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Gran Premio de Las Vegas: La derrota por el título más misteriosa en la historia de la Fórmula 1

La próxima semana la Fórmula 1 llega a Las Vegas, una de las novedades que más expectación ha creado en los últimos tiempos. Se trata de la tercera cita en Estados Unidos, en uno de los mercados donde más ha crecido este deporte, y de una de las ciudades más turísticas de Estados Unidos. Su singular recorrido también es esperado hasta con respeto. Se trata también de un circuito urbano de 6.2 kilómetros, en el que se esperan velocidades similares a las de Monza, y con muy bajas temperaturas. Parece que Las Vegas siempre será diferente en la Fórmula 1.

Porque no es la primera vez que la disciplina llega al paraíso del juego y los casinos. El actual trazado pasará muy cerca del Caesars Palace, uno de los establecimientos más populares y carismáticos de la ciudad. Precisamente donde se celebraron los dos únicos grandes premios en esta ciudad, en la década de los ochenta (1981 y 1982).

El Gran Premio de Las Vegas desde el aparcamiento

En aquellos años, Bernie Ecclestone perseguía el mismo objetivo que Liberty en el presente: ampliar la nómina de grandes premios en Estados Unidos. Con Long Beach y Detroit, Las Vegas se unía a la lista. Sin embargo, en aquellos tiempos la Fórmula 1 era prácticamente desconocida en Estados Unidos.

Además, Las Vegas perdía terreno con Atlantic City como gran rival en la industria del juego y las apuestas, y sus autoridades y empresarios estaban dispuestos a cualquier iniciativa para promocionar la ciudad. En los últimos tiempos, Las Vegas ha buscado promocionarse como destino turismo más allá del juego, por lo que se ha traído grandes eventos deportivos, como la Fórmula 1.

El trazado de 2023 será radicalmente distinto al de 1981. Ante la falta de circuitos convencionales, un mega hotel recién construido, el Caesars Palace, ofreció sus instalaciones: el trazado se configuró en el aparcamiento del hotel, cerca del cual precisamente pasará ahora el nuevo circuito. En la primera edición, los promotores lograron atraer grandes figuras del mundo del cine y el espectáculo. En la segunda el panorama fue radicalmente opuesto. La carrera tenía los días contados. Hasta la próxima semana.

Tu compañero, tu mayor rival

1981 Gran Premio Las Vegas Fórmula 1. Imagen.

En 2023, el Gran Premio de Las Vegas será la penúltima carrera del calendario, a la que Max Verstappen llega ya como campeón del mundo. Curiosamente, en los dos grandes premios celebrados en el famoso aparcamiento del Caesars Palace se decidieron los títulos de sendas temporadas. El primero, con uno de los desenlaces más enigmáticos en la historia de la Fórmula 1.

En 1981, tres pilotos llegaban a Las Vegas con opciones a la victoria final: Carlos Reutemann, Nelson Piquet y Jacques Laffite. Ninguno había ganado antes el título. El argentino solo tenía que terminar por delante de este último. Desde Fangio, ningún compatriota había sido campeón del mundo. Reutemann se enfrentaba, además, otro rival: su compañero de equipo, el australiano Alain Jones, era su mayor enemigo.

Todo empezó en el Gran Premio de Brasil de aquel mismo año. Reutemann lideraba la carrera por delante de su compañero en Williams, Jones, campeón del mundo del año anterior y teóricamente número uno del equipo. Desde el muro de boxes pidieron al argentino que intercambiaran posiciones, a lo que se negó. De personalidades totalmente opuestas, la relación se rompió sin remedio.

Pocos meses después, Jones anunciaba su retirada. Reutemann intentó hacer las paces, pero el australiano le respondió con aquella famosa frase que él mismo hizo pública después: “Carlos dice que quiere enterrar el hacha de guerra, y le contesté: “Sí, colega, justo en tu jod… espalda”. En aquel famoso Gran Premio de las Vegas, Jones podía ser decisivo para el título de Reutemann.

