confesaba un decepcionado Sainz el sábado como botón de muestra.
Parece que el español aún no tiene cogido por la mano a su monoplaza en los clasificatorios, como también sucedió en la primera carrera del Red Bull Ring, igualmente en seco. Sin embargo, el ritmo del monoplaza mejora notablemente en carrera, aunque Sainz no pudiera exprimirlo ante las paradas en boxes, como volvió a suceder en Hungaroring, cuando perdía nuevamente tiempo y puntos en el cambio de neumáticos. McLaren es por el momento el equipo más lento de la parrilla en este apartado como certifican las estadísticas. Una de las lecciones pendientes para un área clave para una temporada de extrema igualdad en la clase media. Ya son dos seguidas.