La Fórmula 1 termina el segundo mayor parón del año -tras la pausa veraniega- para iniciar uno de los períodos más trepidantes de los últimos años: seis carreras en ocho semanas, con el título en juego entre Lando Norris y Max Verstappen, McLaren y Red Bull o Ferrari entre los equipos. El periplo comienza con un primer triplete americano en Estados Unidos, México y Brasil, con tres carreras al sprint. La primera de ellas, en Austin ¿Logrará Norris reducir los 52 puntos de diferencia respecto al líder, Max Verstappen?
Sin embargo, la cita americana arrancaba antes con un golpe de efecto de impredecibles consecuencias y de potencial impacto para el campeonato. Antes de arrancar el fin de semana, la FIA anunciaba que modificará sus inspecciones en el parque cerrado ante las noticias de que un equipo cuenta con un sistema que puede alterar la altura del monoplaza antes y después de la carrera en el parque cerrado ¿Por qué?
En vísperas de la primera jornada, se conocía que Red Bull era el equipo señalado. Sus responsables reconocían en una primera reacción que, efectivamente, el RB20 cuenta con ese sistema de modificación de la altura de su monoplaza entre entrenamientos y carrera, aunque alegaban que no se puede utilizar una vez montado totalmente el monoplaza. La polémica está servida, y solo acaba de explotar.
Cambios e incertidumbre
Para el Gran Premio de Estados Unidos la incertidumbre es total. Los equipos han contado con cuatro semanas de análisis de datos, además de un gran margen de tiempo para fabricación de elementos que completen sus últimas evoluciones sin la presión de un gran premio. Novedades que se esperan en Austin en la mayoría de los monoplazas.
La incertidumbre también aplica a las modificaciones del trazado para esta edición, prácticamente sin tocar desde 2012, ya que los baches se han ido convirtiendo en un signo distintivo de este trazado. Con tres sectores muy diferenciados que requieren una gran versatilidad en la puesta a punto, el reasfaltado y alisado de su superficie modificará los datos de ediciones anteriores. Y con solo una sesión de libres el viernes para poner a punto las máquinas, la lotería está servida.
Norris, a 8.5 puntos por carrera
De momento, y al margen de las posibles consecuencias para Red Bull de la polémica comentada, aún restan 174 puntos en juego todavía, Lando Norris cuenta con opciones siempre y cuando recorte terreno a una media de 8,5 puntos por carrera en cada uno de los seis grandes premios restantes. Al terminar la pausa veraniega la diferencia se remontaba a 78 puntos.
Aunque Norris recortaba en los últimos cuatro grandes premios tras el verano, aunque el británico va con la lengua fuera, ya que su media de recuperación han sido 6.5 puntos en estas cuatro citas. La tendencia mostrada tras la vuelta del verano no bastaría para superar al holandés de Red Bull, capaz de aguantar el tipo con dos segundos puesto en Zandvoort y Singapur como limitación de daños, ya que no gana desde el pasado Gran Premio de España.
Si Norris logra los 34 puntos en juego este fin de semana, el campeonato alcanzará gran tensión e intensidad. Todos esperan a McLaren, la duda es si Red Bull también se presentará a la fiesta. Para este próximo fin de semana el británico dependerá también del nivel que puedan mostrar Ferrari y Mercedes y su capacidad para intercalarse entre McLaren y Red Bull.
Norris: “estaremos arriba”
El equipo británico ha sido el único consistente en rendimiento en todo tipo de trazados esta temporada ¿Podría ser alcanzado por sus rivales este fin de semana? Tanto por mayor o menor correlación con el asfalto, como por la incierta comprensión y puesta a punto de los distintos paquetes aerodinámicos introducidos, cada gran premio se ha convertido en una lotería para los pronósticos.
“Algunas cosas han cambiado en esta pista con la nueva superficie, y el diseño ha cambiado un poco, así que siempre tenemos preguntas que responder”, apuntaba Lando Norris, quien se mostraba confiando en que McLaren siga marcando la pauta. “Pero con el rendimiento que tuvimos el año pasado, con el que estamos teniendo en las últimas tres, cuatro, cinco carreras, creo que estamos seguros de que en todas partes estaremos arriba”.
Las dudas con Ferrari
Quizás sea Red Bull uno de los equipos favorecidos por la eliminación de baches, que tanto han hecho sufrir al RB20. O quizás para Ferrari, a la espera de que las evoluciones introducidas en Monza eliminen el rebote creado entonces en su SF24, al que le atragantan las curvas rápidas y largas, que precisamente abundan en este trazado.
Carlos Sainz avisaba que este circuito sería el primero y más apropiado para confirmar si se han resuelto los problemas del monoplaza italiano, al no ser Bakú y Singapur pistas suficientemente representativas para los problemas que sufría el coche italiano desde su evolución de Montmeló.
“No traemos nada nuevo aquí, solo lo que tuvimos en Monza, solo una pequeña mejora en el alerón delantero para Singapur” apuntaba Sainz, “pero más allá de eso se trata de confirmar si el ritmo que hemos tenido, mejor en las últimas tres carreras, era porque los circuitos nos beneficiaban, o porque las mejoras tenían realmente un efecto y nos hacían más competitivos en estas pistas. Austin nos podrá decir cuál de las dos opciones es la verdadera”.
¿Volverá Red Bull?
En todo caso, Austin será posiblemente la última estación para introducir evoluciones de los actuales monoplazas, la mayoría pensadas ya para 2025. La temporada ha confirmado las oscilaciones de rendimiento para cada equipo según el momento y el paquete introducido.
El año pasado, por ejemplo, Singapur fue la peor carrera de Red Bull. Esta edición, sin embargo, Verstappen terminó segundo, y tanto en Bakú como en Marina Bay el holandés mandaba mensajes optimistas en referencia a la brújula técnica de su equipo parece haber encontrado el rumbo con el RB20.
Por tanto, difícil anticipar favoritos para este gran premio, siempre una gran noticia para los aficionados. De hecho, la venta previa de entradas para esta edición ha crecido respecto a las dos anteriores ante la caída del dominio del equipo austríaco en estos dos últimos años.
Alonso, bajas expectativas y “evoluciones pequeñas”
En cuanto a Fernando Alonso, y quizás recordando el dramático GP de Estados Unidos de 2023, ha vuelto a rebajar cualquier tipo de expectativas sobre un posible salto cualitativo del equipo verde. El pasado año, Aston Martin incluso tuvo que renunciar al gran premio y partir desde boxes ante el desbarajuste técnico y logístico que desconcertó al equipo británico.
“Esperemos tener un buen fin de semana, los sprint nos suelen traer algunos quebraderos de cabeza, probamos evoluciones y solo hay una sesión, pero tenemos ganas de salir a la pista”, aunque el asturiano apuntaba que las evoluciones para este gran premio son “ bastante pequeñas, en línea con lo que se espera del coche 2025 en el túnel. Este es el objetivo principal para este fin de semana, tener una buena correlación y comprobar que todas las piezas nuevas estén haciendo lo que esperamos de ellas”.