Un coche totalmente inconducible

1981 Gran Premio Las Vegas Fórmula 1. Imagen carrera.

Los dos Williams comenzaron dominando el fin de semana. Incluso el argentino logró la pole en la primera jornada, mientras que Nelson Piquet salía muy retrasado, además enfermo y con fiebre. Pero en los entrenamientos de la segunda, el argentino se tocó precisamente con su rival por el título, y el equipo tuvo que hacer reparaciones en su monoplaza. De repente, Reutemann se encontró con una máquina totalmente distinta.

En el ‘warm up’ (calentamiento previo el domingo antes de la carrera que antes tenía lugar en la Fórmula 1 en aquellos tiempos) el argentino se vino abajo. No entendía por qué su coche era repentinamente inconducible. Empezó a dudar de su propio equipo.
En la primera curva ya se desfondó y pasó en quinta posición en la primera vuelta. En la vigésima vuelta y su rival, Nelson Piquet, que había salido séptimo, ya le había adelantado. El argentino fallaba el cambio y otra vez. La carrera era tremendamente dura físicamente. Incluso el argentino no podía rodar al ritmo de Nelson Piquet, quien llegó a vomitar dentro del casco.

Una llamada, y adiós para siempre a Las Vegas

F1 Las Vegas 1980s Motor16

Finalmente, el brasileño acabó quinto, y Reutemann octavo, sin puntuar. Alain Jones, también con un Williams, ganó la carrera y dobló a su odiado compañero. Nelson Piquet ni siquiera podía subir al podio, exhausto físicamente al terminar la carrera. Era el nuevo campeón del mundo.

Reutemann nunca entendió qué pudo haber pasado con su monoplaza, con el que fallaba el cambio varias veces por vuelta. En el aire quedó la sensación de una venganza interna. Jones no ganó el título, pero tampoco el argentino, quien según terminó la carrera cogió un avión y ni siquiera se despidió del equipo.

Solo volvió a llamar para anunciar a Williams que, como argentino, no podía correr con un equipo británico. Acababa de estallar la Guerra de las Malvinas. Carlos Reutemann era considerado un campeón del mundo en potencia por su indiscutible talento. Nunca lo sería.

De nuevo, una primera vez para todos

2023 gran premio las vegas formula 1 1 Motor16

En 1982 otros tres pilotos se jugaban el título. Dos de ellos tampoco habían sido campeones antes: El finlandés Keke Rosberg, padre de Nico, y el norirlandés John Watson. El tercero era Niki Lauda. Rosberg necesitaba dos puntos para la victoria final, y Watson ganar la carrera a toda costa. El finlandés arrancaba desde la quinta posición, el norirlandés, undécimo. Lauda, decimotercero.

Con un monoplaza recalcitrante durante todo el fin de semana, a John Watson le sucedió lo mismo que a Reutemann un año antes, pero a la inversa. Se encontró con un cohete en las manos. Comenzó a remontar e incluso superó a Rosberg, que rodaba quinto, y que no podía hacer nada contra el McLaren del norirlandés. Watson alcanzó la segunda posición, y la emoción se disparó.

Sin embargo, problemas de neumáticos le impidieron alcanzar llegar hasta el primer puesto, mientras que el finlandés se quedó durante la carrera en la misma posición. Le fue suficiente. Keke Rosberg solo había ganado una vez en toda la temporada. Mientras, Ferrari ganaba el título de Constructores, pero no tenía opción al de pilotos.

Aquel segundo y último Gran Premio de Las Vegas fue para Michele Alboreto con el mítico equipo Tyrrell, por entonces ya una gran promesa. También era su primera victoria en la Fórmula 1. Quizás la semana que viene se mantenga la costumbre del pasado ¿Subirá Lando Norris por primera vez a lo más alto del podio por primera vez en su carrera? Tras su actuación en el pasado Gran Premio de Brasil, por qué no seguir la estela de Nelson Piquet, Keke Rosberg y Michele Alboreto.