En un lado del cuadrilátero, el héroe local, Max Verstappen. Ganador por tercera vez consecutiva del GP de Holanda ante su apasionada afición, igualando con su triunfo el noveno consecutivo en manos de Sebastian Vettel y Alberto Ascari, camino de nuevos récords también para su equipo, que lograba la decimotercera victoria consecutiva.
En el otro lado, un piloto de 42 años, que exhibía una primera vuelta de virtuoso al adelantar, que intentaba atacar a Max Verstappen por la victoria, como luego reconocería. Que colocaba al Aston Martin en segunda posición, sacando a su monoplaza de la jerarquía del sábado y elevándole a un podio con el que no se contaba este fin de semana. Que también lograba la vuelta rápida. Su nombre, Fernando Alonso. Difícil elección, pero al terminar la carrera los aficionados le elegían como el Piloto del Día.
Y varios candidatos como reserva, con Pierre Gasly en el podio y un Carlos Sainz que elevaba a un nervioso SF23 en Zandvoort a la mejor posición posible para una de las peores versiones del SF23 del año. Todo ello, ante un público vibrante que convirtió el Gran Premio de Holanda en una fiesta, una carrera que además ofreció todo tipo de dificultades y desafíos a pilotos y equipos. En esta ocasión no importó que Max Verstappen mantuviera su monótona racha de triunfos. Porque la Fórmula 1 volvió a vibrar de nuevo.
Lluvia en la primera vuelta, a nueve del final, coches de seguridad, banderas amarillas y rojas… Desde el semáforo verde pilotos y equipos fueron tensados por las condiciones, en una pista estrecha, sinuosa y sin escapatorias fáciles en caso de error. Por unos instantes, Sergio Pérez se puso en cabeza, pero pronto Verstappen puso en orden la casa de Red Bull. «Probablemente fue una de las carreras más difíciles de volver a ganar. Pero no pensaba en que fueran nueve seguidas. Me sentí seguro conduciendo, tenía confianza en el coche, lo que obviamente en estas condiciones necesitas ese nivel de confianza y cuánto esfuerzas», explicaba Verstappen al final de la carrera.
Sin embargo, también resultaba fascinante escuchar al otro gran protagonista del Gran Premio. “¡Hoy me siento vivo de nuevo”! confesaba un entusiasta Fernando Alonso en el vídeo de su equipo, al terminar el Gran Premio. No era para menos.
“Conectado al coche”, así se sentía Alonso en el GP de Holanda
Tras el bajón previo a la pausa veraniega, Aston Martin incorporaba al AMR23 una evolución que pretendía corregir el desviado tiro desde Montreal con un nuevo fondo plano y un difusor. El monoplaza despertaba en Zandvoort, pero espoleado por un piloto en su mejor expresión de talento y experiencia a pesar de la edad. El propio Alonso lo reconocía como hacía mucho tiempo que no se le escuchaba. “El coche volaba hoy, era muy competitivo y muy fácil de conducir. En estas condiciones necesitas un coche en el que puedas confiar, y hoy confié mucho, lo disfruté”. Ya desde la primera vuelta, con dos adelantamientos memorables, incluyendo el de la curva 3 por abajo a Albon, pocos metros después que el de Russell. «Necesitas entrar en un estado en el que estás conectado con el coche. Hoy sentí que estaba en mi mejor momento y que estaba dando el 100 por ciento de mis capacidades».
Por un momento, el podio parecía peligrar tras una lenta parada en boxes para montar intermedios al llegar el chaparrón final. Pero sirvió para confirmar ese estado de gracia de Alonso con su monoplaza al quitarse de en medio a Sainz en una vuelta. Red Bull metía por segunda vez en poco tiempo a Pérez para montar neumáticos de agua y el español se quedó en segunda posición.
Durante la pausa de la bandera roja consultó con su equipo la decisión de atacar al holandés una vez retirado el último coche de seguridad. Recibió luz verde. Pero pronto descubrió su escaso margen frente a un Verstappen inalcanzable, tanto por monoplaza, como por su estado de gracia. “Pensé en intentarlo, pero luego pensé que a lo mejor no salía del circuito (si arrebataba la victoria al holandés), así que me quedé en la segunda posición”, bromeaba tras lograr el séptimo podio de la temporada -tantos como Pérez- y el tercer segundo puesto de 2023.
Verstappen igualaba un récord, pero el segundo puesto de Alonso rompía el de Michael Schumacher con el intervalo más amplio entre el primer y el último podio de un piloto en la historia de la Formula 1 (7.399 días). El primero del español llegó en Malasia 2023. El último, en el Gran Premio de Holanda.
Sainz exprime, en el GP de Holanda, la bayeta del SF23
Pierre Gasly fue otro de los grandes protagonistas en Holanda, sorprendiendo con la tercera posición para Alpine. Carlos Sainz fue su gran rival en algunos compases de la prueba, pero Ferrari tenía un techo en Zandvoort. Sainz lo rompía con su quinta posición final, un resultado poco previsible con un SF23 sin carga aerodinámica en varias curvas Zandvoort con la configuración de alerón trasero traída para el circuito holandés. El accidente de Leclerc en los clasificatorios era el testimonio de las dificultades de sus pilotos.
A pesar de tal panorama, Sainz cuajó un primer relevo magnífico, tanto con neumáticos intermedios como con los blandos, siempre agarrado con el gancho al grupo de cabeza y con el podio en el horizonte, aunque un tanto quimérico para el equipo italiano. En la quinta posición detrás de Gasly hasta la llegada del último chaparrón que forzó la bandera roja, el madrileño se descolgaba del francés -cuarto- y se vio sometido a la presión de Hamilton en las vueltas finales, una vez reanudaba la carrera tras la bandera roja por la lluvia. “»En el último relevo con los intermedios no me quedaban ruedas nuevas, y he tenido que usar unas súper usadas de la clasificación, que estaban muy abiertos por culpa de unas vueltas que di en seco el sábado. La rueda no me daba ningún grip, no podíamos ir rápido en el último relevo, y he tenido que defenderme de Hamilton”. Sainz incluso tuvo que pedir a su ingeniero que no le distrajera por la radio en esas vueltas finales de gran tensión.
«Espero que en Monza vayamos bien otra vez, este ha sido un fin de semana para limitar daños. Está claro que los dos hemos sufrido mucho con el coche, en carrera, en clasificación”, resumía Sainz al terminar. “Hay que intentar aprender de ello, porque este fin de semana hemos sido más lentos… Cómo puede ser que el Alpine, el McLaren, todos vayan más rápido que nosotros… Pero confío que en Monza volvamos a nuestro lugar».
“El récord que hizo Sebastian en 2013 (nueve victorias seguidas)… Ganar nueve seguidos es una locura, y haberlo hecho en el mismo equipo con otro piloto, es algo que no creo que ninguno de nosotros hubiera podido jamás haber previsto”, declaraba al final de la carrera un conmovido Christian Horner en referencia a los logros de Max Verstappen y su propio equipo en la presente temporada. «Creo que Max está en un período de su carrera en el que es simplemente intocable, y no creo que haya ningún piloto en la parrilla que pueda lograr lo que él ha estado haciendo con ese coche». Un tal Fernando Alonso se sentía de forma parecida al final del Gran Premio de Holanda. “Increíble carrera para nosotros, súper feliz con el coche, disfruté cada vuelta de nuevo. ¡Me he vuelto a sentir vivo!”